JUEVES Ť 28 Ť JUNIO Ť 2001

Sida, el plan de batalla

Ante una crisis global, una acción global, propone la ONU

Ť Naciones Unidas pide eliminar discriminación contra enfermos

AFP Y DPA

Nueva York, 27 de junio. Con un plan mundial de guerra contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), que llama a los países a desarrollar la prevención y el tratamiento, pero que no menciona a los grupos más golpeados por la enfermedad, como son los homosexuales, concluyó hoy la sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Sida.

"Tenemos un documento que expone un plan de batalla bien definido en la guerra contra el sida, con objetivos claros y un calendario preciso", anunció el secretario general de la ONU, Kofi Annan. Calificó de "histórica" la reunión de los 189 miembros de la ONU, que congregó a 30 jefes de Estado, principalmente de Africa, y a los titulares de salud de todo el mundo.

En el documento final, titulado Ante una crisis global, una acción global, se definen los objetivos de prevención y de tratamiento de la epidemia, subrayando los derechos humanos de las personas infectadas por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), y la necesidad de hacer mayores esfuerzos en la investigación hasta descubrir una vacuna contra este mal.

La declaración hace un llamado a favor de un "liderazgo fuerte en todos los niveles de la sociedad" para combatir al sida. Los 189 Estados miembros de la ONU se comprometieron a desarrollar estrategias nacionales y a financiar planes para luchar contra el VIH hasta 2003.

Asimismo, el texto reafirma el derecho de las personas más vulnerables al virus "debido a sus orientaciones y comportamiento sexuales" a tener protección y tratamiento contra la enfermedad, aunque no menciona explícitamente a homosexuales, lesbianas, prostitutas, drogadictos intravenosos y reos.

El documento enfatiza que la prevención es la clave para luchar contra el sida y el VIH. Los programas de prevención, escritos en un lenguaje apropiado y sensible para diferentes culturas, deberían impulsar el "comportamiento sexual responsable, incluyendo la abstinencia y fidelidad".

Según el plan de la ONU, para 2005 las tasas de infección deben de haberse reducido en un cuarto entre las personas entre 15 y 24 años. En tanto, la proporción de infantes infectados con VIH debe bajar hasta 20 por ciento y 50 por ciento hasta el año 2010.

La declaración también demandó el respeto a los derechos humanos de las personas que viven con VIH. En ese sentido, se pidió a los gobiernos que establezcan y refuercen hasta 2003 leyes u otras medidas para eliminar la discriminación.

Annan pidió durante el cierre de la conferencia que se tenga compasión con los infectados por el virus. Cada uno merece respeto y adecuada atención sin ser discriminado por sexo, condición social o religión.

"Es decisivo darle, ante todo a las mujeres, más autodeterminación y posibilidades de protegerse contra la infección", indicó Annan. Las mujeres jóvenes tienen un riesgo de infectarse que es el doble del que tienen los hombres de la misma edad.

Por otra parte, también se estableció como plazo el año 2005 para que los gobiernos provean acceso para asesorías y análisis voluntarios y confidenciales, sangre segura para transplantes y un tratamiento eficaz de las enfermedades de transmisión sexual.

Diplomáticos y activistas coinciden, sin embargo, que la conferencia lanzó una "alerta al mundo sobre el sida" y que logró desgarrar un poco el telón de "tabúes" que rodean a la enfermedad. Por ejemplo, decenas de delegados, entre ellos presidentes africanos, se refirieron en la tribuna de la ONU a temas que antes no abordaban, como la homosexualidad.

Además, la conferencia hizo comprender que sin un cambio de mentalidad hacia estos grupos vulnerables no se reducirá la extensión de la pandemia.

Por su parte, varias organizaciones no gubernamentales (ONG) recibieron con prudencia la declaración de la Asamblea General de la ONU, al señalar que "una declaración de intenciones debe estar acompañada de actos concretos".

Algunas también lamentaron que las referencias a los homosexuales, drogadictos intravenosos o prostitutas hayan sido eliminadas del texto final debido a la presión ejercida por los países con población musulmana, porque consideran que va contra sus "principios".

"Esperamos que esta declaración se traduzca en actos urgentes: financiamientos adecuados y programas ambiciosos que deben ser puestos en marcha para que se puedan salvar vidas inmediatamente", afirmó Anne-Valérie Kaninda, de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).

"Sin apoyo financiero internacional esta declaración será letra muerta, y para los países en desarrollo, que tienen el mayor número de seropositivos, es necesario asegurar la compra de medicamentos y tecnología a los más bajos precios", señaló.

Y es que luego de tres días de debates y cientos de expresiones de buena voluntad para luchar contra el sida, la ONU tampoco logró arrancar a los países ricos el dinero necesario para luchar contra la pandemia.

Annan pidió entre 7 mil y 10 mil millones de dólares anuales para luchar contra el sida, que según las proyecciones más pesimistas puede afectar a 100 millones de personas de aquí al año 2005.

Al término de la cumbre este fondo reunió sólo unos 645 millones de dólares, muy lejos de la suma con la que la ONU estima puede librarse con seriedad la guerra contra la epidemia, que ha dejado 13 millones de huérfanos en el mundo.

Desde la aparición del sida, hace 20 años, esta enfermedad mató a por lo menos 22 millones de personas, de las cuales más de 4 millones eran menores de 15 años. El año pasado alrededor de 3 millones de personas murieron a consecuencia de este mal.

Al menos 36 millones de personas en el mundo conviven con el virus del sida, los países más afectados son los de Africa subsahariana, con más de 25 millones de infectados.

El sur y sudeste de Asia es la segunda área más golpeada por este mal, con 5.8 millones de personas infectadas, seguida por América Latina y el Caribe, con 1.8 millones.

En América del Norte el número de casos asciende a 920 mil; en Europa Occidental a 540 mil; Europa Oriental y Asia central a 700 mil, y Australia y Nueva Zelandia a 15 mil. Los países del este de Asia y el Pacífico tienen alrededor de 640 mil infectados.