Ť Hoy se conmemora el décimo aniversario luctuoso del pintor oaxaqueño

Buscar el crecimiento del Museo Rufino Tamayo, el mejor homenaje al maestro

Ť El recinto remodela sus salas desde el 17; el 23 de agosto se reabrirán con tres muestras, entre ellas el trabajo en papel del artista, explica Osvaldo Sánchez

MERRY MAC MASTERS

Hoy, hace diez años, falleció a los 91 años el pintor oaxaqueño Rufino Tamayo. Aunque su legado más visible son los murales que creó en varios sitios de la ciudad, quizá el regalo más grande fue el museo que lleva su nombre en el Bosque de Chapultepec, el cual alberga su colección de arte internacional.

Según Osvaldo Sánchez, director del recinto, el nombre del museo a veces confunde al público: "No es un museo sobre Tamayo, sino es de arte contemporáneo internacional. Uno de los aspectos específicos de su basamento histórico es promover la obra de Tamayo, hacer el acervo legitimador de esa obra, depositario del saber de esa obra. De hecho el museo no es el depositario importante de la obra de Tamayo. El Museo de Arte Moderno tiene más Tamayos que nosotros".

En la actualidad, el Museo de Arte Contemporáneo Rufino Tamayo, creado en 1981, pasa por un periodo de transición, al igual que otros recintos del Instituto Nacional de Bellas Artes, debido a los cambios de directiva y la elaboración de nuevas líneas de trabajo. El museo es dirigido desde el 28 de febrero por Sánchez, quien propone nuevos proyectos.

El 28 de junio se pensaba inaugurar en el recinto tres exposiciones, entre ellas Tamayo en papel, en la que por primera vez se mostraría la obra hecha en ese medio por el artista.

Por cuestiones internas del INBA, la apertura de esas muestras se pospuso al 23 de agosto, tres días antes del 102 aniversario del maestro.

Conmemoración con crecimiento

''Nos gustaría homenajear a Tamayo todos los días mediante el trabajo que hacemos", explica el historiador de arte de origen cubano, quien adelanta que en estos momentos se realiza una labor de "perfilar" el museo.

De hecho, el 17 de junio el recinto cerró sus salas, a fin de que recibieran una "manita de gato" pisos y paredes.

-¿Cuál es tu compromiso como director con la persona, la obra y los ideales de Tamayo?

-El compromiso con el maestro no es de tipo simbólico, sino con un gesto filantrópico de haber legado su colección. Es un compromiso profesional, no sólo con Tamayo, sino con la sociedad civil mexicana, con la comunidad artística y con los públicos de museos. Consiste en trabajar en todas las líneas que implica este museo, como es el acervo de Tamayo. También en tratar de sacar los libros que esperamos hacer, como lo es la publicación de los catálogos razonados de gráfica y de pintura. Otra línea sería itinerar más exposiciones de Tamayo.

Buscar el "crecimiento profesional" del museo, dice Sánchez, es otra manera de homenajear al oaxaqueño. Pero no es una labor a la que se le pone una fecha: "Es un trabajo sistemático y en eso estamos. Vamos a hacer algunos cambios internos que creo van a estar bien. Ese será el homenaje a Tamayo. A partir de allí empezar con un trabajo serio desde la perspectiva de mi equipo".

-¿Se va a mantener la sala dedicada a Tamayo?

-Respecto de esta sala hay mala información. No tenemos fondos de obra para mantener una sala de Tamayo tiempo completo. Primero, porque la obra es limitada y los propietarios la prestan también de manera limitada. Vamos a tratar de mantener esa sala dedicada a Tamayo o a la colección Tamayo. Ahora, por ejemplo, vamos a mostrar obra en papel. Después vamos a relacionar a Tamayo con lo prehispánico y luego con sus contemporáneos. Pero, eso tiene un límite, que es el acervo inexistente en este museo. En efecto, iremos haciendo revisiones sistemáticas de Tamayo y de su colección de arte contemporáneo.

El INBA cuenta con 49 obras, en su mayoría óleos, de Tamayo. Mientras el Museo de Arte Moderno tiene 34, el que lleva el nombre del artista 11 y el Nacional de Arte cuatro.

Juan Carlos Pereda, curador del recinto, apunta que el Museo Tamayo tiene dos dibujos más, así como otras tres obras gráficas. El Museo Nacional de la Estampa también tiene tres obras gráficas del maestro.

Respecto de los catálogos razonados, Pereda piensa que el de obra gráfica se concluirá primero.

"Estamos terminando de reunir información que nos faltaba. También tenemos que completar el archivo fotográfico. Todo se tomó de las obras originales", explica.

La idea es ofrecer una publicación impresa en papel y otra cibernética que "puedan ayudarnos a abatir el mercado de falsos".

Acerca de la exposición Tamayo en papel, que incluye más de un centenar de goauches y acuarelas, Pereda dice que tienen localizadas piezas con hasta 60 años de no exhibirse. También hay obra inédita. El conjunto, apunta, ofrecerá una lectura de que "no es el Tamayo que pinta al óleo".

En cuanto a otras exposiciones sobre el oaxaqueño, en estos momentos hay una de obra gráfica en la Casa del Lago. También se trabaja en una muy amplia para octubre en el Museo de Arte Contemporáneo de Sinaloa. Asimismo, hay una invitación para una en un museo de Nevada para 2004.

Mientras en la actualidad no hay ninguna petición de obra de Tamayo para el extranjero, el museo tiene prestado en Europa varias piezas de la colección que hizo el maestro.