MARTES Ť 26 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Asisten a Moscú directivos de medios de 68 países; La Jornada, presente
Analizan los desafíos de la información en el siglo XXI, en el Congreso Mundial de Prensa
Ť Rusia quiere ser parte de la cooperación internacional en la materia, dice Putin
Ť Si cada vez hay más pobres, políticos y periodistas deben tomar conciencia: Gorbachov
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 25 de junio. Con el propósito de analizar los grandes desafíos a la información en el siglo XXI, de compartir experiencias y de formular propuestas sobre el futuro de los medios, particularmente en el contexto de la globalización y las nuevas tecnologías, casi 400 periodistas e investigadores de 68 países, sin contar a los numerosos delegados del país anfitrión, asisten en esta capital al Congreso Mundial de Prensa, inaugurado este lunes.
Bajo el lema de La revolución de la información mundial, reto para el siglo XXI, y a convocatoria de la agencia noticiosa ITAR-TASS y del Instituto Ruso de Prensa, el congreso logró reunir en Moscú a directivos de agencias noticiosas internacionales y nacionales, editores y directores de periódicos, revistas, canales de televisión y estaciones de radio de los cinco continentes. La Jornada está representada por Carmen Lira Saade, su directora general.
Desde que desapareció la Unión Soviética, en 1991, no se había realizado aquí un encuentro de periodistas tan relevante y concurrido.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, destaca este hecho como una señal positiva de que su país no quiere quedarse al margen del proceso mundial de intercambio de la información. Así lo apunta en el mensaje de saludo que envió a los participantes y que leyó en su nombre la viceprimer ministra, Valentina Matviyenko.
"La cooperación internacional en materia de información, como parte de un mundo cada vez más dinámico, es una tarea pendiente y que requiere una mayor responsabilidad de los periodistas, sobre todo ahora que Internet y otras nuevas tecnologías permiten difundir el flujo informativo casi de modo instantáneo", señala Putin, al tiempo que expresa la convicción de que este foro hará una contribución importante a lo que llama el diseño de un espacio mundial de la información.
Reflexiones iniciales
Correspondió a Mijail Gorbachov, ex presidente de este país y uno de los tres premios Nobel rusos que harán uso de la palabra en el congreso, junto con el escritor Aleksandr Solzhenitsyn y el físico Zhores Alfiorov, presentar las reflexiones iniciales sobre los grandes desafíos de los medios de comunicación en los albores de este nuevo siglo, que calificó de "siglo de la revolución mundial de la información".
Para Gorbachov, quien no desaprovechó la ocasión para defender su perestroika y glasnost, dando a entender que su sucesor, Boris Yeltsin, sumió a Rusia en el caos, fue un siglo de ruptura y escisiones y, ahora, es necesario que todos, políticos y periodistas en primer término, tomen conciencia de que "algo anda mal", si cada vez es mayor el número de pobres en el mundo.
Las protestas masivas contra la globalización, indicó Gorbachov, son un indicador que no se puede desdeñar, en la medida que reflejan un creciente divorcio entre soberanía nacional y mundo globalizado.
El secretario de la Unión de Periodistas de Dinamarca, Esbern Orberg, subrayó en su intervención que los medios enfrentan serias dificultades al estar contrapuestos, con mucha y lamentable frecuencia, intereses económicos y sociedad.
"Según (el magnate de los medios) Rupert Murdoch, la libertad de prensa es la libertad de ganar la mayor cantidad posible de dinero; por otro lado, sabemos que la sociedad necesita la libertad de prensa para crear democracia", anotó, y dijo que en todos lados se observa una tendencia hacia la comercialización de los medios.
Ello sucede, en opinión de Olberg, debido a que el periodismo de investigación es muy costoso o puede ocasionar un serio conflicto con los anunciantes o con importantes grupos privados o gubernamentales. Sin embargo, con credibilidad y calidad, es posible tener una prensa fuerte, invulnerable a presiones políticas, directas o indirectas, afirmó el periodista danés.
Las sesiones del Congreso, cabe anotarlo, no están exentas de fuertes polémicas. Una de las más llamativas de hoy se dio entre el propio Olberg y Serguei Yastrzembsky, director de información de la Oficina de la Presidencia rusa.
El motivo fue la afirmación de Olberg en el sentido de que el Kremlin está promoviendo una Unión de Medios de Rusia, que dijo se creó "con dinero del gobierno" para servir sus intereses, como organización alternativa que debe relegar a segundo plano a la Unión de Periodistas de Rusia.
Yastrzhembsky rechazó categórico la acusación y mencionó que ninguna organización, por más respetable que sea, debe aspirar a erigirse en monopolio. Según el funcionario del Kremlin, la Unión de Medios de Rusia nació por iniciativa de la sociedad civil.
El libre intercambio de ideas, muchas veces encontradas, marcó también otras intervenciones. Es comprensible, y saludable, cuando los oradores proceden de una vasta geografía y todos, desde su perspectiva, desean facilitar la comprensión de una amplia agenda.
Este lunes subieron a tribuna Mark Wood, presidente del Consejo Editorial de la agencia Reuters; Faisal Al Shboul, director general de la agencia de noticias de Jordania (Petra); Cao Shaoping, subdirector general de la agencia china de noticias (Xinhua); Andreas Christodoulos, presidente de la Alianza Europea de Agencias Noticiosas, y Alexei Sheinin, presidente de la casa editorial Petitis, de Letonia, entre otros representantes extranjeros.
Por los anfitriones y por mencionar tan sólo a algunos, hablaron, además de Gorbachov y Yastrzhembsky, Vitali Ignatenko, director general de ITAR-TASS; Arkady Volski, presidente de la Unión de Industriales y Empresarios de Rusia; Mijaíl Fedotov, catedrático universitario, y Gleb Pavlovsky, director de la Fundación para una Política Efectiva, consultoría a cargo de la imagen del Kremlin.