LUNES Ť 25 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Compañías que ofrecían planes de medicina fracasaron por falta de supervisión, dice
Los seguros de servicios de salud son herencia de empresas quebradas, afirma funcionario de la Ssa
Ť Las nuevas instituciones se someterán al escrutinio de la SHCP, asegura Mauricio Bailón
CAROLINA GOMEZ MENA
A decir de Mauricio Bailón González, director general de Protección Financiera en Salud de la secretaría del ramo, el "modelito" de las instituciones de seguros especializadas en salud (ISES) "no es una creación" ni menos "una imposición" del gobierno para otorgar atención a la población, sino que son las herederas de "un tipo de empresas que a mediados de los noventas comenzaron a ofrecer planes de medicina integral" en el país, y que por no haber estado supervisadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mediante la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), la mayoría de ellas quebró, dejando a las redes de sus médicos y hospitales en la total indefensión financiera, al no poder cobrar el dinero por el que fueron enganchados.
Pero lo anterior no sucederá con las ISES, porque el escrutinio que sobre ellas y sus finanzas ejercerá la CNSF garantizará que siempre cuenten con los recursos suficientes para dar atención a sus asegurados, y se las conminará a tomar medidas antes de que sus reservas monetarias comiencen a disminuir. Según el funcionario, esa situación no se presentará, por el contrario, será "cuestión de tiempo para que su mercado crezca conforme se den los incentivos adecuados (la deducibilidad fiscal) y una regulación transparente que permita a la empresa innovar y competir".
En entrevista con La Jornada, Bailón González subrayó que aunque actualmente el mercado potencial para las ISES es de dos millones de mexicanos -cálculo extrapolado de la existencia de 2.5 millones de pólizas de gastos médicos mayores existentes hoy- de los estratos medio alto y alto, el número podría llegar en breve a tres o más millones de pólizas, ya sean por familia o grupo.
La idea es que se deje al mercado controlar la demanda. Así si la empresa aseguradora corre un riesgo controlado -no uno alto, al asegurar población que pudiese hacer mayor uso del seguro, como enfermos crónicos o de edad avanzada-, podrá bajar el costo de sus primas, y "un segmento que hoy no puede acceder a ellas, en corto tiempo podrá hacerlo.
Al recalcar que lo único que hizo el gobierno fue "ordenar un mercado que ya existía", Bailón también descartó que las ISES sean la copia o adecuación de las Health Maintenance Organizations (HMO) estadunidenses, aunque admitió que tienen algunas semejanzas, en lo que se refiere a que ambas hacen énfasis en el componente de prevención y a que cuentan con redes de médicos y hospitales, pero en cuanto a la supervisión estatal y al riesgo que deben asumir no habría ningún punto similar.
Férrea supervisión de Hacienda y Salud
Así, las ISES contarán con una férrea supervisión de la SHCP, que si bien no regulará el precio de la póliza (esa será atribución de cada aseguradora) sí vigilará que el "colchón financiero" mantenga un cierto nivel.
Los estados de cuenta de las ISES serán analizados periódicamente. Asimismo, un "promotor de la buena práctica del aseguramiento, todos los días estará en la aseguradora viendo que todo funcione", y a ello se suma la supervisión de la Secretaría de Salud (Ssa), la cual periódicamente llamará a cuentas a estas aseguradoras privadas.
Para Bailón Gónzález es prácticamente imposible que una ISES deje desprotegida a su clientela antes de caducar la póliza, pero advirtió que de darse esa situación el gobierno federal no realizará ningún rescate financiero en caso de quiebra. "Si pierden los privados, pierden ellos."
Al consultársele qué pasará con los asegurados, dijo que "el gobierno cumplirá con sus responsabilidad de proporcionar y ofrecer servicios de salud a toda su población", por lo que aquellos que optaron por "algo más de comodidad, los que no quisieron formarse en la cola del IMSS, para los que quisieron servicios de hotelería" en salud, siempre estarán "abiertas las puertas del IMSS (que rechazaron) y del ISSSTE", y para los que no alcanzaron seguridad social "tendrán los servicios de la Ssa o los centros de salud".
El funcionario agregó que tampoco los médicos y hospitales saldrían perdiendo, porque se supone que la aseguradora debe tener recursos, al menos para ellos.
Reveló que, pese a los "candados en las reglas que limitan la posibilidad de que la aseguradora detecte a una persona enferma y le cobre muchísimo dinero" por sumarla a sus planes, la ISES "no tiene la obligación de renovar la prima" si detecta, por ejemplo, a medio año, una enfermedad en el asegurado, que traerá muchos gastos en intervenciones o tratamientos. Lo bueno es que sí le deberá avisar con anticipación si le renueva o no la póliza.
Pero como habrá de todo tipo de ISES, esta persona que enfermó y no es un aspirante deseado por algunas de estas empresas podrá optar por otras cuyas exigencias sean menores en ese plano, pero corre el riesgo de que le cobren un poco más.