VIERNES Ť 29 Ť JUNIO Ť 2001
Nace una nueva heroína
La voz rebelde y el coraje de Ani DiFranco conquistan el corazón de EU
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 28 de junio. Ella canta: "no soy heroína", pero no convence a las decenas de miles de personas que han comprado más de 3 millones de sus discos. Cuando sale a escena, como en su reciente concierto en Wolf Trap, Washington, miles de fans (la mayoría mujeres) buscan nutrirse de su coraje, atrevimiento, independencia y valentía, y hacerlos suyos.
Ani DiFranco se ha convertido en una referencia musical obligada y una clave para entender y para restaurar cierta fe en este país. Despierta posibilidades nuevas en momentos oscuros, pero sus raíces están en las corrientes rebeldes de la historia estadunidense.
"Llega un momento en que la operación de la máquina es tan odiosa, que uno no puede participar", declara una voz ronca y sonora desde la bocina. "Ustedes tienen que poner sus cuerpos sobre los engranes, las ruedas, todos los mecanismos y tienen que indicarles a aquellos que son dueños (de la máquina) y aquellos que la administran que, a menos de que nosotros seamos libres, no permitiremos que la máquina funcione para nada".
Con estas palabras, del cuentista rebelde Utah Phillips, se inicia el concierto de Ani DiFranco durante su gira más reciente. Ella es la cantautora independiente más importante del momento. Hace sólo cuatro años tenía a su cargo el primer acto en la gira nacional de Bob Dylan, pero ahora es la estrella principal de sus propias giras. Después de años de actuar en antros pequeños del circuito "alternativo" y folk, DiFranco acaba de aparecer en Carnegie Hall, en Nueva York. Fue nombrada como una de las cien mujeres más influyentes de la historia del rocanrol (algo que le vale madres, dice, rechazando el intento de convertirla en una babe del rock).
Pero el milagro es que a pesar de este enorme éxito su independencia artística se mantiene firme. Jamás ha firmado un contrato con empresa musical alguna. A los 19 años fundó su propia disquera, Righteous Babe Records (www.righteousbabe.com), en su pueblo natal de Buffalo, Nueva York. Once años después (acaba de cumplir 30) DiFranco ha producido 14 discos y ha vendido más de 3 millones de ellos.
Acaricia a su público con furia una voz que puede decorar sus canciones con terciopelo. De repente es un alambre de púas contra el dolor de un corazón atravesado por una verdad o por la indiferencia o angustia o el peligro del amor. Esta exploración íntima apunta en otro momento contra las injusticias cotidianas, la opresión del miedo, la mentira y la corrupción de la vida. La visión interna se entrelaza con la externa y de pronto nos encontramos con un intento de reflejar el momento que vive Estados Unidos.
Su público se reconoce en sus palabras y en su música, y el dialogo se establece entre esta voz necesaria y una generación que está entre el todo del país más privilegiado del mundo y la nada del país más enajenado y aislado del planeta
Decenas de miles de sus fans ųla gran mayoría mujeres jóvenesų cantan con ella en sus conciertos. Ahora de gira ųincansableų DiFranco tuvo tumultuosa y cálida recepción por parte de miles de personas en cada una de las dos noches que tocó en el Summerstage del Central Park, en Nueva York, y miles más la vieron aquí en esta capital. De hecho, la respuesta apasionada de su público joven es casi tan fuerte como lo que la provoca. Tocando guitarra ųacústica y eléctricaų DiFranco experimenta con todo: rock, rap, country, jazz y blues.
Pero insiste en que ella es en esencia una artista de la música folk, la música del pueblo, la verdadera música "popular": la que expresa la sabiduría, el sufrimiento, la ira y la rebelión del pueblo. Los grandes del folk, Woody Guthrie, Pete Seeger, Utah Phillips son mencionados por DiFranco como sus influencias musicales y sus guías más importantes. En este sendero también han caminado Bob Dylan y Bruce Springsteen, entre otros.
Yo solo escribo sólo lo que debería haber hecho/Y canto lo que esperaba haber dicho/Y espero que alguna mujer escuche mi musica/Y que eso la ayude a lograr pasar el su día (I'm no heroine/ Living in Clip).
Pero Ani insiste en que el año 2001 es tiempo de redefinir el folk, y reinventarlo. "Yo tomo inspiración de muchos lugares", explicó en entrevista con La Jornada. Su disco más reciente, Reckoning and revelling, incluye canciones acompañadas sólo con guitarra acústica, y otras en las que la acompaña una banda musical que incluye saxofón, trompeta, batería, piano y bajo. Algunas son rock puro, otras rolas son más country, y en otras más se percibe influencia de la música latina, jazz y rap. De repente, interrumpe con un poema decorado sólo con su voz:
El muro de Berlín aún atraviesa la Calle Main (nombre común de la calle central de los pueblos estadunidenses) (Subdivision/Reckoning & revelling)
La ciencia persigue al dinero/y el dinero persigue su propia cola/y las mejores mentes de mi generacion/no tienen con qué pagar su fianza (Garden of simple/ Reckoning & Revelling).
Ani es clave, en este momento, precisamente porque rompe la aparente calma, la aceptación de cómo están las cosas, impuestas desde arriba en este país por medio del invento comercial de la cultura. Revela la inquietud ante la idea de que aquí esta la culminación de la historia en este país, el "más democrático", más "libre" y más "próspero" de la historia. Lo rompe, dice, por "amor profundo" a esta nación, pero no a su gobierno ni a sus convenciones.
Canta "nos va a llevar toda la vida reparar lo que te han hecho", en referencia a Estados Unidos. Ani invita a la rebelión por la vida, por vivir los amores con todo su dolor, por vivir deafiando la mentira institucional.
En momentos en que este país se proclama como "lo mejor" de todo, y desde arriba todo se calcula en torno al dinero y el poder, Ani recuerda que lo mejor está en otro lugar, que la esperanza ųla insistencia en la dignidadų se encuentra en la resistencia, personal y colectiva, a estas mentiras. Con ello rescata lo mejor de este país.