viernes Ť 29 Ť junio Ť 2001

Luis Javier Garrido

La tregua

México votó por el cambio el 2 de julio de 2000 pero un año después está viviendo una crisis de enorme gravedad por la negativa del gobierno foxista a aceptar ese cambio.

1. Los hechos están a la vista. Los primeros siete meses de gobierno de Vicente Fox han constituido un fracaso si se parte de sus ofrecimientos de campaña, pues hasta ahora no ha defendido los intereses populares, no ha respetado la ley ni ha impulsado una transición democrática, y no ha moralizado la administración pública.

2. El escándalo del toallagate, que es mucho más grave de lo que muchos supusieron al calificarlo como un caso irrelevante de corrupción, desnudó en múltiples aspectos al régimen foxista, mostrando el desfase que existe entre la propaganda oficial y la realidad. El nuevo grupo gobernante ha pretendido tener un respeto a la ley y otro comportamiento ético y prácticas distintas en el ejercicio del poder, pero la realidad es que está enseñando los mismos rasgos que caracterizaron al priísmo, pues en las últimas semanas Fox y sus amigos no sólo han evidenciado un desdén por las leyes de la República y una tendencia a legislar desde Los Pinos o, como en este caso, un abierto patrimonialismo, sino que al señalárseles sus errores y sus actos ilícitos han reaccionado con una actitud de prepotencia, asumiendo que gozan de una abierta impunidad.

3. La adquisición con descomunal sobreprecio de menajes para las casonas de Los Pinos (que no son "cabañas", como pretende la demagogia de Vicente Fox), y que revelara Milenio (19 de junio), dio pie a conocer lo que los medios de otros países han llamado "la remodelación de los 100 mil dólares", durante la cual el arquitecto Artigas, responsable de ésta, ha sido promovido por Fox en el extranjero en un evidente tráfico de influencias, así como a constatar el intento del gobierno de silenciar a los medios y de responder a los cuestionamientos con una simulación de investigación a cargo de la Contraloría que, como en el régimen priísta, no está sirviendo más que para encubrir a los responsables e impedir que se proceda contra ellos. Y de ahí a conocer los casos de corrupción en adquisiciones sin licitación y con precios inflados en otras dependencias, incluyendo a la SEP, todo lo cual está evidenciando una vez más que el nuevo régimen es muy similar al anterior.

4. El caso ha llamado profundamente la atención por el abuso de poder que ha entrañado y la prepotencia con la que Fox y sus colaboradores han respondido a los señalamientos de muchos sectores, pero cualquier otro pudo haber sido el detonador del cuestionamiento hacia quienes están gobernando con prácticas patrimonialistas. Los gobiernos panistas locales han dado en estos años múltiples escándalos por su ignorancia de las leyes y por confundir lo público y lo privado, como el guanajuatense Carlos Medina Plascencia, quien en 1993 hizo construir un helipuerto con recursos públicos en un terreno propio, transgrediendo leyes federales y locales, y Fox no es la excepción. En vísperas de la visita de George W. Bush a San Cristóbal en febrero pasado, al responder a un reportero que le señalaba que maquinaria del ayuntamiento estaba realizando obras "al interior de su rancho", Fox respondió ante la televisión con la misma actitud cínica de ahora, diciendo que él había instruido a su hermano que se encargase de los trabajos, pero que si los hacían las autoridades municipales se los agradecía "mucho".

5. La verdadera corrupción que ha caracterizado al Estado mexicano y que lo sigue haciendo en el sexenio de Fox no es sin embargo la que se manifiesta a nivel personal, por mucha que sea su gravedad, sino la corrupción institucional. El gobierno actual está protegiendo las estructuras financieras e industriales que se consolidaron por el peculado y el narcotráfico en los dos últimos sexenios, y que él heredó del antiguo régimen, poniendo un particular empeño en proteger los intereses del salinismo y de ahí su empeño en impedir que se conozca la verdad sobre el Fobaproa.

6. El gobierno foxista, lejos de actuar como un gobierno "de transición" está actuando como uno de complicidades: como "un candado de seguridad" de los intereses de la tecnocracia salinista, y no se da cuenta de que esa puede ser su responsabilidad histórica. ƑCómo puede justificar que una comisión de la verdad investigue los genocidios de los años de Díaz Ordaz o de Echeverría y no lo haga en el caso de los crímenes de los gobiernos de Salinas y de Zedillo?

7. Vicente Fox no tiene una explicación a los mexicanos de por qué incumple la ley y no ha procedido penalmente contra Salinas y Zedillo y muchos de sus colaboradores y de por qué no recupera para la nación lo que es de ésta. O por qué si en Perú se procesa a Montesinos, aquí Joseph Cordoba sigue tan campante.

8. La publicación, a un año del 2 de julio, de dos libros sobre la campaña foxista de 1999-2000, lejos de cumplir con su objetivo de levantar la imagen de quien gobierna al país, están por el contrario mostrando algo muy grave: el incumplimiento de Vicente Fox a sus promesas electorales. Lo mismo en Asalto a Palacio, de Guillermo H. Cantú (Grijalbo), que en El fenómeno Fox, de Francisco Ortiz Pinchetti y Francisco Ortiz Pardo (Planeta), lo que aparece evidente es la falta de seriedad de Fox: ofreció gobernar para los más desposeídos y ahora se reconoce como un gobierno de y para los empresarios; prometió no subir los impuestos y fue lo primero que buscó hacer; se comprometió a cumplir los acuerdos de San Andrés y no ha hecho otra cosa que violentarlos; dijo que no privatizaría Pemex y la CFE y ahora pretende hasta legislar por la vía reglamentaria; ofreció gobernar con honestidad y poner fin al sistema de complicidades y está haciendo lo mismo que los priístas.

9. La "tregua" hacia Vicente Fox propuesta por el jefe de Gobierno capitalino Andrés Manuel López Obrador (20 de junio), no puede ser entendida por lo mismo en este contexto de corrupción y de mutuos encubrimientos más que como una invitación a la sociedad política de pactar con el foxismo y como un llamado a la sociedad civil a que abdique de su derecho a frenar los abusos del poder. Y por lo mismo desde una perspectiva ciudadana este llamado no puede ser escuchado.

10. El gobierno foxista se ha fortalecido enormemente, es cierto, por las cifras delirantes e infundadas de los perredistas y de sus plumas hacia Vicente Fox, la que no ha reflejado más que su impotencia por plantear a México otra alternativa, pero el momento actual lo que más exige es una sociedad alerta y que defienda al país, ya que los partidos políticos no pueden hacerlo.