DOMINGO Ť 24 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Comenzó Juan Pablo II su polémica gira de cinco días por Ucrania

Pide el Papa perdón a los ortodoxos en Kiev

Ť Fue recibido en el aeropuerto por el presidente Kutchma; su visita dividirá, dicen prelados

AFP, AP, DPA Y REUTERS

Kiev, 23 de junio. El Papa Juan Pablo II pidió perdón este sábado a los ortodoxos por "los errores cometidos contra ellos en el pasado remoto y reciente" y afirmó que no llegó a Kiev con la intención hacer "proselitismo", en el primer día de su visita a Ucrania, y que transcurrió sin incidentes.

Así, rechazó formalmente la acusación lanzada contra la Iglesia católica por el pa-triarca ortodoxo de Moscú, Alexis II, ferozmente opuesto a la visita papal a esta ex república soviética de mayoría ortodoxa.

Este reproche de proselitismo fue acogido con asombro, y rechazado por la Iglesia lo-cal, que declaró que no ha hecho ninguna promoción del catolicismo en público.

"Vengo con amor", buscando reconciliar las amargas divisiones entre su grey y la Iglesia ortodoxa que han empeorado desde ukraine_pope la caída de la URSS", declaró el Papa.

Como lo hizo el mes pasado en Grecia, Karol Wojtyla, dijo que católicos y ortodoxos deben perdonarse las ofensas mutuas que se hicieron desde el cisma de 1054, que separó a las iglesias ortodoxa de Oriente y cristiana de Occidente.

Asimismo, afirmó que Ucrania "tiene una clara vocación europea".

Wojtyla fue recibido en el aeropuerto de Kiev por el presidente Leonid Kutchma, quien señaló: "Ucrania acoge a un luchador indomable de los derechos y de la dignidad del hombre y a un líder del alma, no para arreglar cuentas con el pasado, sino para girar hacia el futuro", y añadió que la visita significa para Ucrania un paso más en su acercamiento a la Unión Europea.

Por su parte, Alexis II, quien decidió viajar a Bielorrusia en las fechas que corresponden a la visita de Juan Pablo II, reafirmó su oposición a la presencia del Papa.

La Iglesia ortodoxa ucraniana, fiel al patriarcado de Moscú, denunció como "un engaño e hipocresía" las declaraciones del Papa, quien pidió perdón a los ortodoxos.

Alexis II señaló que la visita no aportará "cierta distención" en las relaciones entre "las diferentes confesiones de Ucrania, sino que las hará más difíciles".

Poco antes de la llegada de Juan Pablo II, el "metropolita" (arzobispo) Vladimir, la máxima autoridad de la Iglesia ortodoxa de Ucrania, dijo a la televisión rusa que no se reuniría con el Papa.

"Si nos abrazamos e intercambiamos un beso fraternal, mientras los problemas subsisten y el pueblo sufre, eso sería traicionar a los ortodoxos", afirmó.

Círculos próximos al Vaticano aseguraron que el Papa polaco estaba disgustado por la cancelación del encuentro.

En el terreno religioso, Ucrania es un país dividido como ningún otro. Tres iglesias ortodoxas y dos católicas se reparten junto a otras comunidades religiosas los cerca de 50 millones de almas del país.

Asimismo, los medios políticos se encontran divididos ante la visita de Juan Pablo II y, mientras el jefe de los socialistas ucranianos, Alexandre Moroz, saludó su llegada, el líder del Partido Comunista, Petro Si-moneko, se pronunció en contra porque "no contribuirá en nada a la solución de los problemas de Ucrania".

Mientras tanto, el último líder soviético, Mijail Gorvachov, manifestó hoy en Moscú su deseo de que haya más "comprensión entre el Papa y los ortodoxos", y deseó "que la comprensión entre la Iglesia ortodoxa y el Papa aumente".

Los fieles de la Iglesia ortodoxa consideran a la católica local como un caballo de Troya de un ejército religiosos dedicado a cazar almas ortodoxas, en un mundo poscomunista donde ya existe libertad religiosa.