LUNES Ť 25 Ť JUNIO Ť 2001
Ť A partir del surgimiento del EZLN, kaibiles guatemaltecos ofrecen adiestramiento
Crecimiento explosivo de grupos militares de elite
Ť Reciben tácticas de contraguerrilla y sobrevivencia en la seva; apoyan lucha contra el narco
JESUS ARANDA
A partir del conflicto en Chiapas (1994), el Ejército Mexicano y la Armada comenzaron un proceso de formación de grupos de fuerzas especiales destinados inicialmente a combatir grupos subversivos. Posteriormente, estos cuerpos de elite recibieron también la encomienda de luchar contra el narcotráfico.
En la preparación de estos grupos de fuerzas especiales ha jugado un papel fundamental el adiestramiento impartido por kaibiles guatemaltecos a miembros del Ejército en Chiapas.
Al mismo tiempo, alrededor de 40 oficiales del Ejército y la Armada han recibido el curso por parte de kaibiles durante ocho semanas en las selvas guatemaltecas, lo que le permitió a las fuerzas armadas mexicanas tener un grupo selecto de especialistas en contraguerrilla y en sobrevivencia en la selva, capaz de adiestrar a sus compañeros.
Actualmente, estos oficiales graduados en Guatemala participan activamente en el adiestramiento de los elementos de elite del Ejército y la Armada.
De acuerdo con versiones de kaibiles guatemaltecos y de mexicanos preparados en el vecino país, el surgimiento del EZLN y la posterior aparición de grupos armados como el EPR y el ERPI fueron factor para que las fuerzas armadas del país reconocieran la necesidad de crear o fortalecer los cuerpos de elite, para hacer frente a las nuevas condiciones del país.
Kaibiles guatemaltecos confirmaron a La Jornada su participación en campos de entrenamiento en Chiapas en los últimos años; al menos uno de ellos aseguró haber estado al menos en dos ocasiones en territorio nacional para adiestrar a elementos del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes) y del Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales (Ganfes); los primeros creados en 1994, y los segundos en 1998.
Sin embargo, el entrevistado aceptó que la "mala fama" que ganaron los kaibiles en su país, por las reiteradas denuncias de violaciones a los derechos humanos durante la guerra civil que vivió su país durante más de 30 años, impidió hacer un señalamiento público al respecto.
Por eso, indicó, se tomaron dos medidas al respecto: por una parte, instructores guatemaltecos vinieron a Chiapas a capacitar a elementos de elite del Ejército -cabe señalar además que la mayoría de los Gafes recibió instrucción también en en Fort Braggs, Estados Unidos-, y por otra, se envía desde entonces anualmente un máximo de ocho elementos del Ejército y cuatro de la Armada al curso de ocho semanas sobre contraguerrilla y supervivencia en la selva guatemalteca.
"Situaciones reales"
Así, los soldados mexicanos de fuerzas especiales han recibido por diferentes vías adiestramiento de sobrevivencia en la selva, combate a la guerrrilla o grupos subversivos, y un entrenamiento basado en "situaciones reales" que incluye escenarios como campos de prisioneros y combate cuerpo a cuerpo, lo que les permite estar preparados para cualquier contingencia en todo momento.
En 1998, el entonces comandante del Cuerpo de Fuerzas Especiales del Ejército, general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy, dijo que "en la época actual la mayor parte de los ejércitos disponen en su estructura de pequeñas unidades que revisten características diferentes a las tropas convencionales; ese tipo de unidades reciben el nombre genérico de fuerzas especiales, por su organización, equipamiento y adiestramiento de alto nivel."
Y añadió, la existencia de las fuerzas especiales se debe a la necesidad de realizar operaciones de alto riesgo, empleando el mínimo de efectivos para obtener un amplio margen de éxito."
Según información del Ejército, hasta 1998 habían egresado de la Escuela de Fuerzas Especiales un total de 6 jefes, 400 oficiales y 135 de tropas; mientras que 86 oficiales se graduaron hasta aquel entonces como instructores de fuerzas especiales.
El crecimiento de los Gafes y Ganfes en la pasada administración fue explosivo, al grado que cada una de las 12 regiones militares y las 44 zonas que hay en el país cuentan con su propio Gafes, además de un grupo selecto que está subordinado directamente al alto mando.
Los Ganfes operan, de 1998 a la fecha, un total de 144 embarcaciones a nivel nacional, apoyados también por helicópteros y transportes terrestres.
Este crecimiento explosivo de fuerzas especiales sólo se dio en el Ejército durante el sexenio pasado, ya que en la Armada fue hasta la llegada de Vicente Fox que los marinos decidieron modificar la estructura y capacidad de la infantería de marina, creando dos grupos elite: Fuerzas de Reacción Anfibia y el Grupo de Fuerzas Especiales.
Por su grado de especialización -que incluye el adiestramiento de kaibiles mexicanos-, las fuerzas especiales sobresalen por sus capacidades y habilidades en paracaidismo, buceo de combate, manejo de explosivos, tiro de combate, tiro de reacción, francotirador y rescate de rehenes, así como "supervivencia en todo tipo de ambientes y terrenos". Así, este personal -que no pasa de 200 elementos-, deberá reunir cualidades especiales "para llevar a cabo operaciones de alto riesgo."
De acuerdo con un kaibil mexicano, en lo que toca al combate a la guerrilla y grupos subversivos, la ventaja que tiene el entrenamiento desarrollado por los oficiales guatemaltecos es que le permite a los soldados actuar en grupos pequeños de seis elementos, en condiciones climáticas y de terreno adversas, porque están preparados para actuar con las condiciones "mínimas" de sobrevivencia y equipo, y aun así salir triunfantes, porque utilizan métodos y tácticas de guerra irregular que son propios de la guerrilla, sólo que cuentan con adiestramiento y equipo superior que les da ventaja.
Estamos preparados para "contener" en acciones rápidas a grupos subversivos, pero si es necesario, también para "aniquilarlos", confiaron los oficiales consultados.