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México, D.F. domingo 24 de junio de 2001
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Editorial
 
BALCANES: TERCER ROUND

SOLEl primer round en la estrategia balcánica empezó con el apoyo internacional al despedazamiento de Yugoslavia mediante la separación de Eslovenia y de Croacia, con las consiguientes "limpiezas étnicas" de serbios en Croacia y de croatas en Serbia, y con las atrocidades de la guerra en Bosnia-Herzegovina, donde serbios extremistas mataban croatas y "musulmanes", éstos a serbios y croatas y los ustachas croatas a todos los que se ponían a tiro. 

Esa primera vuelta se cerró con un acuerdo con Slobodan Milosevic, el líder serbio de la República yugoslava que, para mantener su popularidad y su poder, se alió con los ultranacionalistas serbios más reaccionarios. 

El segundo round fue la guerra en la región serbia de Kosovo, poblada por una mayoría de origen albanés y a la cual Milosevic le había quitado su autonomía, motivo de su rebelión. En apoyo a los independentistas partidarios de la Gran Albania se alineó entonces el débil régimen de Tirana, muy vinculado con el narcotráfico y la venta de armas en Europa y, por supuesto, Estados Unidos (el director de la CIA, Tenet, es de origen albanés) y los aliados de Washington e incluso, en segunda fila, los que entraron en la acción de la OTAN contra Yugoslavia en Kosovo para no perder posiciones en la región (como Francia o Rusia). 

Las fuerzas de la OTAN, que obligaron al ejército serbio a retirarse de Kosovo, apoyaron durante la guerra a los independentistas proalbaneses de esa región y los convirtieron después en policías, de modo que son cómplices de las "limpiezas étnicas" de serbios, gitanos, búlgaros y turcos que aquéllos realizaron, así como fueron cómplices del aliento al separatismo de las minorías albanófonas en Serbia, Macedonia y en todos los Balcanes. 

Esa segunda vuelta del combate en los Balcanes terminó con la derrota de Milosevic (y de sus aliados indirectos, Rusia, Francia, Grecia), con la instauración de un protectorado de la OTAN (o sea, de EU) en Kosovo, con una nueva ruptura virtual de la Federación Yugoslavia (alentando el separatismo de Montenegro que junto con Serbia constituye Yugoslavia) y con la posible entrega de Milosevic y de varios dirigentes nacionalistas serbios al Tribunal Penal Internacional de La Haya, que juzga los crímenes de guerra de los que molestan o molestaron a Estados Unidos. 

Ahora, el tercer round comienza con la posible "operación quirúrgica" (léase ataque militar de la OTAN durante algunos días) en Macedonia, donde el ejército de esa República está atacando a los terroristas y separatistas --macedonios de origen albanés o kosovares y ciudadanos albaneses-- que quieren ocupar la zona macedonia más cercana a Kosovo. 

En este conflicto, como en Bosnia y Kosovo, los intereses del narcotráfico (que transporta por los Balcanes la heroína procedente de Turquía), los del banditismo albanés (interesado en la venta de armas, el saqueo y la trata de blancas) y los de diversos grupos nacionalistas albaneses extremistas se mezclan con los intereses geopolíticos de Washington, que desea hacer pie en esta zona conflictiva del sur de Europa y crearle problemas a los países europeos para que no aprovechen las dificultades económicas estadunidenses, desarrollen su competencia con Washington y avancen hacia su unidad política. 

La OTAN, ese brazo armado de Estados Unidos en Europa, se prepara por consiguiente para atacar. Eso sí, en nombre de la paz y de la injerencia humanitaria. 

Esto plantea varias preguntas: ¿para cuándo el cuarto round?, ¿cómo separar esto del escudo estelar propuesto por Bush, que provocará una carrera armamentista y está dirigido contra Rusia y China?, ¿cómo separar todo esto del abandono que Estados Unidos ha mostrado del tratado con Rusia sobre la limitación de los cohetes nucleares? Y, por último, ¿cómo separarlo de las diferencias de la Unión Europea sobre los transgénicos y las subvenciones estadunidenses a las exportaciones y de la presión militar sobre China, evidente en el caso de Taiwán y los aviones espías?
 

 

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