Lunes en la Ciencia, 25 de junio del 2001
Charla con el experto en recursos hídricos Abishay Braverman Cómo construir el Nuevo Israel Patricia Vega Finalmente hemos logrado reconocer que el agua es un elemento finito y frágil, cuyo cuidado requiere de una voluntad política de conservación de los recursos hídricos, su administración adecuada, así como el desarrollo y utilización de tecnologías respetuosas con el medio ambiente. Desde los tiempos más remotos de la antigüedad el acceso al agua se ha convertido en fuente de poder o en manzana de la discordia que ha originado grandes conflictos entre pueblos y naciones. Durante los últimos años los conflictos vinculados con el agua se han ubicado principalmente en el Medio Oriente, cuyos países tienen una "cuenca compartida" y muchas veces dependen del exterior. Viven en una crisis abierta por el agua, Siria, Jordania, Israel, Egipto y Yemen. Y existe una crisis latente en Arabia Saudita, Irak, Kuwait y Libia. Si alguien conoce este problema es el doctor Abishay Braverman, uno de los especialistas israelíes más destacados en la materia a nivel mundial e impulsor de un nuevo concepto: un derecho de los pueblos que contemple el acceso al agua. Durante su breve estancia en la ciudad de México, el destacado especialista concedió a La Jornada una entrevista exclusiva. "Se ha dicho que la próxima guerra en Oriente Medio será a causa del agua, debido a lo escaso de dicho recurso. Yo digo que no hay crisis de agua: en el mar no hay escasez, tenemos la tecnología para desalinizar el agua, también podemos purificarla y reutilizarla en la agricultura. El problema es administrativo, político y financiero. Los gobiernos han sido negligentes para resolver el problema del agua. La población aumenta y no hemos hecho nuestra tarea, muchas veces los gobiernos posponen este tipo de decisiones debido a la burocracia: hace falta una conciencia sobre lo preciado de este recurso para no desperdiciarla, y si muchas veces la gente abre la regadera y no la cierra es porque no paga o paga muy poco por el agua. Las tuberías tienen que ser reparadas para que el agua no se desperdicie, pero estoy seguro que muy pronto el gobierno de México considerará al agua como una prioridad nacional". Israel cuenta con la mejor tecnología en purificación y desalinización del agua y por su ubicación geográfica ha desarrollado una eficaz agricultura del desierto y su país estaría dispuesto, asegura el entrevistado, a colaborar con México en la investigación del agua y en la implementación de políticas ambientales. Nacido en Israel, Avishay Braverman, luego de cursar estudios en la Universidad de Tel-Aviv, obtuvo su doctorado en economía en la Universidad de Stanford. Ha fungido como "decano economista" en la división principal del Banco Mundial, institución en la que desarrolló sólida experiencia en programas de desarrollo económico balanceado y justicia social, la cual trasladó a la prestigiada Universidad Ben-Gurión ųubicada en la región israelí denominada el Neguevų de la que es presidente desde hace diez años y la ha convertido en un verdadero motor del desarrollo local a través de proyectos de cooperación en las áreas de desalinización, tratamiento médico y agricultura del desierto. Se trata del concepto de universidad-aplicada. "La Universidad Ben-Gurión, señala su presidente, no es sólo un centro de excelencia académica en ingeniería, medicina, ciencias naturales, ciencias agrícolas del desierto. Queremos ser una gran fuerza de intervención y justicia social: de nuestros 15 mil estudiantes, 6 mil participan en trabajos comunitarios que se han traducido en el mejoramiento de las condiciones de vida de los residentes de la zona: judíos pobres, inmigrantes de Africa y beduinos. De hecho, impulsamos la creación del único Centro Académico para cultura Beduina que existe en Israel, con el propósito de preparar a los beduinos para su ingreso a la universidad, y hemos fomentado la ayuda para sus estudios con becas adicionales. Asimismo, la universidad ha abierto sus puertas a estudiantes palestinos. Queremos demostrar que los jóvenes no son cínicos, que si les damos modelos adecuados y algo que hacer, ellos contribuyen a lograr justicia social". Sin embargo, el proyecto de Abishay Braverman es más ambicioso: "En el Neguev hay muchos beduinos y muchos israelíes. Todos son descendientes de Abraham: los judíos son hijos de Isaac y los árabes de Ismael. Lo que propongo es la creación de una nueva metrópolis basada en la gente joven, con estudios universitarios y compromiso social. Le he llamado el Nuevo Israel en el Neguev, que contará con un aeropuerto y el Instituto Nacional de Biotecnología. Si tenemos éxito al demostrar que en la capital de la zona, en la ciudad de Beersheba ųla ciudad de Abrahamų las cosas pueden ser diferentes, entonces las cosas estarán bien para todo Israel y para todo Medio Oriente". Como presidente de la Universidad Ben-Gurión, Braverman ha participado activamente en numerosos encuentros que buscan lograr la añorada paz en el Oriente Medio y su sueño es que "la racionalidad colectiva prevalezca". Sin embargo, no puede evitar descalificar el liderazgo de Yasser Arafat, porque en su opinión no ha cumplido con los compromisos establecidos: "ya ha habido suficiente sangre, somos 5 millones de israelíes en medio de varios miles de millones de árabes musulmanes y tenemos que buscar nuestra propia seguridad. Ese es el dilema que enfrentamos, si vamos a dar los territorios, tenemos que tener un compromiso por parte de los palestinos en materia de seguridad. De otra manera, Ƒcuál sería nuestro futuro?". Fotos: Francisco Olvera |