DOMINGO Ť 24 Ť JUNIO Ť 2001
 
Ť Escenas de conmoción y llanto entre los cubanos que asistían a la manifestación

Alarma por un "ligero desmayo" de Fidel Castro durante un mitin

Ť Diez minutos después de abandonar el podio, volvió para asegurar que estaba "bien" y "entero"

Ť La salud del presidente es un asunto que "nos preocupa mucho", dijo una fuente diplomática

AFP, DPA, AP Y REUTERS

La Habana, 23 de junio. El presidente cubano, Fidel Castro, sufrió hoy un "ligero desmayo" cuando pronunciaba un discurso de más de dos horas ante unas 60 mil personas, lo que provocó conmoción y escenas de preocupación y llanto entre la gente que se encontraba cerca de la tribuna.
Castro malito
Castro, de 74 años de edad, quien hacía una encendida defensa de los cinco cubanos condenados en Miami por espionaje e instaba a Washington a rectificar, regresó unos 10 minutos después para asegurar a sus seguidores que se encontraba "bien" y "entero" y prometió que por la noche terminaría el discurso.

"Estoy bien, no se preocupen. Vamos a terminar el acto, lo termino hoy por la tarde en la mesa de las seis, esto no se queda así; descanso, duermo unas horas porque la verdad es que anoche no dormí nada, buscando papeles, datos, todo eso", pero, insistió an-tes de retirarse, "nos vemos en la noche, gracias y hasta luego".

Ocho horas más tarde de haber sufrido el ligero desfallecimiento, Castro reapareció en los estudios de televisión para concluir su discurso, en medio de los aplausos de los comentaristas presentes.

A su vez el diario oficial Granma, en su edición digital, comentaba que con "su espíritu indoblegable de años de guerrillero", el comandante se sobrepuso.

El acto se celebraba en el barrio habanero de El Cotorro, el cual había empezado por la mañana, pero cerca del filo del mediodía cuando pegaba un sol agobiante, se vio por la televisión estatal co-mo Castro inclinaba la cabeza so-bre los micrófonos, en momentos en que vacilaba en sus palabras y su voz se tornaba ronca.

Parecía que el comandante ha-bía buscado aliento para continuar la alocución.
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Su malestar fue percibido por el vicepresidente Carlos Lage y por el secretario particular Carlos Va-lenciaga, quienes junto con otros escoltas se precipitaron para auxiliar al presidente y llevarlo luego atrás del podio, ante el desconcierto de la multitud.

Llanto y preocupación

"¡Fidel, Fidel!", gritó la gente ante el trance del jefe de Estado y poco después cuando regresaba, mientras algunas mujeres vertían lágrimas y muchos se precipitaban ha-cia adelante.

Pero el canciller Felipe Pérez Roque tomó rápidamente el mi-crófono y llamó enérgicamente a la multitud a la tranquilidad: "Cal-ma, les pido calma".

La televisión estatal dijo que Castro había sufrido una "fatiga", mientras que Roque pedía calma en nombre del Partido Comunista y del gobierno y explicaba que "el compañero Fidel ha tenido obviamente, en medio del calor y del sobrehumano esfuerzo hecho por él en estos últimos días, un mo-mentáneo descenso".

Castro, que vestía su tradicional uniforme verde olivo y que regresó con una gorra que no traía, se vio demacrado cuando explicó que estaba "bien".

Sin embargo, una fuente diplomática que pidió el anonimato comentó que la salud del líder cu-bano siempre es un asunto que "nos preocupa mucho".

Antes del incidente de quebranto de su salud, Fidel Castro había demandado a Estados Unidos que rectifique en el caso de los cinco cubanos condenados por un tribunal de Miami por espionaje, al ad-vertir que "o rectifican o el costo político y moral será impagable" porque ésta es una prueba difícil para "el imperio".

Aseveró que la acusación, efectuada hace ocho meses tras las primeras imputaciones, "la de conspirar para asesinar", que es "algo que le vino a sus mentes pérfidas para hacerlos acreedores de una falta que también es capaz de sensibilizar las opiniones de muchas personas en el mundo, incluso muchos estadunidenses".
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Pero afirmó que "esa acusación la haremos polvo", porque "no saben el enredo en que se han me-tido al hacer estos planteamientos ridículos sobre cuestiones de se-guridad y sobre supuestos delitos de nuestros compatriotas, que desde las entrañas del monstruo y con riesgo diario de sus vidas protegen a su pueblo".

De este modo alegó la inocencia de los cinco jóvenes, a quienes calificó de "patriotas", con relación a las imputaciones asociadas al derribo de aviones sobre territorio cubano y que, dijo, fue provocado por ellos mismos, los anticastristas de Miami.

El trabajo de ellos era, acotó Castro, evitar actos de terrorismo contra la isla.

Si bien dijo que la inocencia de los cubanos es total y que lo probarán, en medio de fuertes presiones sobre la jueza del caso, admitió el mandatario que no será fácil y podría demorar años.

No obstante, el presidente cubano insistió en que su gobierno traerá de regreso a esos compatriotas y acusó a Washington de complicidad en los atentados terroristas de los exiliados contra Cuba.