VIERNES Ť 22 Ť JUNIO Ť 2001

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Ť Chiquihuite: delito de simulación
Ť Lucha de la razón contra el poder

El intento de despojo sufrido por los ejidatarios de Cuautepec por medio de un decreto presidencial expropiatorio a favor de Tv Azteca y las subsecuentes justificaciones, tanto de la televisora como de la Presidencia de la República, son parte de los alegatos que seguramente tendrán que esgrimir frente a los jueces, porque por lo pronto ya hay un amparo a favor de los usufructuarios de la tierra en el cerro del Chiquihuite, que impide las acciones de la televisora para instalar en aquel lugar su antena repetidora.

El asunto se complica día con día, porque se encamina hacia algunas posibles irregularidades en esta concesión del gobierno a una empresa privada que, desde luego, lucraría con la instalación de la antena repetidora.

Según algunas opiniones profesionales, podría existir, además de todo, la simulación, acto tipificado como delito en la legislación mexicana, tanto en materia civil como en la penal. Y aunque el lío deba ser juzgado en las instancias pertinentes, las dudas sobre la legalidad del hecho cada vez crecen más.

La simulación, tanto en el lenguaje ordinario como en el utilizado en el accionar jurídico, muestra en su decir la posibilidad de hallar un hecho irregular en la expropiación de los terrenos ejidales de Cuautepec.

Simular, según los diccionarios, significa imitar, representar lo que no es, fingir, presentar engañosamente una cosa como si en verdad existiera como tal, cuando en la realidad no es así. En derecho, el concepto tiene aplicaciones en la teoría de los actos jurídicos. Se dice que hay simulación cuando conscientemente se declara un contenido de voluntad que no es real y de esa disconformidad entre lo declarado y lo querido se realiza por acuerdo de los declarantes, con el propósito de engañar creando un negocio jurídico donde no existe ninguno o es distinto de aquel que ocultamente las partes han celebrado.

En el Código Civil para el Distrito Federal en materia común y para todo el país en materia federal, la simulación se encuentra tipificada, por ejemplo, en el artículo 2180, que dice: "Es simulado el acto en que las partes declaran o confiesan falsamente lo que realidad no ha pasado o no se ha convenido entre ellas". Y luego en el 2181 advierte:

"La simulación es absoluta cuando el acto simulado nada tiene de real; es relativa cuando a un acto jurídico se le da una falsa apariencia que oculta su verdadero carácter". Se podría decir entonces que al pretender regularizar la tenencia de la tierra con un decreto de expropiación cuyo objeto o destino no es regularizar esa tenencia de la tierra, sino establecer y realizar obras sujetas a las vías generales de comunicación, se podría configurar un acto simulado que nada tiene de real y no debería producir efectos jurídicos.

El asunto entonces, como ya dijimos, está en manos de quienes deben juzgar los hechos, pero lo cierto es que, cuando menos, existe confusión en este decreto por el cual se beneficia a la televisora del Ajusco y se va en contra de los ejidatarios del lugar, que cuentan en su historia con un sinúmero de injusticias por las que han ido perdiendo la posesión de uno de los más grandes ejidos de la capital de país.

La concesión a la empresa privada no tiene nada que ver --por más que se le quiere simular con un acto de beneficio para las mayorías-- con la "utilidad pública" que se quiere manejar como la razón para realizar el despojo.

La lucha de los ejidatarios apenas empieza y parece muy desigual: la razón contra el poder. Así de difícil es el camino legal por el que pretende caminar la gente de Cuautepec, a la que poco a poco se le han ido sumando organizaciones que no quieren que mañana les pase algo similar.

Estado laico


Frente al acto de devoción armado por los funcionarios de Fox y Acción Nacional, el PRD prepara para este fin de semana, convocado por los diputados de la ALDF, un homenaje al presidente Benito Juárez en el hemiciclo construido en su memoria.

Siempre será mejor la seriedad de este tipo de convocatorias que armar por todo actos carnavalescos que restan seriedad a los representantes populares de ese partido y en nada les ayuda a proveer de confianza a la gente. Pero ni modo, šallá ellos!