VIERNES Ť 22 Ť JUNIO Ť 2001
Ť "México carece de estrategias concretas de protección"
La infancia, desprotegida ante contaminantes: Frenk
Ť Expuestos a plaguicidas, 500 mil niños jornaleros
CAROLINA GOMEZ MENA
La población infantil, que a nivel mundial representa 30 por ciento, es uno de los grupos más vulnerables a la contaminación ambiental de diversa índole. En México 36 por ciento de los menores están expuestos de manera continua a atmósferas contaminadas, y la mayoría vive en los municipios con elevado grado de marginalidad.
A ello se suma el hecho de que también en estas localidades pobres las embarazadas tienen niveles de plomo en la sangre 50 por ciento más altos que las mujeres que se encuentran en la misma situación pero que habitan en zonas de mayores ingresos, comentó Julio Frenk Mora, titular de la Secretaría de Salud (Ssa), al inaugurar el primer Taller nacional sobre salud infantil y medio ambiente, que concluye hoy y que tendrá como finalidad dar los lineamientos principales para elaborar una agenda nacional de salud infantil y medio ambiente.
Esta agenda, que será desarrollada por la Ssa y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), dará origen al establecimiento de una comisión federal de protección contra estos riesgos, la cual se encargará de impulsar políticas que incrementen la protección de la salud en la niñez nacional.
Carlos Santos-Burgoa, director general de Salud Ambiental de la Ssa, durante su intervención, tras reconocer que la primera tarea es elaborar un registro puntual de los menores afectados y los lugares con mayor aporte de contaminantes, dio a conocer que todos los bebés mexicanos nacen con importantes cargas corporales de plomo en la sangre, que en promedio varía entre siete y 12 microgramos por decilitro, en tanto el máximo internacionalmente aceptado es de 10 microgramos.
La evidencia científica ha demostrado que cualquier tipo de contaminantes, por ejemplo DDT, dioxinas, sustancias radiactivas o monóxido de carbono, son factores que contribuyen al desarrollo de diversos tipos de cánceres, malformaciones y retraso en el desarrollo y en el nivel intelectual, dependiendo de la cantidad de sustancia tóxica y del tiempo de exposición.
Según datos proporcionados por Frenk Mora, cada año 500 mil niñas y niños jornaleros agrícolas se exponen a plaguicidas, razón por la cual en ese mismo lapso se registran alrededor de 6 mil intoxicaciones por contacto con estas sustancias, de las cuales 61 por ciento ocurren en menores de seis años, y 16 por ciento de las muertes ocasionadas por esta causa afectan a infantes.
Acciones retardadas
Pese a lo descrito, hasta este momento en el país no se han desarrollado "estrategias concretas que protejan a nuestras niñas y niños", reconoció el funcionario, quien también admitió que las medidas se empiezan a tomar con cierto retardo. Ello si se compara el avance que tienen en la materia naciones como Estados Unidos y Canadá, que cuentan con amplios registros sobre los daños, así como las cantidades de contaminación a que se exponen ciertos sectores de población.
Carlos Santos-Burgoa fue más explícito al respecto y dijo que en México, en este rubro de protección a la infancia contra la contaminación, "recién se está picando piedra". No obstante, destacó que el atraso no es mayor a una década, porque en el caso más cercano, el de Estados Unidos, sólo a principios de los 90 se tomó conciencia de que la exposición a contaminantes químicos, atmosféricos e industriales influía de manera más acentuada en los niños que en los adultos, debido a que se encuentran en etapa de crecimiento caracterizada por mayor replicación celular.
Agregó que apenas en 1996 en el vecino país del norte se "armó un programa" para proteger a los menores de edad de los efectos de la contaminación del ambiente.
En tanto, Frenk Mora puso de relieve que en el país se conjunta el hecho de que la población infantil más afectada por la exposición a estas sustancias es también la más desnutrida, a causa de la pobreza en que viven, lo que incrementa la irreversibilidad de los efectos nocivos de los químicos y limita aún en mayor grado "sus oportunidades para un desarrollo pleno".
Iniciativas de ley
Nuestro objetivo, dijo el funcionario, es lanzar un política de Estado que tenga como propósito proteger a uno de los organismos más vulnerables, es decir el de los niños, desde su desarrollo uterino. Es por eso que de lo que se discuta en este taller, en el cual participan integrantes del Departamento de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, eventualmente se derivarán iniciativas de ley que harán más rigurosa la vigilancia a las empresas, es decir las auditorías ambientales.
Al mismo tiempo se efectuarán acciones de apoyo a las micro y pequeñas industrias para que sean ambientalmente saludables, y para ello deberán comprometerse con proteger a la población y a sus trabajadores, particularmente en el ramo de la alfarería y la fabricación de loza vidriada.
También las grandes empresas deberán llevar a cabo sus tareas con la mayor limpieza posible, sobre todo las que manejan tóxicos, por ejemplo las petroquímicas. De la misma forma se prevé determinar criterios de calidad ambiental en las urbes, y se establecerá un programa nacional de manejo en salud ambiental de calidad del agua.
De esta reunión se derivarán 10 acciones concretas destinadas a desarrollar una política pública integral en el ramo, y el contenido de éstas se dilucidará hoy, al concluir la junta en la que los funcionarios estadunidenses colaborarán dando a conocer su experiencia en la materia y las intervenciones exitosas llevadas a cabo en su territorio.