JUEVES Ť 28 Ť JUNIO Ť 2001
ASTILLERO
Julio Hernández López
LA CASA PRESIDENCIAL PARECE creer que arrojando a Carlos Rojas Magnon como toalla sobre el ring de las compras íntimas adulteradas puede dar por cerrado el caso: una especie de "usted disculpe" de primer nivel.
NO SERA TAN FACIL darle carpetazo al asunto mediante el nuevo sistema del carterazo ("yo pago de mi bolsa", había dicho en principio el jefe de Los Pinos, demostrando que no distingue entre lo público y lo privado, entre las responsabilidades de gobierno y el pensamiento empresarial): el PRD, por ejemplo, estaría dispuesto a exigir acción penal contra Rojas y el resto de los miembros del comité de adquisiciones de la Presidencial, al que con solidaridad de grupo se ha protegido del escrutinio público mediante el complicitario procedimiento de evadir en lo posible la difusión de sus nombres.
Diariamente, centenares de mexicanos pobres sufren el escarnio público mediante la reproducción de sus imágenes en las planas policiacas de periódicos donde se les juzga culpables apenas llegando a las barandillas. En cambio, a los eminentes miembros de un comité de adquisiciones que permitió que el dinero del pueblo fuera gastado en frivolidades de nuevo rico, se les cubre con la protección oficial, a pesar de que las conclusiones de la indagación de la contraloría federal les acusa oficialmente de una serie de acciones y omisiones que dañan el patrimonio público (nótese, por lo demás, cuánta suciedad salió apretándole tan sólo a uno de los miles de rubros de una de las miles de cuentas del gobierno federal).
LAS RAZONES DE LA PROTECCION saltan a la vista: Rojas Magnon ha sido cercanísimo y confiabilísimo colaborador de Vicente Fox. Durante la campaña, tuvo la tarea de conseguir apoyos económicos, confesos o disfrazados, de empresarios y hombres de dinero. Luego, fue el encargado de negociar y ejercer los fondos ilegal y acaso delictivamente puestos por Zedillo al servicio de Fox para que éste y su equipo transitaran del 2 de julio al 1Ɔ de diciembre del 2000 (que incluían, desde luego, los primeros sueldos de escándalo, los asignados a quienes, según eso, trabajarían en ese lapso sólo "por amor a México" pero que fueron pillados cobrando sus primeras altas remuneraciones con cargo al erario).
ERA TANTA LA CONFIANZA en el ingeniero químico de la UNAM, con maestría en Harvard, que a pesar de no tener ninguna experiencia política ni conocimiento de la delicada materia, fue comisionado a finales de mayo de 2000 para encargarse del proceso de designación del futuro secretario de la Defensa Nacional. Una vez más recurrirá esta columna a Asalto a palacio, el libro escrito para Grijalbo por Guillermo H. Cantú, un empresario foxista que quiso dejar admirado testimonio de la manera como se armó y desarrolló la campaña del guanajuatense. Tal texto es hasta el momento la única fuente interna de consulta para entender cómo se armó la clase política ahora en el poder y quiénes fueron o son sus principales miembros.
"LOS GENERALES SE HABIAN mostrado renuentes a conversar con el candidato", de tal manera que Fox preguntó a Rojas si conocía a algún general y, ante la respuesta positiva, le encomendó que hablara con él y le advirtiera, para conocimiento de los demás miembros de la elite militar, que si no querían "tratar" con él, nombraría a un civil (pasaje tocado a vuelapluma en el Astillero de ayer).
"EL MENSAJE LLEGO a su destino. Aquel general lo invitó a comer en las instalaciones del campo militar número uno, en compañía de otros seis generales de división. Le aseguraron que hablarían con Fox, sólo que primero tenían que pedir permiso al general secretario.
"-Háganlo -les dijo Carlos Rojas-, me parece muy correcto.
"-Además -continuó su interlocutor-, tendremos que hacerle un reporte de la visita.
"Rojas no puso objeción y las reuniones se llevaron a cabo en desayunos preparados en su casa, con juntas individuales en las que desfilaron, uno por uno, los generales. Conforme la confianza creció, en medio de la guerra de currículos, manifestaron su inclinación por Rodolfo Reta Trigos para secretario, por ser el que seguía en el escalafón, con 18 años de divisionario. 'Una cualidad -reflexionó Rojas- que a Fox le importará una pura y santa madrugada'".
LA MISMA MADRUGADA pura y santa le está importando a Fox que la autorización de extravagantes gastos de su alcoba pudiera parecer microscópica parte de los pagos a favores recibidos en campaña por el mismo que los gestionó. Se equivocan quienes creen mínimo, desdeñable, intrascendente, el asunto de las toallas, las sábanas, los bubulubus y los paletones Corona de la casa presidencial. En ese microcosmos está el mapa genómico de la corrupción institucionalizada que el gobierno del cambio dijo combatir pero sigue practicando. Allí están las claves con las que -a la inversa, vendiendo más barato, o dando facilidades que son casi regalos- se negociarán las toallas Pemex y las sábanas CFE, por ejemplo. A cualquiera le salta la desproporción de que una toalla cueste 4 mil 25 pesos, pero pocos alcanzan a saber si las cataratas de números de la operación de esas paraestatales son altos o bajos.
EL TOALLAGATE TAMBIÉN muestra con claridad el fracaso del modelo empresarial que el foxismo vendió durante la campaña como exitoso y que ahora ha hecho vergonzosa divisa del gobierno federal (de, por y para los empresarios, dice gozoso el primer gerente del país). Queda comprobada la falsedad clasista de que los hombres de dinero, porque ya lo tienen, son más honestos que los voraces desarrapados que apenas ven el arcón abierto y quieren meter mano. Por el contrario, los olfatos empresariales (acostumbrados a buscar de manera natural el lucro en toda operación que realizan) suelen convertirse en desbocados buscadores de ganancia a partir de los presupuestos públicos que les son asignados, nada más que, expertos en los procedimientos del caso, no toman el dinero a puños, dejando las huellas digitales por doquier, sino que hacen negocios decentes, limpios, de cuello blanco, de los que a veces salta una manchita como en el caso de las compras directas de la casa presidencial por las que Rojas, y su comité de expertos, podrían enfrentar cargos penales.
ASTILLAS: EL ASUNTO DE LA NUEVA GUERRA interna del perredismo (entre la AMAM -Andrés Manuel, Amalia y Monreal- y la Rosca -Rosario y Cárdenas) genera reacciones diversas entre los lectores de este espacio. Algunos de quienes celebran entusiasmados las críticas que aquí se hacen al foxismo, censuran que se toque a la izquierda, y piden mesura para tratar sus pleitos. No se debe hacer el juego a la derecha en momentos tan delicados, dice un correo electrónico. En otros casos se niega totalmente la posibilidad de la ruptura, entre cánticos ideologizados y consignas callejeras. Lo cierto es que las hostilidades continúan. El pasado martes, en Puebla, Rosario Robles dijo que, desde su punto de vista, la alianza perredista posible es con priístas, no con panistas... Hoy, suerte para el Cruz Azul, que va al juego final de la Copa Libertadores contra el Boca Juniors...
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