DOMINGO Ť 24 Ť JUNIO Ť 2001

Ť El avance del capital foráneo implica ceder a intereses de las oficinas centrales

Renunció México a ejercer soberanía en el sistema de pagos: Silva Herzog

Ť Persiste el rezago en la oferta de servicios financieros a la población

ISRAEL RODRIGUEZ J.

Jesús Silva Herzog, quien como secretario de Hacienda fue protagonista de la nacionalización de la banca en septiembre de 1982, alertó sobre el peligro del avance del capital extranjero en el sistema de pagos mexicano: "siempre las políticas bancarias serán regidas de acuerdo con los intereses de las casas matriz de los bancos extranjeros, que no necesariamente son coincidentes con los intereses nacionales".

Es "lamentable y triste" que las políticas crediticias de México vayan a ser dictadas, en un futuro, por los bancos extranjeros, comenta.

Las economías controlan los sistemas financieros

Silva Herzog Flores, quien fuera secretario de Hacienda en los sexenios de José López Portillo y en la primera parte del de Miguel de la Madrid, comentó a La Jornada que en las 15 economías más importantes del mundo los gobiernos mantienen el control sobre la mayor parte de su sistema bancario, en los que la mayoría del capital se encuentra en manos nacionales, y las únicas excepciones son México y Finlandia.

"Es lamentable que en aras de la globalización digan las autoridades que todo se tiene que internacionalizar, porque somos el único país que lo ha hecho y esto es verdaderamente triste, es triste la enajenación que hemos hecho de nuestro sistema de pagos".

Recordó que hace algunos años un banco japonés pretendió comprar una firma financiera estadunidense como el Bank of America o el Chase Manhattan Bank y las autoridades de Estados Unidos negaron esa posibilidad. Lo mismo, dijo, ha sucedido en Inglaterra, España, Francia, Alemania, Japón, Corea e incluso en Brasil.

Herzog Flores criticó la fusión entre el Banco Nacional de México (Banamex) y el estadunidense Citigroup al considerar que los beneficios de esta compra para la sociedad mexicana será que "a lo mejor nos den una segunda tarjeta de crédito", dijo en tono de sorna.

Capital extranjero no es sinónimo de eficiencia

Actualmente los bancos extranjeros que tienen presencia en México y acaparan en conjunto 80 por ciento del mercado son: Banco Santander Central Hispano (España); Citibank ( Estados Unidos); Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (España); Bank Boston (Estados Unidos); ABM Amro Holding (Países Bajos); Shanghai Banking Holdings PLC (Reino Unido); Chase Manhattan Corp ( Estados Unidos); Bank of Nova Scotia (Canadá) y Bank of Montreal (Canadá).

Banco Bilbao Vizcaya Argentaria-Bancomer, por su parte, reconoce que la bancarización, un término que relaciona la cobertura de los diferentes servicios proporcionados por los bancos a la población, en México está muy por abajo de países como el Reino Unido.

Aun con la presencia mayoritaria de la banca extranjera en México, el crédito no se ha reactivado y solamente en el año 2000, la cartera de crédito total de la banca se contrajo 4.7 por ciento en términos reales. Los servicios no han mejorado sustancialmente.

En México existe un cajero automático por cada 5 mil 583 personas, mientras que en Gran Bretaña hay un cajero por cada mil 867 habitantes. "La población por cajero en México es un poco menor que en Chile y mucho menor que en Argentina y Tailandia".

México, asimismo, está rezagado también en el número de sucursales con respecto a Estados Unidos, Italia o España. En 2000 el número de sucursales disminuyó debido a la racionalización que se llevó a cabo. Existen en México 7 mil 838 sucursales, comparadas desfavorablemente con España, con 39 mil 47 sucursales; Estados Unidos, con 86 mil 272, e Italia, con 28 mil 175.

En México había hasta el año pasado una sucursal bancaria por cada 12 mil 427 habitantes, mientras en España la relación fue de una sucursal por cada mil 20 personas; en Estados Unidos una por cada 3 mil 192; Italia, una por cada 2 mil 54 y en Argentina una sucursal bancaria por cada 8 mil 608 habitantes.

Ť Auditan a Atlántico

ISRAEL RODRIGUEZ J.

Después de inyectarle 18 mil 67 millones de pesos en los últimos cinco años a Banco del Atlántico para absorber pérdidas y capitalizarlo, el IPAB logró llegar a un acuerdo con banco Bital -quien lo administra desde hace tres años- para realizar una auditoría en la que se determinará el monto final que el instituto tendrá que suministrarle de manera adicional y que de acuerdo con analistas del mercado oscilará entre 5 mil y 13 mil millones de pesos.

Banco del Atlántico, propiedad del IPAB, tiene un valor neto de 3 mil 69 millones de pesos como resultado de activos adquiridos netos por 8 mil 989 millones, menos 5 mil 920 millones de pesos en reservas preventivas.

El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) aseguró que el monto de los apoyos a esta institución estarán dentro de los límites fijados en el artículo noveno transitorio, en el silva_herzog88 que se establece que el instituto deberá evaluar, auditar y, en su caso, concluir el saneamiento financiero de Banco del Atlántico. Reticente a dar una cifra estimada del monto de capitalización, el IPAB se concretó a informar que este banco concluirá con un "pagaré grande".

El IPAB reveló que se realizará una invitación restringida a despachos de auditores de probado prestigio y solvencia moral---como Ruiz Urquiza, Arthur Andersen y Mijares, Angoitia, Cortés y Fuentes- para realizar la auditoría que será avalada por la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo. Los resultados de la convocatoria conocida como "lista corta" en la que participarán los despachos seleccionados se dará a conocer en un mes, para posteriormente contar con 45 días para informar los resultados de la auditoria

Capitalización por el IPAB

El extinto Fondo Bancario para la Protección al Ahorro (Fobaproa), ahora IPAB, realizó capitalizaciones a Atlántico desde el 30 de septiembre de 1995 por un monto de 12 mil 897 millones de pesos, que genera intereses capitalizables trimestralmente a una tasa de Cetes a 91 días menos 1.35 puntos a partir del primero de abril de 1999 al vencimiento, liquidables junto con el principal el último día hábil bancario de septiembre de 2005.

Posteriormente, se firmó un pagaré total por 6 mil 8 millones de pesos, el 30 de junio y 31 de diciembre de 1996, que generan intereses capitalizables trimestralmente a una tasa de Cetes a 91 días más 2 puntos durante tres años a partir de la fecha de suscripción y por los años subsecuentes de Cetes a 91 días menos 1.35 puntos hasta la fecha de vencimiento, liquidables junto con el principal el último día hábil bancario de junio y diciembre de 2006, respectivamente.

Además de otros pagarés denominados tramo Atlas, suscritos el 30 de junio y el 9 de octubre de 1996, por un total de 320 millones de pesos, que genera intereses capitalizables trimestralmente a una tasa de Cetes a 91 días con vencimiento en 2006.