Ť La meta, convivir, más que competir
Más de 6 mil participantes en los 15 Juegos de Adultos en Plenitud
ROSALIA A. VILLANUEVA
Llegaron de todo el país no para competir y demostrar quién es el mejor, sino para desbordar entusiasmo y alegría, porque a su edad todavía saben disfrutar la vida y conviven en la gran fiesta de 15 años de los Juegos Nacionales de los Adultos en Plenitud, que concluirá el próximo viernes con el presidente Vicente Fox como invitado especial.
Millares de cabecitas blancas andan de un lado a otro en el Plan Sexenal con maletas, bolsas o pelotas; esperan ser llamados a las pruebas de atletismo, natación, cachibol o ajedrez, por mencionar las disciplinas más nutridas de los más de seis mil participantes de la población adulta que por tener 60 años de edad eran clasificados como de la tercera edad.
Echan porras y portan orgullosos camisetas de colores; van de pantaloncillos cortos o largos, según el recato de las damitas que, por cierto se dan su tiempo para para darse una retocadita de polvo en la nariz y encender sus mejillas y contagian con sus risas y bromas hasta a los de menos años.
Al ritmo de La Pelusa, las duranguenses bailan antes de entrar en acción en el cachibol, en una de las canchas de cemento. "Disfrútenlo y a jugar'', las animan sus compañeros y esposos.
Mientras, en la duela del gimnasio Cuauhtémoc, otro grupo, el de mayor "energía y los más buenos'', diría Jaime Gómez, ex portero de la selección nacional de futbol en las Copas del Mundo de Suecia 55 y Chile 62, y del ex campeón Guadalajara, era la gran atracción del equipo de Jalisco, ocho veces monarca de los Juegos de la Senectud en su categoría.
Y es que a sus 72 años, el afamado Tubo, hizo a un lado su poderoso remate de acero, porque la regla no lo permite en este singular juego de cachar la bola, abajo, frente o de lado, en tres toques y pasarlo al otro lado de la red, pero hizo alarde de sus reflejos con la ayuda de sus anteojos.
Se elevó como impulsado en un trampolín para dejar constancia de aquellos gloriosos años cuando fue seleccionado nacional de volibol, conquistando la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos de Costa Rica 60.
En la alberca con el nombre del campeón olímpico Joaquín Capilla, escuchar a los equipos Las Golondrinas, Las Mieles o Las Chicas era un bálsamo de ánimos. Y en atletismo ni qué decir, con el grupo de Las Siempre Jóvenes, porque los sonorenses, vaya rechifla que se llevaron al presentarse con una playera con las siglas del PRI; les dijeron que por traer eso "eran perdedores''.