VIERNES Ť 29 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Crecieron 148% en el DF los crímenes violentos en 1975-1997: BM
Carrola solicitó a las autoridades protección policiaca ante amenazas recibidas: Del Villar
SUSANA GONZALEZ G. JUAN ANTONIO ZUÑIGA
El crimen violento en el Distrito Federal registró un incremento de 148 por ciento en el periodo que va de 1975 a 1997, y las "magnitudes insospechadas" que han alcanzado los sucesos delictivos en todo el territorio nacional han convertido a México en "una de las regiones más violentas del mundo", afirma una investigación realizada por el Banco Mundial que forma parte del libro Crimen y violencia en América Latina presentado en la Universidad Iberoamericana.
Hasta la década de los ochenta y pese al crecimiento "desmedido e incontrolable" del DF y la zona conurbada, el fenómeno criminal se mantenía dentro de signos controlables, pero, según el estudio, a partir de la crisis económica de la deuda externa en 1982, cuando se elevó la inflación y se intensificó el déficit en vivienda, empleo y servicios públicos, los delitos aumentaron 43 por ciento de 1980 a 1990.
Sin embargo, un incremento similar se registró en los cuatro años siguientes, pues el índice delictivo creció 40 por ciento y para 1995 volvió a subir 35 por ciento con respecto al año anterior, sin que haya habido "un gran avance en materia de seguridad pública".
Panelista durante la presentación del libro, Samuel del Villar, ex titular de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, manifestó que la investigación omite información subsecuente que, al actualizarse, demuestra que "a partir de 1998 se rompe y se invierte la fuerte tendencia inercial manejada en la investigación de la criminalidad y la violencia en la capital".
Del Villar, quien asumió el cargo de procurador justamente a finales de 1997, cuando el PRD ganó el gobierno capitalino, dijo que a mediados de 98 el índice delictivo general se redujo 16.8 por ciento, y el de principales delitos 36.6 por ciento. Incluso hizo énfasis en que el año pasado "hubo 42 mil 671 delitos menos que en 1995, año crítico señalado en el trabajo del Banco Mundial como indicador del crecimiento explosivo".
Entrevistado momentos antes de que fuera presentado el estudio del Banco Mundial, el ex procurador capitalino, Samuel del Villar, reveló que en algún momento Jesús Carrola, quien fuera jefe de la Policía Judicial del Distrito Federal al inicio de su gestión, pidió protección a las autoridades ante amenazas recibidas, pero sólo se le otorgó durante un tiempo en su calidad de ex funcionario capitalino.
Del Villar declinó informar más al respecto y señaló que para el nombramiento de Carrola al frente de la PJDF, el área de la policía fiscal de la Secretaría de Hacienda realizó una investigacion exhaustiva sobre los antecedentes en el Registro de Servid ores Públicos y no encontró nada. Aclaró que cuando surgieron algunos señalamientos públicos se hicieron las solicitudes respectivas a la Secretaría de Gobernación, adicionales a las de la PGR.
Precisó que en el momento en que surgió la evidencia de que había sido suspendido dentro de la PGR, y él no lo había informado, se le separó de la función.
Otro estudio
La investigación Tendencias y causas del delito violento en el Distrito Federal de México -hecha de manera colectiva por Teresita Ramírez, Beatriz Zurita, Renata Villoro, Miguel Messmacher, Blanca López y Cintli León, y que se incluye en el capítulo 5 del libro citado- asegura que hasta 1997 había 186 policías por 100 mil habitantes y tres vehículos de Seguridad Pública por kilómetro cuadrado, pero que los recursos policiacos eran mayores en las delegaciones consideradas de alta incidencia delictiva.
"A pesar de que el gobierno y la población identifican las zonas peligrosas, no se han tomado las medidas para aumentar significativamente los recursos para la seguridad, sobre todo donde se ubica la mayoría de la población y los centros de trabajo", y se advierte que serán el blanco perfecto para el crimen organizado en tanto no la doten de mayores recursos humanos y equipamiento.
En cuanto a las víctimas del delito, una encuesta incluida en dicho capítulo, realizada de abril a mayo de 1999, indica que al menos una persona de 76 por ciento de los hogares del Distrito Federal había sufrido una agresión de este tipo en los seis meses previos, pero que solamente 17 por ciento había presentado la denuncia respectiva y de esta cifra 16 por ciento tuvo que pagar un soborno para hacer el trámite respectivo, que se ubicó entre 50 y 5 mil pesos. No obstante, el porcentaje de denuncias aumentó 39 por ciento cuando el delito involucraba a toda una familia y 44 por ciento cuando el delito se presentó con agresiones físicas severas.
Destaca que 23 por ciento de las víctimas sufrieron lesiones por el delito, el lugar de ocurrencia del delito fue en la colonia de las propias víctimas y de esta cifra se distribuyó 10 por ciento en sus viviendas, 26 por ciento en la vía pública y 23 por ciento en transporte público.
Aplicada en 2 mil 605 hogares de la ciudad de México, la encuesta revela que la tercera parte de los entrevistados consideró que la mejor manera para abatir los índices delictivos era la capacitación en los cuerpos de seguridad policiacos, dotarlos de mayor armamento y patrullas, elevar sus salarios y eliminar la corrupción.