MIERCOLES Ť 27 Ť JUNIO Ť 2001

Ť La CSF citó a reunión en Buenos Aires para analizar la situación

Se tambalea la Copa América ante el secuestro de Hernán Mejía

Ť Amenazan a la selección de Argentina Ť Atribuyen el plagio a las FARC

 AGENCIAS

Bogota, 26 de junio. El vicepresidente de la Federación Colombiana de Futbol, Hernán Mejía Campuzano, fue secuestrado el pasado lunes en las cercanías de la ciudad de Pereira, una de las sedes de la Copa América, que iniciaría dentro de dos semanas, del 11 al 29 de julio.

En tanto, la embajada argentina denunció que su selección había sido amenazada para que no acudiera al certamen.

El episodio dio lugar a una nueva ronda de consultas de emergencia en Buenos Aires, entre el presidente de la Confederación Sudamericana de Futbol (CSF), Nicolás Leoz, y los demás miembros del comité ejecutivo del organismo.

En una ambiente de zozobra se volverá a debatir este miércoles la sede del evento, que Colombia ya salvó en dos ocasiones y ve peligrar seriamente por tercera vez.
secuestrado
El secuestro del principal organizador de la Copa y uno de los directores de la CSF puso en duda las garantías de seguridad ofrecidas por el gobierno, luego de que una ola de atentados con bombas (con saldo de 12 muertos y unos 200 heridos) motivó dos reuniones de emergencia.

El propio presidente Andrés Pastrana acudió a la cumbre de Paraguay para prometer que nadie correría peligro.

Las autoridades precisaron que Mejía, de 66 años, fue secuestrado en el municipio de San Vicente del Palmar, departamento del Chocó, a 140 kilómetros al oeste de Bogotá, cuando había salido de su finca con rumbo a Pereira en compañía de su novia y su chofer. Sólo el conductor fue liberado.

De inmediato la policía y el ejército atribuyeron el hecho a rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el principal grupo guerrillero del país, con unos 17 mil combatientes, que días antes se habría comprometido a una tregua para respetar la realización del certamen.

Paralelamente, en Argentina, el embajador de ese país en Colombia, Alberto Carrasco, denunció amenazas anónimas contra la escuadra albiceleste, las cuales fueron dirigidas a Julio Grondona, titular de la Asociación del Futbol de Argentina.

"La comunicación decía que no se atacará la sede de la embajada, pero sí otros puntos" donde se encuentre el seleccionado, agregó.

En este contexto, huecas y poco tranquilizantes resultaron las explicaciones de las autoridades colombianas.

El presidente de la federación local, Alvaro Fina, dijo que la Copa América se celebrará como está previsto, aunque aceptó que deberán trabajar para la liberación del directivo, pero hasta el momento sus captores no habían entablado comunicación alguna.

Más desafortunadas resultaron las palabras del mandatario Pastrana, quien afirmó que el plagio fue "un hecho aislado que no tiene nada que ver con la organización de la Copa América".

A su vez, el jefe de seguridad del torneo, general Aldemar Bedoya, aseguró a una radioemisora bonaerense que Colombia "está preparada para recibir" al equipo albiceleste, pese a las amenazas de muerte.

Argentina se descartó como sede alterna; el vicepresidente de la Conmebol, el uruguayo Eugenio Figueredo calificó como "grave" la situación y Ecuador y El Salvador, entre otros países del área, lamentaron el hecho.