MARTES Ť 26 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Seminario México-Canadá sobre Industrias Culturales

El país necesita leyes que preserven la creación propia: García Canclini

MERRY MAC MASTERS

Para Néstor García Canclini, México tiene la opción de ser un actor cultural de trascendencia internacional, pero necesita restructurar su institucionalidad cultural para situarse en las nuevas condiciones de un mercado globalizado. Y aunque la globalización no es sinónimo de neoliberalismo, el investigador apuntó que de ''no tener una legislación que nos proteja de los efectos más brutales de la privatización y transnacionalización al modo neoliberal, quedaremos sin producción endógena suficiente''.

García Canclini participó ayer en el Seminario México-Canadá sobre Industrias Culturales, inaugurado en el Museo Nacional de Antropología por Sara Bermúdez. En el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, dijo su titular, ''tenemos especial interés por estimular y fortalecer las industrias culturales, audiovisuales, publicaciones y las tradicionales, como un reflejo de que la cultura es redituable e inseparable de las manifestaciones económicas vinculadas al desarrollo''.

Al hablar acerca de la relación de las industrias culturales con el desarrollo de México, García Canclini recordó que las políticas culturales en México siguen asentadas todavía en dos pilares institucionales predominantes que son los institutos nacionales de Bellas Artes y Antropología e Historia, ambos creados a finales de los años cuarenta. Otros campos de las industrias culturales, sin embargo, ''no fueron considerados con la misma importancia''. No obstante la labor del CNCA, ''un balance nos obliga a decir que no se ha logrado configurar un sistema suficientemente articulado que corresponda a su vez al desarrollo multimedia de casi todas las formas de comunicación y de arte''.

Por otro lado, anotó que las cuestiones culturales y comunicacionales no están explícitamente incluidas en el Tratado de Libre Comercio, sobre todo por la voluntad de los negociadores canadienses. Aunque hay una cantidad de efectos no previstos en el TLC, que en parte afectan el desarrollo de la cultura, también éste ha incentivado todo tipo de relaciones e interacciones, tampoco previstas y esto genera enormes oportunidades de mayor relación para que ''nuestra televisión interactúe con la de EU y Canadá; filmemos coproducciones y nuestros libros entren a los circuitos de distribución de ambos países''. Acotó que los 35 millones de hispanoparlantes en EU ''deben ser parte del horizonte de las políticas culturales que hagamos aquí''.

En México, agregó, el problema es que tenemos dos tareas. Por un lado, todo lo que no hicimos para tomar conciencia de lo importante que es la cultura para la economía y, al mismo tiempo, decir que la cultura no sólo es un expediente para el desarrollo económico o para generar empleo''.

Acerca de la perspectiva de su país, Michael Wernick, subsecretario adjunto para el Desarrollo Cultural en el Departamento del Patrimonio Canadiense, señaló que pueblo y gobierno mexicanos deberán hallar ''sus soluciones y camino hacia delante. Agregó que la ''diversidad interna'' es un rasgo común entre ambos países.