ENTREVISTA
Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno del DF
Hay quienes nos ven con malos ojos, pero ya están aprendiendo a respetarnos
ELENA GALLEGOS
Al inicio de su gestión, Andrés Manuel López Obrador se enfrentó a una disyuntiva: ''O nos agarrábamos de la mano de Fox para buscar un acuerdo de gobernabilidad, aunque nada garantizaba que éste se diera, o precisábamos nuestras marcadas diferencias entre su proyecto político y el que nosotros defendemos, distinto, contrapuesto al del Presidente''. Optó por lo segundo.
Hoy, siete meses después, está convencido que fue lo mejor, no para él, sino para la ciudad: ''En la sumisión, en la debilidad, ya nos hubiesen obligado a aumentar el agua, el Metro... ahora, aprenden a respetarnos''.
Más allá de las declaraciones de coyuntura, de la tregua propuesta y desdeñada, y a unos días de que ofrezca su segundo informe de labores a los habitantes de la capital, López Obrador se da tiempo para hacer una reflexión sobre lo sucedido en estos meses.
Respecto a las acusaciones de que ha sido objeto su antecesora, Rosario Robles, dice confiar en que ella y los gobiernos perredistas salgan bien librados. Por eso su empeño en que las instancias encargadas de aclarar la situación ''gocen de absoluta libertad''. Sin embargo, antes de terminar el tema niega categórico que haya sido de alguna de las oficinas de su gobierno de donde salió la información. ''Rosario me conoce. Yo no hago política así. El tiempo aclarará las cosas''.
Define que otro de los desafíos que encara es encontrar el equilibrio entre el orden en que debe vivir la ciudad y la justicia que está obligado a aplicar. Pone como ejemplo el caso de quienes viven en la economía informal. ''Los apretamos ?conviene?, pero no les damos otras alternativas. En estos casos es cuando me planteo: ¿voy a ser el gendarme, el policía de la ciudad, o el jefe de Gobierno?''
Queremos que la gente se tropiece con la cultura por donde camine
Y la conversación con La Jornada comienza así: A los políticos siempre se les olvidan los jóvenes. En esta ciudad hay millones de jóvenes sin expectativas de futuro...
''Esa es una de las asignaturas pendientes. En el caso de los niños es distinto. Hemos avanzado en el apoyo a los niños pobres. En este mes vamos a llegar a 16 mil becas para hijos de madres solteras, niños que están en riesgo de calle... pero sí, no hemos podido dar una respuesta a las expectativas de los jóvenes... Caminaremos en lo de las preparatorias, en la universidad, en lo cultural...''
-Ahora que habla de lo cultural, hubo indefinición respecto al Instituto de Cultura y eso chocaba con la mejor tradición de los gobiernos de izquierda. ¿Hubo descuido de su parte?
Sí, se manejó mucho eso... No tomamos la decisión a tiempo. Debimos modificar la política cultural desde el comienzo. Pensé que nos podíamos entender con (Alejandro) Aura. Su forma de trabajo funcionó, dio resultado, pero ya no embonaba con la nueva circunstancia.
''Ahora tenemos un extraordinario director en el instituto. Enrique (Semo) es una persona con elementos y sabe lo que demanda esta gran ciudad en materia cultural. No haremos de lado la cultura. No se puede pensar en la democracia ni en la justicia sin cultura''.
Luego cuenta entusiasmado todo lo que está por venir a partir del concierto que el 8 de julio ofrecerá Rubén Blades ?famoso desde Siembra, su primer trabajo con Willy Colón?, porque agosto el gobierno de la ciudad lo dedicará al libro, septiembre llegará con un montón de eventos en busca de la reafirmación de la pertenencia, la nacionalidad y así... Cierra el punto: ''Irán hablando los hechos, queremos que la gente se tropiece con la cultura por donde camine''.
Usted siempre resalta la importancia de gobernar con la gente. ¿Cree que lo está logrando? ¿Cree que los habitantes de la ciudad lo perciben así?
Estamos gobernando con y para la gente. Trabajamos de abajo para arriba y eso no se percibe... no se ve en lo que se conoce como la sociedad política. Cuando menos hay dos ciudades de México, dos realidades: la de las colonias, los barrios, los pueblos, las unidades habitacionales, y la que se expresa más en los medios y que tiene que ver con otro sector de la población.
''Este año logramos algo que nunca se llevó a la práctica. Tenemos programas por colonia, por barrio, por unidad territorial. Claro, estamos comenzando y la gente participó poco en la elaboración, pero ya echamos a andar mil 352 programas territoriales integrados de desarrollo social. La gente, abajo, sabe qué está haciendo el gobierno de la ciudad'' .
-En eso que usted llama la sociedad política, pues sí... no se percibe...
-Con todo respeto hay una deformación profesional, ya iremos explicando, pero la gente, el pueblo, sí sabe de qué se trata y ¿sabe de qué se trata?, pues de que este es un gobierno distinto, un gobierno que tiene un compromiso con los de abajo y le puedo demostrar que nuestro apoyo fundamental viene de los de abajo.
''Todo esto no es producto del discurso o de una definición ideológica, sino del cumplimiento de compromisos de campaña. Dijimos 'por el bien de todos, primero los pobres', y lo estamos cumpliendo. Además, esto forma parte de una estrategia. Dijimos que no íbamos a apostar quedar bien con todos, porque íbamos a terminar quedando mal con casi todos''
No termina ahí. Sigue: ''Esto no quiere decir que nos vamos a anclar en la atención de la gente humilde. ¡Nooo! El gobierno tiene que atender, respetar a todos. Una vez que tengamos construida la alianza con los de abajo, podemos buscar dar satisfacción a necesidades de otros sectores, pero cotidianamente estamos gobernando para todos''.
-¿Y es el suyo un gobierno distinto?
-Un gobierno no se distingue por la retórica, por el discurso, sino por la forma en la que orienta el presupuesto. Nosotros estamos destinando 10 mil millones de pesos para los pobres, ¡mil millones de dólares! Se dice fácil, pero atención, en Oaxaca se destinan 300 millones de pesos para atender la pobreza.
''El programa de créditos para pequeñas empresas del presidente Fox tiene recursos por 200 millones, en el caso de la ciudad es de 100 millones y el programa para adultos mayores que estamos realizando, tiene mil 300 millones. O sea, no hay comparación''.
-Pero eso no permea, lo que causa revuelo es cuando usted le dice a Vicente Fox ''Presidente Frecuenta'' o cuando se pelea por el horario de verano. ¿Quién ha sido más culpable de ello: usted o los medios?
-Veamos el caso más cuestionado, el del horario de verano. No recibimos un solo apoyo de la sociedad política. Ni de la derecha ni del centro, pero tampoco de la izquierda. De nadie. A pesar de que se consideró algo superficial, nimio, la gente abajo sí nos estaba apoyando y eso nunca se reflejó.
''Los estratos medios ?enumera?, la clase política, los medios de comunicación, los intelectuales, se quedaron con la idea de que eso era un capricho y lo menos que nos decían era que perdíamos el tiempo. Pero se olvidaron de dos cosas: primero, que la gente no quería la imposición; segundo, que habíamos hecho un compromiso en la campaña. Era pues un asunto de congruencia. Nadie entendió eso y vaya que lo explicamos ¿no?''
-Tal vez el problema está en que el jefe de Gobierno sigue usando el lenguaje del activista de oposición...
-No, no es así. No quiero que por el cargo vaya yo a dejar de actuar de conformidad con lo que creo, con mis convicciones... Las percepciones que uno tiene dependen del entorno en el que se mueve... Hemos explicado lo que hacemos y no ha sido fácil que las cosas se entiendan. Nosotros somos muy respetuosos del derecho a disentir, de la crítica seleccionamos aquella que nos sirve para tomar decisiones.
Deporte nacional
-¿Y sus críticas al presidente Fox?
-El temprano cuestionamiento a Fox, porque ahora ya se volvió deporte nacional, nos generó problemas. En su momento fuimos los primeros que dijimos esto es más de lo mismo. Lo dijimos cuando hasta en la izquierda creían que habría un cambio, que sería un gobierno de centro-izquierda ?sonríe?, nosotros nunca nos tragamos eso.
''Empezamos a hacer el cuestionamiento cuando todavía Fox estaba en lo alto de su popularidad y se nos revirtió. Vino un desgaste...''
-¿Usted midió que pasaría eso?
-¡Claro! Señalar lo que veíamos no fue producto de la improvisación. Teníamos que decidir y decidimos dejar bien claro, desde el principio, que hay dos proyectos de nación distintos, contrapuestos.
''En enero, febrero, cuando criticamos a Fox, pues se veía fuera de contexto, desentonaba. No era, entre comillas, políticamente correcto. 'Ya no eres candidato, ya eres jefe de Gobierno, compórtate'', je je jé... y al paso del tiempo las cosas se han venido aclarando.
''Había dos opciones: agarrarse de la mano de Fox y buscar un acuerdo de gobernabilidad, aunque eso no implicaba que se lograra, o fijar con claridad las diferencias. Hay mucha arrogancia e intolerancia en la derecha. Cada vez estoy más convencido de eso".
-¿Pero qué le convenía más a la ciudad, no a usted?
-El haber optado por precisar las diferencias. No se puede gobernar la ciudad sin fuerza, sin autoridad política. Un jefe de Gobierno debilitado, al que le faltan al respeto, es como una hoja seca. Pueden vernos con malos ojos, pero están aprendiendo a respetarnos. Eso acarrea beneficios...
''¡Imagínese! Si hubiéramos actuado de manera sumisa frente al gobierno federal, entonces ya nos hubieran obligado a aumentar el agua, el Metro...''
-¿Qué pasó con el aumento del Metro? ¿Se le enredó el debate con el subsidio al aumento de Liconsa?
-No, no era ni siquiera tema. Me hicieron una pregunta
y dije, como lo había hecho antes, que este año no habría
aumento. Será el año próximo, contesté y de
ahí se agarraron... plantearon que había incongruencia, porque
por un lado me oponía al alza de la leche y por otro hablaba de
alzas en el Metro. Esto me obligó a rectificar. Dije que haría
lo que la gente decidiera...
-Si somete a consulta un aumento al Metro, la gente dirá
que no...
-No necesariamente. Se parte de que el pueblo es irracional. Yo no creo eso. Si hace usted un gobierno transparente, si es buen administrador de los dineros del pueblo, porque eso somos los gobernantes, y explica la situación, ¿cómo no va a entender la gente? En diciembre vamos a valorar de acuerdo con la situación económica que impere...
-¿Qué se debe consultar y qué no?
-Se debe consultar la mayor parte de las decisiones. Soy partidario de la democracia participativa. La democracia no se agota en las elecciones. Claro que yo decido muchas cosas todos los días, pero ¿se imagina lo que significan aumentos al agua o al Metro para la economía de la gente en una circunstancia de crisis? ¿Por qué no consultar esas y otras medidas?
-Por eso le endilgan lo de ''populista''.
-Eso lo tengo resuelto desde hace mucho tiempo. Es un truco de la derecha el llamar populismo, paternalismo, lo que va para los pobres, y llamar rescate lo que va para los ricos. ¿Qué mella me puede hacer que me digan que no aumentar la leche 50 centavos puede ser populista, si conozco lo que sucedió con el Fobaproa, que ha sido el saqueo más grande que ha sufrido el país?
''No, no me quita el sueño que me digan populista. El pueblo no se traga todo. La gente nos ve de otra manera. Me da tranquilidad el hecho de apegarme a mis principios y gobernar a partir de convicciones. La gente de abajo nos apoya. Yo lo estoy midiendo constantemente''.
-¿Cree mucho en las encuestas?
-Sí, creo en ellas. Son instrumentos que sirven incluso para tomar medidas. No son los únicos, eh... debe haber un trato cotidiano con la gente. Eso es lo más importante.
-A veces parece que gobierna muy solo. ¿Dónde está su equipo? ¿Dónde su partido?
-El partido está en su lugar.
-¿No se necesita al partido para instrumentar...?
-Esa era la idea, ¿no? El gobierno tiene que llevar el acompañamiento del partido. No, el gobierno necesita principalmente el acompañamiento del pueblo. Sí me siento acompañado por mi partido pero, sobre todo, por la gente.
La alianza más importante es la que se hace con el pueblo
''La alianza más importante, la que debe ocupar a la izquierda es la que se hace con el pueblo. Esa es la que estamos construyendo. Y sobre el equipo, le diría que tengo un gabinete de primer orden, donde la inclusión de mujeres ha sido fundamental. Las mujeres son mejores para la política y para la administración pública. No ha sido fácil romper las inercias y echar a andar un gobierno compuesto por 320 mil personas''
-¿Cómo definiría su relación con la Asamblea Legislativa, con los delegados?
-Más difícil con la Asamblea, pero no conflictiva. Hay diferencias. Es natural. Me hacen señalamientos y yo tampoco me quedo callado. Por ejemplo, en el caso de la Ley de Etablecimientos Mercantiles, no hubo ninguna consulta con el Ejecutivo.
-Y las cosas parecen al revés, la derecha se ve liberal y la izquierda en la mochería, ¿no?
-Yo no soy mojigato. Hay un mar de fondo en eso. Esa ley fue impulsada por empresarios que se dedican a esos giros. No dudo que de buena fe, diputados de todos los partidos hayan visto bien el proyecto, pero a nosotros que la vamos a aplicar como gobierno, no se nos informa...
''Así como puede parecer natural que bares y discotecas cierren a las seis de la mañana, así también le diría que veo diario los partes policiacos y que 40 por ciento de los homicidios en la ciudad están vinculados al consumo de alcohol. Eso es lo que sopesamos. Nada que ver con las libertades y mucho menos con la libertad de géneros y la vida de cada quien''.
-¿No resulta agraviante que ante el problema de la inseguridad usted salga a decir que ya bajaron los índices...?
-La percepción de la inseguridad no cambiará fácilmente. Primero porque, en efecto, siguen siendo altos los índices delictivos, y después porque hay mucha difusión y hasta mercantilismo de la nota roja. En busca del raiting se exagera y se proyecta una imagen muy sórdida de la ciudad, y ésta no es la imagen real.
''El presidente Fox acaba de decir que en inseguridad, la ciudad de México está en primer lugar. Eso no es cierto. Miente. Lo puedo probar incluso con datos del gobierno federal... ocupamos el octavo lugar en el país.
''Espinosa dejó a los gobiernos perredistas un promedio de 160 robos de vehículo diario. Con el ingeniero Cárdenas y con Rosario bajó a 119. Ese fue el promedio del año pasado y ahora es de 106. Claro, no se siente todavía, hay que bajarlo más''.
-¿Entonces usted cree que no se refleja en los medios lo que hace? ¿Considera importante comunicar para gobernar?
-Muy importante y lo estamos haciendo. Se está comunicando, tenemos una estrategia, se informa. Le aclaro que no se trata de echarle la culpa a los medios, se trata de ubicar los problemas... En política hay que representar algo y a alguien, y eso se está logrando.
-Su gobierno ¿qué representa?
-La esperanza para la gente de abajo, para las mayorías, y es muy difícil que se perciba eso, que se entienda así.
-Y para las clases medias ¿qué?
-Estamos trabajando todos los días en garantizar la seguridad, en mejorar la convivencia. No puede haber armonía en la ciudad si la desigualdad es profunda, monstruosa... ¿Sabe por qué ha sido importante el programa de los adultos mayores? No por los 600 pesos, sino por la reivindicación. En nuestros tiempos se vive una crisis de valores, hemos dejado de ser fraternos, amorosos.
''Ahora la gente vive más, pero no necesariamente mejor, porque vive en el olvido, en la tristeza y eso, eso es como vivir a medias, es muy duro''.
-Pasando a otro tema, se ha dicho que de alguna oficina de su gobierno salió la información contra su antecesora Rosario Robles...
-¡Eso no es cierto! No tiene pies ni cabeza. Por un lado me hacen un señalamiento de ese tipo y por el otro me dicen que podría haber complicidad. Es un asunto difícil, complicado. Yo no hago política de esa manera. No tiro la piedra y escondo la mano. No lo hago por principio. No tendría autoridad y es un asunto de conciencia.
''Nos observan diariamente. No con lupa... con microscopio. Mis agarraderas siempre han sido las convicciones, los ideales, el decir la verdad. En este caso sale lo de Rosario y de inmediato el PAN, la derecha, lo toma de bandera y desde su perspectiva el blanco no era sólo Rosario, sino también nosotros.
''Llevo una buena relación con Rosario. Es cosa de hablar y aclararlo. Pero por ahí no es y Rosario lo sabe bien, me conoce''.
-La campaña publicitaria en cuestión a fin de cuentas también lo ayudó a usted...
-Mire, el mensaje que quería dar el PAN era: todos son corruptos. Les puede mucho que uno les recuerde su hipocresía una y otra vez. Los dirigentes panistas, casi todos, son de los que van a misa los domingos a confesarse para dejar el medidor en cero y poder subirlo en la semana...
-Después de esto ¿cómo queda Rosario? ¿Cómo queda usted? ¿Cómo queda su partido?
-El tiempo ayudará a aclarar. Se resolverá con apego a la legalidad. Eso no quiere decir que acaben las críticas. Hay una confrontación política evidente. Será difícil que haya tregua ?reconoce.
-¿Considera que los gobiernos perredistas de la ciudad saldrán bien librados?
-Sí, yo creo que sí. Confío en eso. Nosotros actuaremos siempre con transparencia. No haremos lo mismo que censurábamos. Siempre es preferible rectificar. El día que cometa un error grave, estoy dispuesto a dejar el cargo.
-Eso parece suicida...
-Si se refiere al acto de revocación de mandato, insisto en que cualquier gobernante debería someterse a él. ¿Cómo vamos a gobernar a la fuerza? No se puede gobernar esta ciudad sin el respaldo popular. No me asusta someterme a la decisión de la gente. Estoy seguro que cada dos años vamos a refrendarlo.
-Su recuento de estos meses...
-Hemos cometido errores. Hemos hecho, como el caso del Metro que comentábamos, declaraciones fuera de tiempo. Hay otras cosas que me duelen más. Por ejemplo, estamos apretando demasiado a la gente que vive en la economía informal sin darle opciones ni alternativas. No se puede aplicar el orden a secas. Esa es una posición conservadora. Debe haber un equilibrio entre orden y justicia.
-O cuando generalizó en el asunto de la corrupción en oficinas de la Tesorería...
-Me lo reclamaron y con derecho. Gente triste que me decía ''nos está estigmatizando a todos''... Hay cosas que me duelen ?dice y da por concluida la charla, no sin antes reiterar su convicción de que antes de que termine su gobierno ésta, la nuestra, será una ciudad más vivible.