MIERCOLES Ť 27 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Diócesis de Tijuana
La alternancia en el poder, antídoto para la corrupción
JOSE ANTONIO ROMAN
A dos semanas de los comicios locales en Baja California, la diócesis de Tijuana afirmó que "el mejor antídoto" para la corrupción es la alternancia de partidos en el poder.
Por ello, exigió a los ciudadanos votar y enterarse de la plataforma política de los partidos, así como de las cualidades de los candidatos.
En el editorial de su publicación oficial, el semanario Presencia, la diócesis subrayó que la alternancia de partidos políticos en los distintos niveles de gobierno es signo de la transición democrática del país, la cual exige alta responsabilidad y participación de los ciudadanos.
"Los mexicanos estamos viviendo no sólo en una época de cambios, sino en un verdadero cambio de época, que involucra todas las dimensiones de la vida y que transforma gran parte de nuestros referentes tradicionales", afirmó la diócesis de Tijuana, que junto con la de Mexicali, son las dos circunscripciones eclesiásticas que comprenden a Baja California, entidad gobernada desde hace dos sexenios por el Partido Acción Nacional.
A través de Presencia, la diócesis señaló también que las estructuras, instituciones y grupos políticos que controlaban el rumbo del país han dejado lugar a nuevas propuestas y convicciones gracias a la decisión de los mexicanos que hace casi un año asumieron en las urnas una nueva cultura de participación ciudadana.
La cultura de la democracia, agrega la publicación, supone la posibilidad real de la alternancia.
La madurez política de un pueblo se manifiesta, entre otras cosas -señala en la publicación-, en su capacidad de alternar las responsabilidades políticas entre diversos partidos que equilibran las opciones y logran un mecanismo de control frente a la tentación del poder absoluto que acecha a las autoridades políticas.
"El mejor antídoto para la corrupción es la alternancia de los partidos en el poder", se afirma.
Considera que el país también se enfrenta a un "debilitamiento crónico" de los partidos políticos, que no han logrado dar un paso firme de madurez ante la transición democrática, pues prevalecen sus intereses sobre los de la nación.
La misión de los partidos es representar la pluralidad de la vida política de un pueblo, indica, e impulsar la participación consciente y responsable de los ciudadanos en los asuntos públicos.
Ante una eventual crítica por su postura, la diócesis tijuanense indicó que la Iglesia tiene la obligación moral de pedirle a sus feligreses que se informen y de exhortarlos a votar, en el cumplimiento de su deber cívico.
"Esto no es inmiscuirse en la vida política, es cooperar con las autoridades para que los ciudadanos asuman con más responsabilidad el proceso de democratización del país", agrega la diócesis del municipio de Tijuana, en Baja California, en el editorial de su publicación oficial religiosa, el semanario Presencia.