DOMINGO Ť 24 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Queremos que nos escuchen los que controlan los ejércitos, dicen indígeneas
"No sé qué nos ve el gobierno, que nos chinga mucho"
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
municipio autonomo ricardo flores magon, chis., 23 de junio. "Queremos que nos escuchen los que controlan 'los ejércitos', pero no entienden", dice un hombre de pasamontañas que se presenta como presidente del concejo municipal autónomo, pero omite decir su nombre. Este es uno de los municipios zapatistas más proscritos desde que el gobernador Albores lo "desmanteló" en 1998 con la fuerza pública, en Taniperla, y encarceló en Cerro Hueco a las autoridades autónomas de entonces.
La situación no ha cambiado. "No sé qué nos ve el gobierno, que nos chinga mucho. Se calman un poco las provocaciones con la publicación de nuestras denuncias, y luego otra vez. Cada vez peor. Los indígenas no pueden aguantar así mucho tiempo. Nos presionan en todos los rincones de nuestro municipio.
"Se ha incrementado bastante la presión después de que se rechazó por nosotros la iniciativa de ley", dice, y lo ilustra: "ayer empezaron movimientos militares de Taniperla a San Caralampio y San José, donde no hay carretera. Las tropas se están metiendo en los caminos, llegan en las comunidades de montaña, en las milpas. Apenas hace rato tuvimos aquí y otras comunidades un sobrevuelo de helicóptero, el primero del año, con un aparato de dos hélices que no habíamos visto. Parece de combate".
El representante autónomo refiere los nuevos patrullajes en El Paraíso y el retén militar dentro de una brecha que viene de la carretera fonteriza, que los indígenas llaman "internacional". Han visto a los soldados escondidos en la montaña. Considera "grave" el crecimiento de la posición del Ejército en el ejido Cintalapa, en los límites de la reserva de la biosfera. "Ya no es un puesto nomás. Lo quieren componer para cuartel grande. Y todo por allí lo patrullan bases de operaciones de Cintalapa. Entran a Santo Domingo por Arroyo Granizo y colocaron retén en Palestina".
En un recorrido por el vasto municipio zapatista, La Jornada confirmó abundantes patrullajes y una gran actividad castrense en Cintalapa, El Ocotalito, El Paraíso, Monte Líbano hacia Taniperla, y en los caminos dentro de la reserva de la biosfera, territorio tzeltal, lacandón, tzotzil y chol al que se le niega sosiego de manera sistemática y creciente.
"No nos hacen caso"
"El principal problema que vemos como concejo autónomo es que no nos hacen caso. No se compara lo que pasa en la realidad con lo que andan diciendo los del gobierno", agrega. Lo acompañan, sentados en la misma banca de tabla que el presidente, otras cuatro autoridades municipales. Todos de pasamontañas. Solemnes, en cierto modo. Una mujer, la persona mayor del grupo, viste un bello huipil floreado, y habla sólo en tzeltal. Traduce el presidente del concejo:
"La compañera no lo habla en español, pero dice de las malas acciones de los soldados. Las más principalmente molestadas son las mujeres. Cuando se pusieron en Mariscal, Flor de Cacao y Paraíso, molestaron a las compañeras y los niños en el río. Las mujeres otra vez no pueden salir tranquilas. Estamos muy inconformes con los movimientos de 'los ejércitos'. Todavía aguantamos un poco, pero ellos nos llevan a la provocación. No pueden obligarnos para aguantar la chinga".
Ricardo Flores Magón, uno de los municipios autónomos más extensos de Chiapas, es una de las circunscripciones de la selva con mayor número de comunidades zapatistas. Va de la sierra Cruz de Plata y la cañada del río Perla hasta el otro lado de Montes Azules, donde la sierra Cojolita baja al río Usumacinta en la frontera con Guatemala.
En Taniperla, los soldados salen diario del cuartel, vestidos de civil, y se meten en la comunidad para interrogar y vigilar. "Están al tanto del pueblo", indica el representante indígena. "Entre el crucero de Monte Líbano y El Ocotalito (dos grandes bases militares), hay tres o cuatro patrullajes diarios. Ya empiezan a revisar los carros. Lo que nos hacen no es conveniente".
Según las autoridades autónomas, uno de los pretextos de la actividad militar es que persiguen asaltantes que hay en la zona fronteriza de Chancalá. Ya en la zona fronteriza no agarran asaltantes, pero molestan y revisan a las mujeres. En la reserva de la biosfera han instalado un puesto, en Laguna del Suspiro. "Entraron en las casas de la comunidad el día 18, ofreciendo fruta, perros, medicinas, 24 soldados. Nomás nos vienen a burlar".
Sobrevuelos ayer y hoy en Ojo de Agua, San Jacinto, Culebra, Tierras y Libertad, Puente Tulijá, Caribal, Taniperla. Desde que el Ejército Mexicano dejó Roberto Barrios, aumentó la posición en San Jerónimo. "Hasta priístas de Yomlej no están de acuerdo. En territorio de Flores Magón hay 11 posiciones del Ejércirto y una de la PGR".
Y termina sin ironía: "nunca agarran narcotraficantes, pero bien que molestan la gentecita. Los judiciales de Peña Limonar no agarran ladrones tampoco. El otro día unos campesinos se machetearon enfrente de ellos, y no hicieron nada. Están para desmoralizarnos. Sólo. Tenemos mejores formas nosotros. Por el lado de Tuliujá hay un problema entre PRI y bases de apoyo, pero se dialoga y hay solución. Es lo que no quieren permitir 'los ejércitos'. Pero lo hacemos. En nuestra resistencia no queremos pelear con hermanos indígenas".