LUNES Ť 25 Ť JUNIO Ť 2001

Ť El dramaturgo estrena hoy Divino Pastor Góngora

Chabaud: la intolerancia de panistas, similar a la de la era de la Inquisición

El monólogo Divino Pastor Góngora, escrito por Jaime Chabaud, es resultado de una investigación acerca del teatro novohispano y de la cual surgió la idea de contar la historia de un cómico de la legua perseguido por la Inquisición en 1790, año en que fue censurada una obra titulada México revelado, cuyo autor se ha perdido en la historia.

De ese acontecimiento el dramaturgo partió para crear a su personaje Divino Pastor Góngora, llamado así en honor "a un amigo yucateco que, aunque suene extraño, así se llama".

Es una obra que, por una parte, "es homenaje al teatro mexicano de aquella época y a los cómicos de la legua, los cuales eran vistos como seres humanos de tercera, que ni siquiera eran considerados ciudadanos tampoco podían ser enterrados en tierra santa sin previo arrepentimiento y detracción de su oficio". En ese sentido, destaca el autor, nos interesó hacer también una obra acerca de la intolerancia, la persecución del otro por sus ideas y maneras de vivir.

"De pronto -opina el dramaturgo-, puedes encontrar en las declaraciones de diputados o senadores panistas o de gente de la ultraderecha palabras que, si las pones junto a un auto inquisitorial, no hay gran diferencia entre una declaración y otra, son igual de abominables y represoras, contrarias a lo que deberíamos entender por democracia, que es el respeto a las ideas del otro en un marco mínimo de respeto. Eso es lo que el PAN (Partido Acción Nacional) me ha demostrado con sus actos contra la cultura, junto con sus brazos como Provida o el MURO".

"Ha sido muy rica la coincidencia de encontrar en las investigaciones de Tito Vasconcelos, Maya Ramos Smith y Luis Armando Lamadrid acerca del teatro de la Colonia a un censor de la Inquisición que existió en el siglo XVIII y que se llamo Diego Fernández de Cevallos, igual que el senador panista, pero que para la obra le puse una 'y' griega y una 'z' para que sonara más bonito".

Actualmente, añade, "es evidente la coincidencia al oír declaraciones en torno a los indígenas de Chiapas de cómo se sigue negando al otro, al que piensa distinto, al que tiene una preferencia sexual diferente o una religión distinta. En ese sentido, el marco referencial (en la obra) del siglo XVIII no es más que una delicia para poder jugar con el presente y plantear paradojas".

En este espectáculo definido por Chabaud como tragicómico, el actor Carlos Cobos "se desdobla en más de 15 personajes". El 90 por ciento del texto es original del dramaturgo, el resto lo retoma del sainete De los guisados, de Pedro Calderón de la Barca, El alcalde Chamarro, del autor novohispano José Macedonio Espinosa, y del soneto Ante el cadáver de una actriz, de Luis Sandoval Zapata, poeta del siglo XVII.

Se incluye, además, un fragmento de un texto de Lope de Vega sobre el arte del actor, así como un canción de la época de la Inquisición, escrita por un fraile y elaborada a partir de varios versos sueltos que cantaban los reos, "todo ello sin la pretensión de un verismo lingüístico-literario".

Con la dirección escénica de Miguel Angel Rivera, escenografía e iluminación de Xóchitl González y vestuario de Adriana Olivera, la historia transcurre en la celda del comediante Divino Pastor Góngora, quien se esfuerza en representar un sainete mientras espera la llegada del inquisidor Diego Fernández y de Zevallos, quien ha hecho de su persecución un asunto personal hasta darle muerte.

Divino Pastor Góngora se estrena hoy a las 20:30 horas en el teatro El Galeón, atrás del Auditorio Nacional. DE LA REDACCION