DOMINGO Ť 24 Ť JUNIO Ť 2001
José Antonio Rojas Nieto
La burbuja del gas natural
ƑRecuerda usted que en enero se pagó el gas natural a 3 mil pesos por mil metros cúbicos, es decir, tres pesos por metro cúbico? ƑRecuerda que esto fue un reflejo de la elevación del precio de referencia del sur de Texas, que la última semana de diciembre casi alcanzó 10 dólares por Btu (British Thermal Unit)? ƑTiene memoria de las graves implicaciones de esta elevación en el precio no en el costo, y el gran revuelo que causó y que condujo al establecimiento de una cobertura de cuatro dólares por millón de Btu durante tres años? ƑSe acuerda de todo eso? Bueno, pues más allá de aclarar que por las equivalencias entre Btu y metros cúbicos (mil metros cúbicos de gas seco mexicano tienen aproximadamente 35 millones de Btu) poco más de nueve dólares por millón de Btu se tradujeron en poco más de 3 mil pesos por mil metros cúbicos, sí, más allá de eso, es bueno saber que esta última semana de junio el precio del gas natural está cerca de promediar tres dólares con 75 centavos por millón de Btu, por lo que, con el loco tipo de cambio que tenemos, es muy probable que el precio del gas mexicano en julio -sin IVA- se ubique en unos 900 pesos por mil metros cúbicos, por debajo de los mil 100 pesos del mes de junio. šQué bueno que ya bajó! Pero, Ƒahora que los precios están incluso por debajo del precio de la cobertura de cuatro dólares podemos esperar que las empresas que ingresaron a una profunda crisis puedan recuperarse y de nuevo retomar una sólida dinámica productiva? Y los de la cobertura Ƒdesearán seguir?
Recuerdo mucho, muchísimo, a los poco más de 100 obreros accionistas de la Unión de Productores de Vidrio (Provisa) que tenían su pequeña industria en Coacalaco, estado de México, productora de vidrio capaz de competir con las grandes del ramo, pero a la que le resultó insuficiente la cobertura porque no alcanzaron a realizar sus transformaciones productivas. Hoy, por cierto, cerca de 50 de aquellos producen ventanas y esperan tiempos mejores para abrir un pequeño horno, ahora, y reabrir su proceso de producción de vidrio en mayor escala después.
Pero la pregunta subsiste: Ƒqué hacer frente a una mercancía cuyos precios registran estos bandazos? ƑQué política seguir cuando, teóricamente, tenemos producción interna a muy buen costo? Cierto, no podemos estar seguros de que el costo de oportunidad de los próximos meses se encuentre por debajo de la cobertura de cuatro dólares por millón de Btu. Y, sin embargo, hay razones para creer que no se dará otra burbuja similar a la del invierno pasado, merced a las actuales condiciones del mercado en Estados Unidos. Pero, si así fuera, qué hacer con los bandazos de precio. ƑSoportarlos? ƑVivir con ellos? ƑQué, en verdad, debemos hacer? No está claro que, por sobre todas las cosas, debamos seguir teniendo un precio interno vinculado al costo de oportunidad. Ya no es tan cierto que tenemos capacidad para incidir en el mercado estadunidense, específicamente en el del sur. Día a día nuestra capacidad productiva es menor respecto a nuestro consumo; y día a día, por el contrario, el mercado vecino incide en el nuestro por las crecientes necesidades de importación. Y es que salvo un cambio radical en la política de financiamiento de la expansión de Pemex -que supone un cambio fiscal integral y no la publicitada apertura a los inversionistas privados extranjeros- nunca superaremos el bache de nuestra insuficiencia en gas natural. Descontando el consumo de Pemex, pronto superaremos los 2 mil millones de pies cúbicos diarios y pronto llegaremos a 3 o 4 o hasta 5 mil millones al día. Lo que se haga en el sector Eléctrico es clave para ello. Y para colmo también nuestros vecinos reconocen ya su severo problema productivo y sus limitaciones de almacenamiento; por ello no responden fácilmente al ritmo de su creciente consumo, sobre todo en el invierno, en el que ya han llegado a consumir 82 mil millones (billones estadunidenses) de pies cúbicos al día. Bueno, el problema está planteado. Por lo pronto, que los que puedan disfruten un gas de 90 centavos y ya no de tres pesos por metro cúbico en julio. Y no me refiero a los industriales, sino a las miles de familias enfrente de cuyas casas ya se perforan las banquetas para sustituir gas natural por el licuado de los tanques móviles y estacionarios. Y, por cierto, de dónde saldrá ese gas cuya venta promete grandes negocios a las distribuidoras privadas. ƑDe dónde?