LUNES Ť 25 Ť JUNIO Ť 2001

Carlos Montemayor

México global

Varias premisas nuevas están actuando en las relaciones políticas y económicas internacionales, aunque no hayan sido aún formuladas teóricamente. Una nueva idea de la naturaleza del hombre lleva a muchos gobiernos y legislaciones a aceptar la creciente exclusión de sociedades y de regiones enteras en el desarrollo actual. Ahora el poder radica en los consorcios transnacionales y en su mercado obligatorio y salvajemente impositivo que autodenominan "libre mercado". Ya no es tan válido seguir diciendo que los gobiernos aseguran la libertad de los individuos o que la libertad de los pueblos significa la integridad de un Estado, porque el actual cambio del mundo no necesita en el fondo de esa integridad.

Sin embargo, quiere verse todavía este proceso global de la economía como algo natural y no como algo determinado por la fuerza dominante de los grupos financieros internacionales y los consorcios mundiales. El modelo sabe y supone que producirá a mediano plazo una mayor "contracción de la demanda". El eufemismo significa contracción en la capacidad de compra de la población humana: es decir, pobreza. En México, donde cada día vive un mayor número de pobres, los funcionarios públicos prefieren hablar de "una disminución en el consumo familiar".

Por otra parte, la comunidad internacional de donde proceden los principales consorcios transnacionales aplauden que nuestros países sean democráticos en un sentido electoral. ƑPor qué estos consorcios se interesan por los países "democráticos"? Su actitud se contradice con el control que ejercen sobre los gobiernos del mundo. La implantación de esta política económica mundial no fue producto de un acuerdo "democrático" entre todos los países, sino algo impuesto. Los organismos financieros aplauden la democracia electoral, pero los gobiernos deben aceptar los ajustes forzosos a este modelo piramidal y vertical. ƑEsta violencia financiera es resultado de la evolución del viejo concepto de democracia?

Hay una tendencia a reducir el ejercicio democrático a la transparencia de solamente los procesos electorales. Sí, pero recordemos que el papel de elector es solamente una de las funciones que puede asumir la sociedad. También recordemos que sólo aquellos individuos o sectores que gozan de bienestar económico se desarrollan a plenitud en términos políticos, educativos y culturales. Este desarrollo pleno es libertad. Un país que excluya de ese beneficio de desarrollo pleno a la mayoría de su población no puede ser democrático.

ƑLos gobiernos que han sobrevivido al siglo XX integran, pues, en verdad, una comunidad de países democráticos? La relectura de un pasaje de Aristóteles (Política, Libro IV 1290b) puede ser sugerente:

"...el régimen es una democracia cuando los libres y pobres, siendo los más, ejercen la soberanía, y una oligarquía cuando la ejercen los ricos y nobles, siendo pocos".

A nivel del mundo, el sometimiento de todos los países a un solo proyecto económico que transforma la naturaleza de los Estados y modifica el destino de millones de seres humanos y la idea misma de ser humano deja muy poco espacio a los muchos y entrega el planeta entero a los pocos. La globalización económica no habla de acciones de Estados, sino del sometimiento de gobiernos y pueblos a un proyecto único. Este ordenamiento económico que gana terreno en el mundo de hoy, en términos clásicos de ciencia política, debe considerarse como un colonialismo de nuevo cuño.

En este nuevo sometimiento de México, llamado ahora "globalización", han colaborado activamente los gabinetes y los cuadros parlamentarios cercanos a los ex presidentes Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo. Toca el turno, en forma por demás entusiasta, al presidente Vicente Fox y a sus equipos cercanos. El principal impulso hacia el México global provino de las administraciones de Salinas y de Zedillo, pero el actual Presidente parece apresurarse a superarlos ya con la guía del Banco Mundial en la mano, ahora publicada y disponible para el que desee estudiar el desmantelamiento de la economía de México en aras de los ingresos de las compañías transnacionales más poderosas.

En esta nueva perspectiva ocurre todo, incluso lo insólito. Por ejemplo, que el secretario Francisco Gil Díaz reconozca que la economía mexicana se mantendrá prácticamente estancada, aunque vaya a "mostrar, por el juego de los promedios, un crecimiento". En efecto, en el México global, la prosperidad particular y la prosperidad de la República no tienen un deslinde claro. A través de los análisis macroeconómicos, la prosperidad de los pocos o de las elites financieras se pretende confundir con la riqueza de la República; no es así. La pobreza extrema de millones de habitantes no puede solucionarse con la riqueza de una elite. La pobreza de las mayorías ahora se asume como elemento natural e inevitable de la vida social. En un país empobrecido así, Ƒa qué grupos sociales o a qué tipo de ciudadanos se les reconoce como parte esencial de la República?

Con lógica rotunda, además de confundir la prosperidad particular con la prosperidad de la República, también se confunde ahora la utilidad o función pública con la ganancia privada. Por ello pueden expropiarse tierras ejidales para beneficiar a una empresa televisiva. Asimismo, por ser considerado de interés nacional, el Fobaproa y el IPAB siguen siendo tratados como asuntos privados y, por tanto, secretos, aunque todos los mexicanos tengamos que pagar durante varias décadas esos fraudes y quiebras. Por reducirlo a una simple transacción privada y negarle una dimensión de interés nacional o público, Banamex-Accival puede venderse en una operación bursátil y eludir el pago de 6 mil 250 millones de dólares como impuestos; en cambio, debe aumentarse el IVA en medicinas, alimentos y libros para gravar a los más pobres del país. A fin de debilitar más rápidamente el sector eléctrico y el sector petroquímico y petrolero, se les sangra presupuestalmente a las empresas públicas con impuestos excesivos; mañana, cuando Vicente Fox, el cuarto presidente del México global, privatice los restos empobrecidos de estos sectores, las nuevas empresas privadas recibirán de inmediato un trato fiscal sumamente generoso para que nada los incomode en su nueva casa global. šCaramba, qué buenos tiempos ultramodernos!