LUNES Ť 25 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Planteará hoy ante la ALDF la creación de una secretaría del ramo
La reforma cultural, requisito para consolidar la transición: Enrique Semo
Ť Descarta que el surgimiento de una nueva dependencia contradiga los propósitos de austeridad del gobierno capitalino Ť Dice que seguirá la política de descentralización
ANGEL VARGAS
La transformación del Instituto de Cultura de la Ciudad de México (ICCM) en una secretaría de gobierno pemitirá a las autoridades capitalinas incrementar y diversificar la oferta cultural para la población, además de estrechar la relación con los artistas e intelectuales y contar con mayores recursos.
De allí que el titular del ICCM, Enrique Semo, enfatice la importancia de la comparencia que sostendrá el mediodía de este lunes ante el pleno de Asamblea Legislativa, en la cual planteará el proyecto de la secretaría de cultura.
La iniciativa de ley para la creación de esa dependencia fue remitida a la Comisión de Fomento Cultural del órgano legislativo el pasado 30 de mayo por el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador.
Historiador y economista, Enrique Semo señala en entrevista que, contrario a lo que se ha dicho, la cultura resulta un aspecto primordial para la actual administración capitalina y explica que la transición democrática que vive la ciudad de México -y ahora el país en su conjunto- hace imperativa una reforma en la materia que vaya a la par de las reformas política y social.
"La gente no se da cuenta de que México ha transitado de un periodo muy autoritario a una época en la que comienza a constituirse en una nación democrática en todo sentido. Ese camino no sólo obliga a una reforma política, sino que exige una reforma cultural también", abunda.
"La reforma cultural necesita que todas las luchas que permitieron la transformación de un país autoritario a uno democrático sean traducidas a idiomas culturales, a patrones de conducta y niveles de exigencia. Necesitamos hacer un gran bloque de todas aquellas expresiones culturales que hacen suya la transformación democrática y darles la posibilidad de encontrar sus grandes públicos".
Semo subraya que para realizar un proyecto de tal envergadura, como es la reforma cultural, el ICCM debe ser transformado en secretaría de gobierno, ya que como instancia de la Secretaría de Desarrollo Social comparte atención, prioridad y presupuesto con otros rubros como son, por ejemplo, los servicios a la niñez y la senectud, además de carecer de autonomía para tomar decisiones en varios puntos esenciales, entre ellos establecer relaciones y convenios con otras instancias tanto nacionales como extranjeras:
"Necesitamos una forma en la que la cultura sea la única actividad y que tenga el mismo nivel que las demás secretarías, relación directa con el jefe de Gobierno y soberanía para desarrollar sus políticas, así como contar con mayor presupuesto y poder utilizarlo en función de los intereses y prioridades propios del área".
Como secretaría de cultura, apunta, se tendrá facultades más amplias para fomentar, impulsar, promover y divulgar todas las formas de expresión cultural en el sentido más amplio de la palabra, desde artesanías y fiestas tradicionales de las barriadas, hasta las manifestaciones de vanguardia internacional en los diferentes campos.
No es que estas acciones no se realicen en la actualidad, precisa, sino que se encuentran desperdigadas en diversas instituciones que las ejercen en función de criterios de sus propios quehaceres, como es el caso de la Secretaría de Turismo, que promueve la cultura de la ciudad pero desde una óptica que tiene como fin atraer visitantes.
"Otro aspecto de la secretaría es que nos dará la posibilidad de entrar en la divulgación de la tecnología y la ciencia, aspecto muy importante, porque hasta ahora se ha concebido a la cultura en un sentido muy decimonónico, es decir, sólo como las manifestaciones de las bellas artes: pintura, música, literatura", prosigue.
"Pero vivimos en el siglo XXI y un aspecto central de la cultura actual debe ser el conocimiento de los avances tecnológicos y la ciencia, y la capacidad de asumirlas, de regir la vida con estos avances".
Enrique Semo refuta que la creación de una nueva dependencia atente contra la política de austeridad de la actual administración capitalina:
"El concepto de austeridad no ha sido bien entendido. Austeridad quiere decir eficiencia, economía, reducción máxima de los aparatos internos y reorientación del presupuesto hacia el servicio.
"Austeridad no significa reducción del presupuesto de todos los proyectos. Incluso, con base en los ahorros que se han hecho dentro del Gobierno del DF y de los presupuestos no ejercidos en algunos departamentos, le he pedido al jefe de Gobierno ciertas ampliaciones y he tenido una respuesta muy favorable".
Entre los argumentos que presentará hoy el titular del ICCM a los legisladores a favor de la creación de la secretaría también destaca la factibilidad para sostener relaciones, intercambios y convenios con instancias públicas y privadas de la ciudad, el país y el extranjero, sin tener más limitantes que las normas y no depender de otra institución, como hasta ahora sucede.
Semo asegura, asimismo, que se respetará la política de descentralización hacia las delegaciones políticas, la cual, en materia cultural, consiste en dotarlas de presupuesto y dejarles el manejo total de sus espacios culturales, y sólo intervenir a nivel de colaboración y asesoría