JUEVES Ť 28 Ť JUNIO Ť 2001
MEXICO S.A.
Carlos Fernández-Vega
TRAS NUEVE MESES en el limbo, la autoridad, por fin, recordó la existencia de un delicado problema llamado Registro Nacional de Vehículos, que en su fase original costó un muerto -Raúl Ramos Tercero-, cientos de heridos -económicamente hablando- y decenas de millones de pesos. De hecho, la concesionaria privada Renave, antes de ser intervenida por el gobierno en septiembre de 2000, aportó un solo elemento -de manera involuntaria, desde luego- pero valiosísimo: permitió ubicar, capturar y procesar al genocida y torturador argentino Ricardo Miguel Cavallo.
LO ANTERIOR SALE a relucir, porque ayer la Secretaría de Economía, de acuerdo con el anuncio hecho público por su titular, Luis Ernesto Derbez, decidió requisar, por seis meses, al Servicio Público de Operación del Registro Nacional de Vehículos -organismo derivado de la concesionaria privada Renave-, "al detectar prácticas inadecuadas que ponían en riesgo la seguridad jurídica de automotores, usuarios y la confidencialidad de la información, constituyendo así un peligro inminente para la seguridad nacional".
ESTA APRECIACION DISTA mucho de la que en su momento y sobre el particular expuso un oscuro personaje del zedillato, que aseguraba desempeñarse como secretario de Comercio y Fomento Industrial. Herminio Blanco aseguraba que "los abogados y funcionarios de la dependencia (a su cargo) no han encontrado ningún elemento para retirar la concesión -por tiempo indefinido- a la empresa Renave, pues no ha incurrido en ninguna de las causales que revocarían el permiso; el gobierno mexicano está convencido de la legalidad de la concesionaria".
Y SOBRE LA única aportación involuntaria de la concesionaria en su etapa privada, el ex funcionario sacó su manual de frases célebres y subrayó, con la sensibilidad e inteligencia que lo caracterizaba, que a Ricardo Miguel Cavallo "no se le acusa de ladrón, sólo de genocidio y tortura".
LUIS ERNESTO DERBEZ explicó que la intervención administrativa del Renave, practicada el 15 de septiembre del 2000 por la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, tuvo un "pobre desempeño", por lo que el 7 de mayo pasado se nombró a Esperanza Gómez Mont como nuevo interventor administrativo de esa institución y a Luis Pablo Monreal, como director general del Registro.
ESE 15 DE septiembre del año pasado, la antecesora de la Secretaría de Economía, la Secofi, intervino a la concesionaria Renave "en forma precautoria y temporal", de acuerdo con lo dicho por Herminio Blanco, y designó a Erasmo Marín Córdova como "encargado de asegurar la base de datos de los automotores ya registrados, ordenar una auditoría integral a la empresa y garantizar la continuidad en la prestación de este servicio". El secretario del ramo aseguraba en esa ocasión que la intervención duraría "algunas semanas, ya que no se tiene previsto, ni lejanamente, revocar en forma definitiva la concesión, pues no se ha encontrado ningún argumento legal para hacerlo".
BLANCO TAMBIÉN DEFENDIO el proceso de selección de la empresa ganadora de la concesión del Registro Nacional de Vehículos, integrada por Henry Davis Signoret y los consorcios Talsud -de la cual Ricardo Miguel Cavallo era el principal accionista- y Gemplus. La Secofi, dijo, "sólo tenía responsabilidad legal de comprobar la capacidad técnica de los directivos y la solvencia administrativa y financiera de la firma; la secretaría no tiene responsabilidad de comprobar la solvencia moral de los inversionistas".
CON ESE CRITERIO, la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial del gobierno zedillista, con su titular al frente, arriesgaba la seguridad física y económica de los propietarios de aproximadamente 16 millones de vehículos que en el año 2000 circulaban a lo largo y ancho del territorio nacional, por haber puesto en manos de gente como Ricardo Miguel Cavallo no sólo la información completa de los automotores, sino los datos precisos de sus dueños.
ANTE EL ESCANDALO, Herminio Blanco justificaba que en México "se carecía de antecedentes que pudieran llevar a presumir la identidad delictiva de Cavallo, pues ni en Argentina ni en 60 países más se tenían antecedentes de delincuencia o alertas para su detención; ni siquiera la Interpol contaba con dato alguno sobre esa persona; existen cartas de buena conducta de Cavallo expedidas por los gobiernos de Argentina y El Salvador (naciones en las que los gobiernos dictatoriales se caracterizaron, justamente, por genocidas y torturadores); Cavallo no tiene acusación de robo de vehículos, como se ha dicho, ni de falsificación de documentos, las acusaciones sólo son por genocidio y tortura".
EL EX FUNCIONARIO fue prolífico en sus comentarios en torno al escándalo Renave. Además de las ya citadas, vale la pena recordar las expresadas luego de una reunión con senadores priístas y panistas: "no habrá marcha atrás en el Registro; podrían hacerse ajustes, pero no de fondo; el costo del Renave no tiene relevancia, sobre todo si se toma en cuenta que 100 pesos son mucho menos de lo que cuesta un tanque de gasolina, así que no puede argumentarse que sea oneroso para los mexicanos". Sin duda, lo verdaderamente oneroso para el país son las decisiones de privatizar, porque así lo dicta el manual neoliberal, todo aquello que se mueva y dejar en manos desconocidas la seguridad física y económica de los mexicanos.
ESO DECIA EL ex funcionario, pero todo indica que el criterio aplicado por el gobierno federal en la requisa del Servicio Público de Operación del Registro Nacional de Vehículos, felizmente dejaría a un lado -por lo menos en este caso- los preceptos de dicho manual: la Secretaría de Economía propone que sea el Estado el responsable de la operación del Registro Vehicular, anulando con ello la posibilidad de que sea concesionado a una empresa privada. Además, pretende promover la participación de los gobiernos estatales en esta tarea, con el fin de convertir a dicho registro en un verdadero sistema nacional de inscripción vehicular, simplificando las obligaciones legales para una mayor operatividad del sistema.
QUEDA PENDIENTE EL análisis sobre la viabilidad legal de indemnizar o no a los concesionarios privados del Renave, encabezados por el empresario Henry Davis Signoret. En vía de mientras, este personaje de la iniciativa privada tiene en puerta otro negocio: como accionista del Grupo Financiero Banamex-Accival espera ansiosamente el inminente pronunciamiento del gobierno federal (que todo indica será positivo y libre de impuestos) sobre la propuesta del Citigroup de comprar esa institución bancaria, todavía de capital nacional.
Las rebanadas del pastel:
LOS RUEGOS PRESIDENCIALES a la Virgen de Guadalupe empiezan a funcionar: la Reserva Federal de Estados Unidos redujo, por sexta ocasión en el año, la tasa de interés aplicable a los créditos de corto plazo, fijándola en 3.75 por ciento, la más baja de los últimos siete años. El recorte fue de un cuarto de punto porcentual y fue considerado por los analistas como señal de una ligera recuperación de la economía estadunidense. El organismo financiero expresó su disposición a realizar modificaciones a su política monetaria, con el fin de "revitalizar el curso macroeconómico del país"... Se desconoce si el gobernador del Banco de México también le reza a la madre Tonatzin, aunque hay indicios: Guillermo Ortiz dijo ayer que "esperemos que la economía mexicana ya no caiga en los próximos meses". El funcionario advirtió que Banxico "no puede ni debe meter las manos en el mercado cambiario", desestimando las críticas a la política que aplica en ese renglón.
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