MIERCOLES Ť 27 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Pide a Fox cumplir recomendaciones de CNDH y CIDH

OCSS: libres, 80% de autores de la masacre de Aguas Blancas

Ť Realizarán acto conmemorativo hoy en el Zócalo

VICTOR BALLINAS

El fundador de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Hilario Mesino Acosta, aseveró ayer que 80 por ciento de los autores materiales de la matanza de Aguas Blancas, ocurrida el 28 de junio de 1995, "gozan de plena libertad, luego de que les fueron compurgadas las penas, tras haberse beneficiado con la protección del amparo sentencias absolutorias, la sustitución por multa y órdenes de aprehensión pendientes de ejecutarse, incluso triquiñuelas jurídicas".

En conferencia de prensa, Mesino Acosta; el secretario ejecutivo de la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (Afadem), Julio Mata Montiel; y la presidenta de la Casa de Investigación y Documentación de Violación a los Derechos Humanos, Aurelia Pérez Cano, demandaron que "el presidente Vicente Fox cumpla las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de la Comisión Interamericana".

Mesino Acosta anunció que interpondrán una nueva queja ante la CNDH, y solicitarán que se tomen nuevos elementos para la investigación, tales como la revisión detallada del segundo video, y la declaración de los policías encarcelados, entre otras.

El fundador de la OCSS resaltó que el 28 de junio de 1995 fueron asesinados 17 campesinos y 20 más resultaron heridos. Para recordarlos, señaló, hoy se efectuará en el Zócalo de la ciudad de México un festival cultural, y por la noche partirán en marcha hacia el vado de Guerrero, donde esperan llegar al mediodía del 28 para ahí, demandar justicia.

"La represión más fuerte, en los 70; desaparecieron 500 campesinos"

Esta organización, dijo en entrevista su fundador, se creó el 14 de enero de 1994. "La formamos porque décadas atrás hemos sufrido la represión. En 1970 fue la represión más fuerte, cuando desaparecieron 500 campesinos, entre ellos mi hermano. Todos ellos eran gente que no se metía con nadie."

Mesino Acosta apunta: "Los desaparecieron porque el gobierno quería amedrentar a los campesinos, para que no nos siguiéramos organizando para pedir justicia por lo que hacía el Ejército y la policía. La represión agarró parejo... donde anduvieran. Mi papá tenía 85 años y fue golpeado por el Ejército porque le hallaron un arma calibre 22, y él la tenía registrada. Lo golpearon y al siguiente mes murió".

Agrega: "También a uno de mis hermanos se lo llevaron sin tener culpa de nada. De él nada sabemos. Al año de su secuestro mandó una carta, dijo que estaba en el Campo Militar número uno, y que pronto lo iban a dejar en libertad, ya que no tenía nada que ver, no había motivo para su detención.

"Cuando mi mamá lo buscó en la Procuraduría de Justicia Militar y en Gobernación le dijeron: 'A tu hijo no lo busques. Murió en un enfrentamiento con el Ejército'. Así de fácil fue para ellos. Con qué cinismo, porque a mi hermano lo agarraron en el ejido Agua Fría, donde pertenecemos y donde cientos de personas fueron a una reunión ejidal porque estaban pidiendo créditos para la siembra del café. Hubo muchos testigos. Cómo es posible que digan que murió en un enfrentamiento, si se lo llevaron vivo."

La denuncia de la OCCS y el Partido de la Revolución Democrática, ante la CIDH, con cuyos enviados se entrevistarán los familiares y algunas víctimas de la matanza en su visita al país el 3 y 4 de julio próximo, señalan que el "28 de junio de 1995, cuando dos camiones de campesinos de la OCSS se acercaban al vado de Aguas Blancas, en Guerrero, el camión que llegó primero a ese lugar fue detenido por agentes de la Policía Judicial del estado, que obligaron a descender y a tirarse en el piso a cerca de 60 campesinos. A los 10 minutos, llegó al lugar de los hechos el segundo camión y los campesinos también fueron obligados a descender, pero al momento de bajar de la unidad, los policias indiscriminadamente les dispararon. Diecisiete murieron ahí y 20 quedaron heridos.

"Luego de obligar a los sobrevivientes a regresar a sus pueblos, los policías se dieron a la tarea de colocar armas a los muertos, para que pudieran fundamentar la versión de que se había producido un enfrentamiento, la cual se cayó cuando un noticiero de televisión reprodujo una videograbación completa de la masacre, en la cual se observa cómo los policías matan y colocan las armas."