Lunes en la Ciencia, 25 de junio del 2001
MAD SCIENCE
La ciencia como diversión
Cuando Ariel y Ron Shlien eran jóvenes preparatorianos en su natal Montreal, Canadá, dedicaban su tiempo libre a lanzar cohetes modelo, solían hacer soluciones de burbujas, montaban un espectáculo de rayo láser y experimentaban con magia química. Muy pronto se corrió la voz de lo que los hermanos Shlien hacían y muchos padres con sus hijos querían participar en esas actividades; al poco tiempo la demanda excedió su capacidad de oferta. Jamás imaginaron que al paso de los años se convertirían en presidente y vicepresidente, respectivamente, de la exitosa empresa canadiense Mad Science que, además de tener oficinas en cada ciudad importante de Canadá y EU, tiene sucursales en otros 22 países (a los que se acaba de sumar México) en los que se ofrecen más de 2 mil horas de contenido para actividades diversas (talleres intra y extra escolares, fiestas de cumpleaños, eventos especiales y cursos de verano) que buscan impulsar la creatividad científica en niños de 3 a 12 años, despertando su interés por la ciencia. Durante el lanzamiento de la operación de Mad Science en México, Manuel Pérez Meza, director ejecutivo de la sucursal mexicana de la mencionada franquicia canadiense señaló que se trata de un "nuevo concepto de servicio educativo, basado en el concepto anglo del edutianment (algo así como eduentretenimiento), es decir, la mezcla de educación y entretenimiento: ni sola una, ni solo otra, sino la fusión atractiva y exitosa de ambas categorías que provoca, atrae y desarrolla nuevos agentes científicos y tecnológicos en lugar de rechazarlos, en bien del desarrollo del sujeto individual y de su conjunto social". Anunciada como la compañía líder mundial en entretenimiento científico, Mad Science es un laboratorio móvil con actividades que duran desde 45 minutos hasta todo el día y que son adecuadas para niños y niñas de primaria. Faltará ver si en nuestro país la propuesta de Mad Science convence y logra el apoyo de importantes instituciones públicas como el Conacyt, la Dirección General de Materiales y Métodos Educativos de la SEP y la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, cuyos representantes no acudieron al evento a pesar de haber aceptado la invitación y confirmado su asistencia. Si bien en este lanzamiento quedó claro que el principal campo de acción de Mad Science se encuentra en las instituciones educativas y corporaciones privadas del país, Manuel Pérez Meza no descarta que en un futuro ųmediante el mismo sistema de patrocinios que impulsa el Museo Papaloteų las escuelas primarias públicas del país puedan beneficiarse con esta propuesta que, en teoría, se adapta a las necesidades de los programas de estudio de ciencias que específicamente existen en cada país. (Patricia Vega) |