LUNES Ť 25 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Reúne un conjunto de ensayos en el libro La universidad necesaria en el siglo XXI

Lograr mejor educación, un desafío de seguridad nacional: González Casanova

Ť La pasada huelga en la UNAM, punto de partida para un examen del sistema educativo Ť Plantea la necesidad de construir modelos alternativos en el entorno de la globalización

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

La lucha por la educación superior de alta calidad es "uno de los objetivos prioritarios de cualquier organización, movimiento o persona que se niegue vitalmente a ser cómplice de la catástrofe nacional y mundial a que nos está llevando el neoliberalismo en su versión fundamentalista, institucionalista o de tercera vía, todas destinadas a privatizar y mercantilizar la actividad pública y social de la seguridad y la asistencia, de la educación y el desarrollo".

La afirmación la hace Pablo González Casanova en La universidad necesaria en el siglo XXI (Ediciones Era), su libro más reciente donde reúne un conjunto de ensayos que tienen como punto de partida la pasada huelga de la UNAM. Las reflexiones de González Casanova parten del conflicto en la máxima casa de estudios, el cual, de acuerdo con los editores, "debe ser enmarcado dentro de las transformaciones profundas del sistema mundial". Desde esa perspectiva, "el conflicto apenas comienza. Por ello considera imprescindible ir más allá de la crítica a los proyectos neoliberales, examinar críticamente, también, a la universidad de masas y a los planteamientos educativos de los regímenes estatistas, burocráticos o populistas, y exigirnos la creación de proyectos alternativos".

El ex rector de la UNAM está de acuerdo con Noam Chomsky en el sentido de que actualmente dar "mejor educación para más" es un problema de seguridad nacional. En un texto de presentación de los ensayos, el catedrático mexicano refiere un análisis de Chomsky en el cual confirma que el mercado, "la Mano Invisible" -término acuñado por el politólogo y economista Adam Smith- continúa "manejando y ampliando los mercados desregulados y que lo hace en formas cada vez más contrarias a la equidad, la cultura y la libertad".

A los acuerdos del "tristemente famoso Consenso de Washington (Chomsky) añade los planes y proyectos, todavía frustrados, pero en que no deja de insistir, del Acuerdo Multilateral de Inversiones. Es el proyecto histórico de las multinacionales: el de un gobierno mundial corporativo en el que los políticos, cada vez más desprestigia- dos, serán sustituidos por gerentes políticos. Y el mundo será manejado como una empresa, sean cuales fueren los efectos secundarios que vengan a los cuales se tratará sólo en formas humanitarias, o con las necesarias represiones y negociaciones".

Frente a ello, González Casanova plantea que "la magnitud y orientación de la resistencia y la construcción de una alternativa de confrontaciones y negociaciones que abra una nueva historia es un fenómeno necesario e incierto. En todo caso, requiere de una creciente conciencia y organización, un conocimiento actualizado y lúcido de los legados y las novedades de las humanidades, las ciencias, las técnicas y las artes. La nueva edad del conocimiento será una nueva edad de lucha por el conocimiento".

El autor de La universidad necesaria en el siglo XXI sostiene que "la privatización de las universidades y la reducción de los estudiantes a objetos ignorantes de la historia, de la política y de las ciencias vinculadas al humanismo no sólo obedecerá al proyecto de convertir a las empresas privadas y mercantiles en actores principales de la producción, los servicios y la vida. También obedecerá a un mundo en que el complejo militar-industrial y corporativo, con sus asociados y subalternos, regulará la represión y la negociación para una gobernabilidad en que los pueblos sujetos muestren ser responsables y razonables o con opciones racionales que los lleven a aceptar como suyos los objetivos de los que mandan. Por supuesto, las oposiciones a semejante horror vendrán de todas partes y en todas partes. Y se tomarán posiciones defensivas, de firmeza y construcción de alternativas entre conflictos y consensos. Los universitarios jugarán un papel importantísimo al lado de otros trabajadores intelectuales y de los pueblos trabajadores que luchen para no volverse los objetos estúpidos e ignorantes de que hablaba Adam Smith".

Maestro en ciencias históricas y doctor en sociología, González Casanova plantea la necesidad de "restructurar la educación superior vinculándola a los estudiantes y profesores de todos los niveles, incluidos los preuniversitarios, es una meta que nos obliga a pensar en un modelo nuevo de universidad, que respetando y apoyando a nuestras grandes instituciones combine las formas tradicionales y electrónicas de educación, organización, construcción y lucha, negociación y consenso con una acumulación de fuerzas favorables al interés general y al bien común, todo lo cual implicará la creación de nuevas instituciones, dentro o fuera de las antiguas, que estén abiertas a la enseñanza renovadora de las ciencias y las humanidades, a la producción de material educativo de excelente calidad para el aprendizaje y la autoevaluación y a formas de certificación que no se utilicen como filtro, sino como garantía para los educandos y a la sociedad.

Concluye el autor: "Ningún modelo alternativo de país o de universidad será valioso sin un proyecto que incluya la educación en ciencia y humanidades, artes y tecnologías, y a la organización democrática de los profesores y estudiantes en vínculos crecientes con el resto de la sociedad".

La universidad necesaria en el siglo XXI está conformada por nueve ensayos: "Neoliberalismo y universidad (Análisis documentado)"; "Educación, trabajo y democracia"; "El conflicto de la UNAM: una historia inconclusa"; "El movimiento estudiantil de la UNAM: una historia que empieza"; "La nueva universidad"; "ƑQué universidad queremos? (Boceto para un perfil)"; "La universidad necesaria (Bosquejo para un proyecto)"; y "Addenda para una agenda".