SABADO Ť 23 Ť JUNIO Ť 2001
Ť También se harán cargo de infraestructura para distribución y abasto de gas
Construirán firmas foráneas 17 centrales eléctricas
Ť Advierten analistas de evitar una desregulación que propicie una crisis como la de California
MIRIAM POSADA GARCIA / II Y ULTIMA
Más de 17 centrales generadoras que abastecerán de energía eléctrica están en manos de empresas extranjeras, al igual que la infraestructura de distribución y transporte de gas natural. Todo es legal.
Y todo es legal desde que en 1992 se modificó la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica a través de la cual se empezó a abrir la puerta a la mayor participación del capital privado en este sector y se crearon figuras como los Productores Independientes de Energía, los autoabastecedores y cogeneradores.
Legal también es la participación de inversionistas privados en la distribución y transporte de gas natural supervisados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), creada en 1995 con la intención de establecer reglas claras y promover inversiones a través del llamado cambio estructural.
El argumento para promover la entrada de entes privados al sector eléctrico fue que en poco tiempo el gobierno federal no tendría los recursos suficientes para financiar el crecimiento del sector eléctrico y satisfacer la creciente demanda de energía, dicho en el que se sustenta la propuesta de reforma eléctrica del ex presidente Zedillo y, hasta donde se ha visto, la de la administración foxista.
Con toda y la férrea defensa que se ha hecho de la industria eléctrica, de la soberanía nacional y de la preservación de esta industria estratégica en poder de los mexicanos, están en construcción, operación o a punto de empezar a funcionar por lo menos 17 plantas generadoras todas a cargo de empresas extranjeras. Mientras que las nacionales quedan subcontratadas.
Al detalle. Las plantas Chihuahua II, Tuxpan II, Altamira II y Cerro Prieto IV están a cargo de Mitsubishi; Monterrey II y Rosarito III son inversiones de Nissho Iwai y ABB; Mérida III, una de las más importantes y novedosas Centrales de Ciclo Combinado (CCC), tienen inversión del consorcio integrado por Nichimen-AES y el mexicano Grupo Hermes, de la familia Hank Rhon.
La CCC de Hermosillo y la de Naco-Nogales está acargo de la española Unión Fenosa Desarrollo Acción Exterior; la estadunidense Intergen Aztec Energy es la reponsable de la construcción y operación de la central Bajío y en Mexicali de Rosarito 10 y 11.
También están las españolas Iberdrola, a cargo de la central Monterrey III y Abengoa con Puerto San Carlos II; además de otras empresas como Transalta Energy Corp y Alstom Energie, que fueron las ganadoras de las licitaciones para la construcción y operación de las centrales Campeche y Tres Vírgenes, respectivamente.
Tecnología insufiente
Hay otras licitaciones en curso y que se espera poder colocar durante este año, a pesar de la apatía de los inversionistas para quienes los actuales esquemas de financiamiento ya no resultan atractivos, según el director de la CFE, Alfredo Elías Ayub.
En efecto, las inversiones son millonarias, más de 6 mil millones de dólares en menos de cuatro años, pero mientras no corran a cargo del gobierno mexicano se le resta oportunidad de participación a contratistas nacionales, y el otro punto flaco de las empresas mexicanas: las oportunidades de inversión pueden ser muchas si se sigue por el rumbo de la reforma eléctrica, sólo que es necesario contar con la tecnología apropiada.
De acuerdo con especialistas, como Rafael Decelis y Leticia Campos, la participación de capital privado puede admitirse en el sector eléctrico con reglas claras, y acotaciones bien definidas pero, enfatizaron, debe evitarse una crisis como la de California, producto de la desregulación y la participación de especuladores.
La distribución y manejo de gas natural por particulares no causó tanto revuelo entre la sociedad, además de que Petróleos Mexicanos conserva como actividad estratégica su exploración, producción y venta, áreas en las que ya están interesados los particulares, con el argumento de que es necesario producir más gas para contribuir al desarrollo económico del país.
La CRE ha otorgado alrededor de 40 permisos para transporte y distribución de gas natural en gran parte del país, lo que ha comprometido inversiones por más de 2 mil millones de dólares, todas provenientes de empresas extranjeras, a las que las nacionales se han tenido que integrar como socias, o cuyas ofertas no han podido mejorar.
Las empresas que han encontrado en México oportunidades para invertir en la industria del gas natural son las estadunidense Sempra Energy, KN Energy, Reliant Energy, Texas Utilities; la españolas Gas Natural; de Francia está presente Gaz de France; de Bélgica, Tractebel, y por México, Grupo Diavaz y Gas Natural de Juárez, todos ellos en el ramo de la distribución.