MIERCOLES Ť 27 Ť JUNIO Ť 2001
Ť La Federación frenó inversiones en infraestructura
En franco estancamiento, la industria de la construcción
Ť No hay créditos ni contratos, reporta análisis de la CNIC
PATRICIA MUÑOZ RIOS
Empresas descapitalizadas, nula obtención de crédito, caída dramática de contratos y un gasto gubernamental paralizado, conforman el actual panorama de la industria de la construcción, sector que está en franco "estancamiento" por la falta de liquidez que sufre el mercado nacional y registra el más bajo nivel de obra de los últimos tres años, sólo el segmento de la autoconstrucción sigue medianamente activo.
En un informe sobre su situación económica, la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CNIC) revela que los primeros meses del 2001 han sido doblemente difíciles para el sector, dado que la caída del mercado interno se agrava por dos factores fundamentales: primero, el gobierno no está ejerciendo gasto en infraestructura, y segundo, porque se están licitando obras importantes -grandes contratos de Pemex y CFE- a empresas extranjeras por las obligaciones que México tiene en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El análisis indica que este es el cuarto año consecutivo en el que se registra un severo descenso en la inversión física impulsada por el sector público -disminución que ha alcanzado porcentajes de 20 a 24 por ciento en el último cuatrimestre-, lo que ha limitado las posibilidades de recuperación en la industria de la construcción. Además "hay grandes diferencias presupuestales entre el gasto que se aprueba y el que se ejerce; en el último gobierno, aun cuando en el papel se registraban altos presupuestos en infraestructura, simplemente no se cumplieron".
Todo el conjunto, aunado a la paralización de obra pública y privada, ha puesto en severas dificultades al sector de la construcción, que en el primer semestre del año registró un crecimiento menor que la economía en su conjunto y también inferior a los porcentajes del resto de los sectores productivos del país.
El documento detalla que desde el año pasado se "arrastran" descensos en la producción de las empresas afiliadas a la CNIC, ya que en cuatro de los diversos tipos de obras genéricas que realizan -vivienda, construcción de plantas industriales, infraestructura turística y carreteras- se reportan tasas negativas o muy bajas de crecimiento. No obstante, el sector dedicado a la autoconstrucción mantiene un mejor nivel de comportamiento.
Refiere que las empresas que integran esta cámara dependen en gran medida de obra pública ejercida con el presupuesto federal y éste prácticamente se ha mantenido en el menor nivel de varios años, pues "prácticamente no se ha ejercido" casi nada en el primer año del sexenio, lo que complica la situación financiera y la capitalización de esta actividad.
Las escasas posibilidades que tienen las empresas de la construcción para acceder a financiamiento es a través de convenios con algunos fondos y con Nacional Financiera, que facilita el otorgamiento de créditos "puente" a pequeños y medianos constructores. Sin embargo, no son suficientes para incentivar al sector, pues significan contratos pequeños para las compañías.
La CNIC considera como factores de riesgo para el sector y la economía en su conjunto la falta de fortalecimiento en el sistema financiero; el retraso en la reforma estructural, sobre todo en lo que se refiere al rubro fiscal, "donde es fundamental que se considere la ampliación de la base tributaria", y la posibilidad de una mayor desaceleración en la economía de Estados Unidos.
Señala que la construcción ha sido el rubro al que más le ha pegado el ajuste presupuestal y la falta de definiciones en rubros tan fundamentales como infraestructura carretera y aeroportuaria. Se pronunció además porque en el caso del aeropuerto, que es la principal obra de infraestructura del régimen, se tome en cuenta en primer término a las empresas mexicanas antes de licitarla a los extranjeros.
Incluso este sector espera incidir en iniciativas como la nueva ley de obra pública y el reglamento respectivo a fin de presentar modificaciones que apoyen a los industriales mexicanos, ya que se ha dado una apertura a los extranjeros de tal magnitud que se ha desplazado a los inversionistas nacionales incluso en obras de relevancia como los grandes proyectos de Pemex y la CFE.
Ante ello, se mantendrá la política de permanente interlocución con los miembros del gabinete y los legisladores, a fin de que las reformas en la materia estén bajo condiciones de consenso y den la expectativa de un mejor marco jurídico. De lo contrario, "pocas empresas de la construcción podrán sobrevivir", apunta este informe.