Sólo con tu pajero
Leonardo Garcia Tsao
El regreso del realizador Alfonso Cuarón al cine mexicano ha sido auspiciado por un nuevo productor privado, en condiciones de distribución, promoción y exhibición mucho más favorables a las recibidas por su ópera prima, Sólo con tu pareja (1990). Lástima que Y tu mamá también, cuarto largometraje del cineasta, sirva para refrendar las habituales lacras (¿charolacras?).
Una vez más, la principal falla está en el guión. Y tu mamá también fue escrita por el director y su hermano Carlos Cuarón, quien, a juzgar por sus anteriores trabajos de guionista y director de cortos, tiene una preocupación central en la mente: el sexo en sus diferentes presentaciones. Así, la película describe la fijación priápica de un par de amigos adolescentes, el niño bien Tenoch (Diego Luna) y el clasemediero Julio (Gael García Bernal), quienes ?por una motivación bastante forzada? se lanzan a la carretera para llevar a Luisa (Maribel Verdú), guapa española casada con un primo sope del primero, a una playa inventada por ellos. (Alguien tendría que hacer un estudio de por qué tantos personajes del cine mexicano actual buscan la salida al mar como el colmo de la liberación.)
De nada sirve el supuesto viaje iniciático en una premisa de road movie, cuando la situación se atora en una versión chilanga de Beavis y Butthead, mezclado con la sociología del lugar común (Tenoch, claro, es hijo de un funcionario ratero) y una fantasía sexista digna de las cartas de los lectores de Penthouse a la redacción ("cuando salí del baño, la española me mostró sus pechos, me quitó la toalla y comenzó a chupármela").
Eso deriva en una monotonía muy bien ejemplificada por la pobreza de los diálogos, instalada en una permanente coprolalia que sigue causando el reflejo condicionado en el público de reír ante la sola mención de una grosería (esa apelación a un bajo común denominador es quizá la principal razón del notable éxito de la película). "¿No querríais vivir para siempre?", pregunta Luisa en un momento de iluminación existencial. "A güevo", es la lacónica respuesta.
Lo raro del caso es el divorcio entre la estrechez temática de la cinta y la patente solvencia formal con que está resuelta. Hay incluso instancias sugerentes de lo que pudo haber sido. En varios momentos la cámara inquieta de Emmanuel Lubezki se aleja de sus protagonistas para enfocar otras situaciones ?sirvientas llevándole tacos a la brigada de guaruras que esperan a sus patrones, por ejemplo? más interesantes en potencia. Es como si el realizador nos dijera: "podría contarles esta otra historia pero, ni modo, les tocó la del par de adolescentes mensos". Esas insinuaciones de otra realidad ajena a la clase privilegiada de Tenoch y Julio, son reforzadas por la narración dicha en off con discreta ironía por Daniel Giménez Cacho, que hace apuntes al margen sobre movimientos estudiantiles o despojos ejidales.
Sin embargo, cualquier asomo de intención crítica se ahoga por el mar de complacencia en que se sumerge Y tu mamá también. Quizá Cuarón (Alfonso) ha pasado demasiado tiempo en Hollywood, pues sólo así se explica su visión de turista alivianado sobre una provincia pintoresca, poblada por acomedidos paisanos dispuestos a tratar como bwanas al par de güeritos.
Quienes elogian la película por su celebración del sexo al parecer abandonaron la proyección antes del epílogo.
Después del previsible ménage á trois (con resultados predichos por la propia Luisa), viene la revelación telenovelesca que abruma a Tenoch y Julio con un sentimiento culposo de ruptura, luto y vergüenza. Para celebrar al sexo sería recomendable despojarse antes de la moralina.
Y TU MAMA TAMBIEN
D: Alfonso Cuarón/ G: Alfonso y Carlos Cuarón/ F. en C: Emmanuel Lubezki/ M: Supervisada por Liza Richardson, Anette Fradera /Ed: Alfonso Cuarón, Alex Rodríguez/ I: Maribel Verdú, Gael García Bernal, Diego Luna, Diana Bracho, Emilio Echevarría/ P: Jorge Vergara, Producciones Anhelo. México, 2001.