SABADO Ť 23 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Inició gira en Italia para promocionar su disco Próxima estación: Esperanza

Las protestas antiglobalización, imposibles sin Chiapas: Manu Chao

Ť El mensaje del subcomandante Marcos le dio la idea para el nombre de su segundo material

Ť Se presentará en México en la tercera emisión del festival Vive Latino, a finales del año

AFP Y LA HAINE

Cerca de 100 mil personas asistieron el jueves por la noche en Milán al concierto del cantante francoespañol Manu Chao, que hizo subir al escenario a militantes antimundialización, que llamaron a manifestarse contra la cumbre del G8 (Grupo de los Ocho) prevista el mes próximo en Génova.

radio bembaUna decena de militantes subieron al escenario, instalado junto a la catedral de Milán y tomaron la palabra para "invitar a todos los zapatistas" a manifestarse en Génova. "Hundamos el G8", clamaron.

El cantante, que se encuentra en Italia en el marco de una gira sucesiva a la salida de su nuevo disco Próxima estación: Esperanza, rehusó asumir el papel de embajador del "pueblo de Seattle".

"Yo soy embajador de mí mismo y de nadie más", dijo al diario La Stampa.

Por otro lado, en la ciudad de México se lanzó el segundo disco como solista del ex líder de Mano Negra, el cual contiene 17 de las aparentemente sencillas pero elaboradísimas rolas de Manu Chao y Radio Bemba. En la presentación se proyectó un video documental con tomas godardeanas del cantante, donde se muestra su convivencia con inmigrantes en un campamento de Celta, donde los africanos esperan "para entrar a la mítica Europa a encontrar trabajo"; en él habla de sus inicios como músico y sintetiza su pensamiento universal.

Por cierto, se adelantó que Chao llegará a México para tocar en el festival Vive Latino, en su tercera emisión, a finales de este año.

www.rebelion.org

Pero dejemos que el propio Clandestino, Manu Chao, converse con el lector en este extracto de una entrevista que apareció en la página www.rebelion.org:

"La idea del título -del disco- viene del recuerdo de una voz. La voz metálica y femenina del aviso que se puede escuchar en el metro de Madrid cuando se anuncia, justamente, que la próxima estación se llama así: Esperanza."

Pero además, para Manu Chao la expresión sincretiza una idea que da vueltas en su cabeza desde que conoció el mensaje del subcomandante Marcos en Chiapas y más precisamente desde su última visita a México. "Estos tíos fueron los primeros que me mandaron a mí ese mensaje antiglobalización y todo este tinglado. Eso me vino de Chiapas, como europeo que soy. Creo que no hubieran existido las protestas de Seattle, Quebec, Porto Alegre y, dentro de poco, Génova y Barcelona, sin Chiapas. Todas ellas son estaciones de la esperanza."

Luego agrega: "Quiero quedarme unos días en casita. Tengo que dedicarle un tiempo a mi novia, que si no me va a pegar el raje, tío".

Para el cantante francoespañol, el grave problema del llamado Primer Mundo es que se está haciendo viejo: "Supuestamente Europa y Estados Unidos están luchando contra la inmigración, pero el norte necesita de una juventud que no tiene. ¿Por qué están viejos? Porque no follan. Pero si no llega gente a trabajar a Europa, el Estado no puede pagar la jubilación. En eso hay mucha hipocresía''.

Y agrega: ''Es evidente que el Primer Mundo necesita gente de afuera, pero lo prohíben porque la quieren sin papeles. Esa gente no se puede sindicalizar, no puede abrir la boca y pueden ser tratada como esclava, lo que le permite a Europa ser competitiva con Taiwán''.

Sigue sin poder comprender muy bien qué efecto suele producir su presencia en Latinoamérica: "Me doy cuenta de que soy un punto de encuentro y que mucha gente cristaliza alrededor nuestro. Donde estamos llega mucha peña. Eso lo he notado por todos lados. Esa energía nos cargó las pilas para la gira, pero también nos genera cierta responsabilidad. No sé muy bien qué hacer con eso. Lo mejor es ir avanzando, haciendo cosas.

Porque si cada vez que vamos a hacer algo pensamos en lo que esperan los demás, entonces no vamos a hacer nada. Por eso yo me olvido y pienso lo menos posible, si no es mucho peso".

Un argentino le pregunta por Fidel Nadal. "No me apetece demasiado hablar de él. Esos arranques místicos que ha tenido no me gustan nada. Los diarios dicen que me llevo bien con él, pero a mí no me cae bien su giro fascistoide".

Futbol, futbol, futbol

Manu Chao llega a una cancha de futbol y ata su bicicleta de segunda mano. Pide jugar, pero no lo dejan. Tiene que esperar su turno. A Manu le gusta el futbol: "Los futbolistas están en Europa jugando cada semana y tienen de espaldas, en las tribunas, símbolos neonazis. ¿Qué responsabilidad tienen ellos, de jugar cada domingo por dinero frente a símbolos nazis? Los futbolistas tienen más acceso al micrófono que nosotros actualmente. ¿Por qué no dicen nada? El único que abre la boca es Maradona. ¿Y los jóvenes, por qué no hablan? Hay fascistas en todas las canchas y los futbolistas no paran de jugar. Si en cualquier concierto de los nuestros o de músicos como Ricky Martin sale una pancarta nazi, se arma un escándalo. ¿Por qué a los futbolistas nadie les dice nada? Sí, nosotros servimos para generar identificación; pero cuando me hablan de responsabilidades de los músicos, les digo: es la misma que tiene un panadero o un estudiante".

El mundo de Manu Chao es simple y directo. "No entiendo muy bien el porqué de la globalización de la justicia. El Garzón ese negocia con el Estado español y con el chileno, pero no tengo tan claro por qué manejan a Pinochet como una ficha de dominó. Está bien que Pinochet pase unos días en la cárcel antes de morir, pero no entiendo por qué hay chavales cumpliendo condenas políticas todavía en Chile. De eso nadie habla. Mucho hablan de Pinochet y poco de los presos políticos. ¿Por qué Garzón no se encarga de los presos políticos en Chile? ¿Por qué Garzón no ataca a Kissinger? Pinochet es un vejete y no le sirve a nadie, más que para expiar los pecados de los demás. Hasta que no pongan a Kissinger sentado al lado de Pinochet yo no voy a estar conforme. Es igual que el asunto de Colombia: vienen años luchando contra la droga en Colombia. ¿Y México qué? ¿Y el cártel de Tijuana qué? De eso nadie habla, porque México trabaja con Estados Unidos. Lo peor es que el ciudadano estadunidense medio no se entera de nada. Hay activistas que intentan cambiar algo, pero son una minoría. A los demás sólo les importa lo suyo. A mí me da por los cojones saber que hay un tío llamado Bush mandando la primera potencia mundial, que no piensa ni en sus hijos. No respeta ningún tratado ecológico de nada."

El Clandestino habla como europeo, lo tiene claro. Pero sabe de lo que habla. "Se ha festejado mucho la caída de las dictaduras en Latinoamérica, pero hay una dictadura igual de peligrosa que es la mafia. Está escondidita detrás de la democracia. Existe un Estado mafioso que es una nueva dictadura. El propio gobierno es mafioso. En Argentina es obvio. En México todo el mundo lo sabe, aunque ahora está Fox, que dice que va a luchar contra la corrupción. Yo le digo a Fox que ya es demasiado tarde, y que va a tener que negociar con ella. Si intenta luchar realmente contra ellos le doy poca vida a ese señor. Se caerá de un ascensor o tendrá un accidente."

Y Manu arenga. "Creo que, a pesar de todo, estamos en un momento muy especial. Que puede haber movidas por todos lados y nosotros somos parte. Va a haber encuentros interesantes y se va a necesitar de todos. Nosotros vamos a estar. Si hay gente que nos sigue de una manera u otra yo digo: próxima cita Barcelona, próxima cita Génova. No tengo ninguna consigna de lo qué hay que hacer o no. Algunos irán a tirar cohetes molotov, otros irán pacíficamente, otros de otra manera. El mensaje mío es que nos respetemos todos. Que no haya críticas entre los unos y los otros. El que quiera tirar un coctel que lo tire y el pacífico que sea pacífico, pero que no empecemos a criticarnos entre nosotros. Siempre que los movimientos empiezan a ponerse fuertes, morimos de la misma puta mierda, de criticarnos entre nosotros. Y si eso no ocurre, esta vez puede pasar algo fuerte."