VIERNES Ť 22 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Conserva esquemas de lucha que ya no corresponden a la realidad, argumenta

Salió UNORCA del Congreso Agrario Permanente

Ť La unión cuenta con 120 mil agremiados en 24 estados; perteneció 12 años al CAP

ANGELICA ENCISO L.

Después de 12 años de pertenecer al Congreso Agrario Permanente (CAP), la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) anunció ayer su salida del congreso por la inmovilidad en que cayó, la falta de renovación en sus estrategias y porque se mantienen esquemas de lucha que ya no responden a la actual problemática del campo, señaló Alberto Gómez Flores.

Por su parte, el coordinador en turno del CAP, Alvaro López Ríos, anunció en conferencia de prensa la "renovación" de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), a pesar de que varios de sus dirigentes se han relegido muchas veces al frente de sus respectivas organizaciones.

Casi al término de su gestión al frente del CAP, Gómez Flores presentó la renuncia de UNORCA al organismo que tras ser fundado en 1989 a instancias del presidente Carlos Salinas de Gortari, avaló las reformas al artículo 27 constitucional y las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con América del Norte, y al principio del actual gobierno se preocupó más por renegociar sus apoyos económicos -2.5 millones de pesos para un año- que por la situación del agro.

El CAP está constituido por 11 organizaciones, de las cuales están vinculadas al PRI: Confederación Nacional Campesina (CNC), Unión General Obrera, Campesina y Popular (UGOCP), Confederación Agrarista Mexicana (CAM), Central Campesina Independiente (CCI), Alianza Campesina del Noroeste (Alcano) y la Unión General de Obreros Campesinos de México (UGOCM), y el PRD tiene vínculos con la Comisión Organizadora de la Unidad Campesina (Coduc), la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) y la Unión Campesina Democrática (UCD). También están la Central Campesina Cardenista y la Consuc.

Sólo en la CIOAC, la CCC y la CNC se realizan elecciones periódicamente y sus dirigentes han cambiado, pero hay casos como el de Humberto Serrano, de la CAM, que lleva 36 años como dirigente, y Alvaro López, quien ha sido líder 14 años. Este último dijo ayer que esto es porque las bases piden que se mantenga al frente, "qué más quisiera, que atender asuntos personales", y aunque él ha pedido que no haya relección en UNTA, no han aceptado las bases.

Al asumir la coordinación por los próximos cuatro meses, López Ríos agregó que las tareas ahora serán "redimensionar el trabajo, el quehacer de las organizaciones y buscar la unidad". Anunció que convocará a las agrupaciones del CAP a una gran movilización para el próximo 2 de julio, aunque no precisó el número de campesinos que se podrían movilizar, porque desconocen a cuántos representan, pero aseguró que tienen presencia en los 30 mil ejidos del país.

Ya no es instrumento adecuado

La UNORCA cuenta ahora con 120 mil agremiados en 24 entidades y forma parte de la agrupación internacional Vía Campesina. Se fundó en 1983 a partir de un proceso de convergencia de dirigentes de organizaciones campesinas regionales articulado en torno a encuentros nacionales y negociaciones con el Estado, se definió como una red y no como central campesina. Ahora buscará reforzar lo que fue parte de su origen, enfocará su trabajo a la reorganización regional, a enfrentar los problemas derivados de acuerdos internacionales y al impacto de la biotecnología en los campesinos.

Alberto Gómez detalló en entrevista que la decisión de salir del CAP fue resultado del análisis de que el congreso ya cumplió con una etapa y ya no es el instrumento adecuado para reactivar el movimiento agrario. Ahora es necesario crear "un contrapeso social ante un gobierno que aplica el monólogo y es autoritario. En el que el campo no está incluido en su visión de nación".

Ahora, dijo, en lugar de poner en el centro de discusión el tema de un nuevo trato para el campo, se puso la cuestión de los convenios de recursos para el organismo. Aseveró que la nueva estrategia para un movimiento campesino, en la que trabajará la UNORCA, será impulsar las organizaciones y el trabajo regional; construir los contrapesos sociales, con sindicatos y otras agrupaciones, para en un futuro llegar a discutir y negociar los asuntos de políticas, y también trabajar en temas como el comercio internacional, la biotecnología y llegar a un acuerdo nacional por el campo.