TIEMPO DE BLUES
El público sabe cuando eres bueno: John Lee Hooker
Ť Raul De La Rosa
''Oí a papá decirle a mamá:
deja al niño hacer boogie,
porque lo trae dentro
y tiene que salir"
15 DE OCTUBRE de 1978. Hotel Diplomático. En la habitación un radiador. La televisión en la Serie Mundial y John Lee Hooker en mangas de camisa y chaleco, su acostumbrada pipa y su sombrero.
RR- ¿Cuál ha sido tu impresión de esta primera función que diste en el Teatro Ferrocarrilero?
JLH- ¡Preciosa! Aunque no es la primera vez que me presento ante un público que no habla inglés, sé que aunque no entiende las letras, oye y siente el sonido y el ritmo de la voz. Realmente todos le entraron. Sé lo que me espera cuando llego a un escenario: el público sabe cuando eres bueno y cuando eres malo. Algunos asistentes quizá ya me conocían porque han comprado mis discos -y, por cierto, también saben cuando el disco es bueno y cuando el cantante no es bueno-, por eso yo no sentía ningún temor. La experiencia fue increíble, un público como pocos.
RR- Sólo unos cuantos bluesmen conocidos viven del blues, ¿es fácil vivir de esta música actualmente?
JLH- Durante un tiempo fue muy duro, pero ahora -y no sé cómo ocurrió- gano buen dinero, no me falta trabajo. Me llaman, sobre todo, de Europa y Canadá. En los cincuenta y en los sesenta el blues tuvo mucho auge en EU, luego tuvo un descenso. Cuando esto sucedió, en Europa comenzó un auge del blues.
''En Chicago por ejemplo, hay muchos cantantes de blues, demasiados clubes. Y hay muchos cantantes sin nombre, pero muy buenos, y los dueños los contratan por poco dinero. Y claro, la gente va porque quiere escuchar blues. Los dueños entonces dicen que de todas maneras llenan el local, ¿para qué pagar grandes sumas si se puede conseguir gente no tan conocida por menos dinero? Es muy difícil para los jóvenes en Chicago, no tanto en California. Donde yo vivo soy prácticamente el único cantante de blues en el área.
RR- ¿Qué es el blues?
JLH- El blues es la única verdadera música. El blues no se escribe en los libros, hay que sentirlo, tiene que venir del corazón y del alma. Esto no lo puedes escribir en un papel (dice Hooker llevándose la mano a la altura del corazón). Es un sentimiento. Si vas a la escuela y aprendes a tocar el piano o la guitarra, te enseñan las notas, no los sentimientos. Si quieres sentir, hay que dejar el libro.
''Algunos lo hacen por dinero, yo no lo hago siempre. Yo amo al blues, es mi vida. Cuando escribo las letras de mi blues, éstas te dicen algo, te cuentan algo, pero a la mayoría de los cantantes de rock no los puedes oír, la música es tan fuerte. Solamente les veo la boca, no sé lo que están diciendo, a veces las palabras no significan nada. Cuando la gente te viene a ver, quiere escuchar lo que dices y cómo lo expresas''.
RR- ¿Crees que un cantante de blues, al comercializarse, pueda perder parte de su feeling?
JLH- Yo puedo sentirme mal, pero cuando subo al escenario soy otro, cambio. Sé por qué estoy ahí, sé que la gente pagó por verme. Una mala presentación y las noticias malas viajan mas rápido que las buenas.
''Tal vez no me quede mucho tiempo en el stage, pero mientras esté ahí voy a hacerlo bien. Aunque me sienta mal, me digo a mí mismo que no me voy a morir allá ante ellos. Cuando empiezo a cantar y a tocar, se me quita esa enfermedad, no sé quién me la quita, tal vez Dios. La otra noche, por ejemplo, me estallaba la cabeza, pero nadie lo sabía, sólo Dios y yo. Seguramente era la altura, no enfermedad mental, pero cuando salí al escenario, sabía lo que tenía que hacer y ya no lo sentí. Despues de haber finalizado, me volvió el dolor.
''Como este hombre (se refiere a John García, primera guitarra de John Lee Hooker y quien fue toda una revelación. Hacía tiempo que no oía un guitarrista tan excelente). Le pone todo a su actuación, no está ahí para presumir de sí mismo y de su guitarra. El toca lo que siente, no me lo dice, pero sé que lo siente. No esta ahí para favorecer a su ego. Estoy muy orgulloso de él.'
RR- ¿Qué pensaste cuando te dijeron que vendrías a México para un festival de blues?
JLH- Nunca había estado aquí, pero como te dije, ya había actuado para públicos que no hablan inglés y entienden el sonido, la voz, el sentimiento, el ritmo. Quiero a la gente, me gusta hablar con ellos, firmar autógrafos, llegar a conocerla... me gusta esto.
''Me agradó la idea de venir porque quería conocer la ciudad. Me habían platicado mucho de ella; espero regresar en el futuro, pero cuando no haga tanto frío'' (risas).
Esta entrevista fue publicada en la revista Melodía 10 Años después, en 1978.