Ť Estados Unidos sigue sin dar señales de recuperación en su economía, afirman
Sectores de la industria mexicana se acercan rápidamente a la recesión: analistas de la IP
Ť Comercio y servicios, aparentemente los únicos pilares, registran tendencia descendente
DAVID ZUÑIGA
Si bien el conjunto de la economía mexicana no está en recesión, hay sectores industriales que se acercan rápidamente a ese punto, pues Estados Unidos sigue sin dar señales de recuperarse. Analistas del sector privado consideran que, en un escenario positivo, el declive se detendría al final de este año o en el primer trimestre del siguiente, por lo cual siguen latentes el cierre de empresas y más despidos.
En el primer trimestre, el producto interno bruto (PIB) creció 1.9 por ciento, la tasa más baja desde el primer trimestre de 1996. Como resultado del debilitamiento de Estados Unidos las exportaciones mexicanas a ese país apenas avanzaron 4.6 por ciento, muy lejos del 27.2 por ciento de igual periodo de 2000.
Según cifras oficiales, el sector agropecuario fue el más golpeado, con una caída de 5.5 por ciento por factores climáticos, falta de recursos financieros, precios internacionales a la baja y aumento de importaciones. Le siguió el sector manufacturero, con un retroceso de 1.2 por ciento, cuyas empresas exportan más de 35 por ciento de su producción, la mayor parte (85 por ciento) a Estados Unidos.
A su vez, la construcción se contrajo 3.8 por ciento; la minería, 0.4 y el sector eléctrico aumentó su producción apenas 2.4 por ciento. En total, la industria cayó 1.3 por ciento.
Las industrias más afectadas en el periodo fueron la metálica básica, química, derivados de petróleo, caucho y plásticos, minerales no metálicos, papel, imprentas y editoriales, madera y textiles, ropa y cuero. Las ventas de la industria maderera han caído 20.8 por ciento; de las industrias metálicas básicas, 15.6 por ciento, y las textiles 7.5 por ciento.
En general, en los primeros tres meses del año sólo 15 de las 57 ramas industriales mejoraron en comparación con el año anterior; entre ellas destacan: cerveza y malta, hilados y tejidos de fibras duras y blandas, cantera, arena y arcilla, industrias básicas de metales no ferrosos y molienda de trigo, mientras que las menos dinámicas son el beneficio y molienda de café, maquinaria y aparatos eléctricos, extracción y beneficio de mineral de hierro, petroquímica básica, bebidas alcohólicas, productos de hule, hierro y acero, otros productos metálicos, exceptuando maquinaria; cuero y calzado y química básica.
Según el Centro de Análisis y Proyección Económica para México (CAPEM), los sectores que reducirán su producción este año serán las industrias metálicas básicas (-3.7 por ciento); madera (-1.1), química (-0.6), minerales no metálicos (-0.1), papel, imprentas y editoriales (-0.5), textiles (-0.9 por ciento). Mientras, las de crecimiento moderado serán alimentos, bebidas y tabaco (2.8), productos metálicos, maquinaria y equipo (3.2) y otras industrias manufactureras, con 4.2 por ciento.
La industria de la construcción, afectada por la lentitud en la liberación de recursos presupuestales, crecerá sólo 0.3 por ciento este año, pese a su potencial para crecer a tasas promedio de 7.2 por ciento, por la necesidad de carreteras, infraestructura hidráulica y saneamiento.
Comercio, tabla de salvación
El único pilar que parece sostener a la economía mexicana es el sector de comercio y servicios que, sin embargo, muestra una tendencia descendente desde el cuarto trimestre del año pasado: en marzo las ventas al menudeo, crecieron 10.1 por ciento, en comparación con igual mes de 2000, principalmente por el movimiento en papelerías y librerías, tiendas departamentales, gaseras, mueblerías, tiendas de abarrotes, farmacias, supermercados, tiendas de discos, juguetes y regalos, tiendas de ropa y calzado y estaciones de gasolina.
Consultores Internacionales aclara que la fuerza del consumo al menudeo se debe básicamente a estrategias de las empresas para movilizar inventarios, no al poder adquisitivo de la población, y su continuidad dependerá de que la inflación y las tasas de interés sigan a la baja y de que los inventarios no se agoten.
En marzo las ventas al mayoreo cayeron 6.2 por ciento comparadas con las del mismo mes del año pasado. Aunque la baja fue generalizada, destacaron los descensos en las tiendas de ropa y calzado, maquinaria e insumos industriales, envases, mueblerías, librerías y papelerías. Según la consultora, esta tendencia continuará en lo que resta del año
Mientras, el sector servicios creció 3.9 por ciento en el primer trimestre. Los rubros más dinámicos fueron el comercio, hoteles y restaurantes, con 5.9 por ciento; transporte, almacenaje y comunicaciones, con 5.8, y servicios financieros con 3.7 por ciento.
En duda, las metas de inflación
Según CAPEM, México no podrá igualar sus tasas de inflación con las de sus principales socios comerciales; así, este año se alcanzaría la meta de 6.5 por ciento, pero en 2002 repuntará a 7.5 por ciento, en 2003 llegará a 5.9 por ciento y en 2004 a 5.1 por ciento, mientras que las tasas promedio de interés a 13.6, 11.6, 10.2 y 8.8 por ciento, respectivamente.
La economía estadunidense volverá a crecer, pero no al 5 por ciento del año pasado, que contribuyó a que México tuviera un avance de 6.9 por ciento. En 2001 Estados Unidos crecerá apenas 1.6 por ciento; en 2002, 2.8 por ciento; en 2003, 3.2 y en 2004 3.1 por ciento, mientras que el PIB mexicano crecerá 2.7, 4.8, 5.1 y 5.3 por ciento, respectivamente.
En 2004 se crearía más de un millón de empleos
Hasta abril la tasa de desempleo abierto era de 2.43 por ciento, contra 2.33 por ciento de igual periodo del 2000. Si se toma como referencia el número de asegurados permanentes en el IMSS a noviembre pasado (15 millones 239 mil), hasta abril se habían perdido más de 250 mil empleos; por lo anterior, la consultora considera muy poco probable que este año se generen más de 400 mil empleos.
Oxford Economic Forecasting prevé que en 2002 se generarán 950 mil plazas 997 mil en 2003 y un millón 46 mil en 2004, aún lejos del millón 350 mil empleos anuales prometidos por el presidente Vicente Fox en campaña.
Preocupa a los analistas el posible agravamiento de la crisis económica en Argentina. Cualquiera que sea su desenlace tendrá repercusiones para México. En un escenario negativo, el nerviosismo podría contagiar a los mercados emergentes del área (México, Chile y Brasil) y provocar salida de capitales a otros menos rentables y más seguros; para México esto implicaría desequilibrios en la balanza de pagos y obligaría al Banco de México a endurecer su política monetaria con otro corto.
En un escenario menos pesimista, México sería visto como refugio seguro para inversionistas que tienen su dinero en Argentina y Brasil; sin embargo, la llegada de capitales fortalecería aún más al peso y ello golpearía aún más fuerte a las empresas exportadoras