VIERNES Ť 22 Ť JUNIO Ť 2001

ASTILLERO

Julio Hernández López

GUILLERMO H. CANTU, empresario na- cido en Monterrey que participó en la construcción del producto presidenciable denominado Vicente Fox, relata en su libro Asalto a Palacio, las entrañas de una guerra, de Editorial Grijalbo, los términos de la entrañable relación que tenían tres jóvenes cuando despegaban sus carreras como ejecutivos de la Coca-Cola asignados a una de las demarcaciones tamaulipecas.

"(VICENTE) FOX, (Lino) Korrodi y (José Luis) González fueron a vivir a esa región como misioneros en campaña: célibes, dedicados al trabajo, sobrados de energía y con el hábito-camisola de la Coca-Cola bien enfundado, aunque sin la severidad de la vida religiosa (...) Fuera del trabajo, los tres compartían una vida muy sana. Jugaban al golf en las ciudades que visitaban (...) Pero en el puerto tampiqueño, el cicerón era José Luis González. Los llevaba al box y a la lucha libre, a soltar el pecho y, en la noche, a verificar el servicio que el embotellador local daba en las casas non sanctas de la ciudad."

GONZALEZ Y GONZALEZ, a quien apodaban El bigotón, era tan amigo de Vicente Fox, y le conocía tan bien en sus virtudes y defectos que cuando éste decidió arrancar el camino rumbo a Los Pinos le nombró coordinador general de campaña.

EN FEBRERO DE 1998, el citado González y González (quien muchos años atrás había dejado la Coca-Cola para dedicarse a aventuras empresariales personales, una de ellas la compra y desarrollo de Helados Holanda) escribió y presentó el Proyecto Millenium, que fue la clave organizativa y conceptual para llevar al guanajuatense a Los Pinos. Resultan notables las advertencias de peligro que en ese texto se hacían y su confrontación con la realidad actual.

EN EL APARTADO de Seguridad, el proyecto señalaba: "El candidato requiere llegar vivo, sano, equilibrado mental y emocionalmente a las elecciones del 2 de julio del 2000. Deberá hacerse un reconocimiento médico ahora y cada seis meses. No deberemos abusar de su tiempo delegando hacia arriba, incumpliendo expectativas o creando fricciones o animadversiones dentro de nuestro grupo de trabajo. El equipo deberá, por tanto, respetar el tiempo del candidato y contribuir a su tranquilidad emocional".

EN EL PUNTO denominado El candidato, se establece que éste "ha mostrado un gran carisma, una forma de ser atractiva, llana y coloquial al comunicarse con todo el mundo. Este entusiasmo y naturalidad que transmite son las mejores armas que tenemos contra el enemigo solemne y ampuloso que enfrentaremos, pero conforme penetren en el ánimo público, la observación de la gente y de los medios de comunicación será más aguda, más minuciosa. Habrá que cuidar cada comentario, gesto y acción que realice, pues las figuras públicas están sujetas a un escrutinio más severo. Cada inseguridad, titubeo, duda y, lo peor, cada mentira que diga en sus declaraciones cotidianas, aunque sea involuntaria, será penada por la sociedad."

CON SUS ATRIBUTOS de hombre práctico y de experiencia como gobernador, Fox debería "ser percibido como valiente y entrón, pero no como atravesado e imprudente (...) Fox deberá cuidarse de opinar de todo, de hablar sobre temas o conceptos que no estén explícitamente argumentados, más bien limitarse a bordar sobre cinco o siete ideas básicas que, además de tener la ventaja de lograr en el público mejor recordación, le permitirán adueñarse de una mayor pericia en la concepción y exposición de esas materias y en la forma variada de presentarlas. Debemos recordar que los grandes estadistas mundiales han sido poco locuaces. "

"SI TODO LO que emprendamos con la persona del candidato --añadía Millenium-- está bien planteado y ensayado, no deberemos tener temor de sobreexponerlo, aunque nunca deberemos permitir que diga algo de lo cual mañana pudiera ser acusado de haber engañado a la gente. Es obvio recomendar que la vida íntima del candidato deberá seguir conservándose en la mayor discreción".

GONZALEZ Y GONZALEZ, El bigotón, el cicerón, el amigo de toda la vida, en las cocas y en las casas non sanctas, duró 577 días en la campaña foxista. De la primera semana de octubre de 1997 al último día de abril de 1999. No alcanzó a ver a los miembros del gabinete entre los guerreros chinos de terracota, pero ya había detectado "ciertos signos de frivolidad", según el libro de Cantú, pues decía el coordinador respecto a sus principales compañeros de viaje que, en campaña, "parecía que andaban en un picnic, no en la guerra".

RENUNCIO GONZALEZ Y GONZALEZ a la coordinación de la campaña porque Fox ya era considerado "un héroe indiscutible", y "temí que ya nadie se atreviera a cuestionarle algún asunto, alguna idea o maniobra, por descabellada que fuera, y empezáramos a cometer errores irreparables". Sentí, confesó a Cantú, que "se le empezó a acabar el tiempo de reflexión", y consideró peligroso el que se tomara al guanajuatense como el "ángel providencial que el país esperaba para transformarse (...) la personificación del salvador de la patria", lo que hacía que "muchos mexicanos" comenzaran a verlo "con gran indulgencia". Por todo ello, dejó de colaborar con el amigo al que había conocido cuando, según el relato de Cantú, "acostumbraba vestir camisas a cuadros --no azules, porque ese es el color de Pepsi-Cola-- y pantalón de mezclilla lo cual, aunado a su estatura y porte, le ganó el mote de Marshal Dillon, que proviene de aquel sheriff justiciero de la serie televisiva La ley del revólver, de los años sesenta".

EL BIGOTON QUEDO atrás, con sus prevenciones y consejos, pero Marshall Dillon siguió adelante, hasta convertir Los Pinos en la nueva versión de aquella serie estadunidense de Los Beverly Ricos que Rebeca Ramírez Gasca recuerda bien en un correo electrónico enviado a esta columna: La comedia (de la que Televisa hizo una "burda copia temática", Los Beverly de Peralvillo), trataba, según ilustra la lectora, "de una familia texana ranchera que de pronto se había vuelto muy rica, porque en su propiedad habían encontrado petróleo. Como consecuencia de ello se mudaron a una gran mansión, que tenía todos los lujos de la época, pero que los miembros de la familia no sabían aprovechar por ignorancia. Entonces, por ejemplo, guardaban la gallina ponedora en el horno, criaban patos en la piscina o utilizaban las fuentes de ornato para bañarse (me imagino que si hubieran sabido que había toallas de más de 400 dólares, las hubieran comprado)".

ASTILLAS: Dicen que las famosas toallas son tan, pero tan caras, porque son de marta, o más precisamente, porque están hechas de piel y pelo de uno de esos mamíferos carniceros mustélidos de cabeza pequeña, cuerpo delgado, cola larga y pelaje espeso y suave, cuyo nombre científico es Martes martes, y en el caso pinolero que nos ocupa, de una especie propia de las regiones septentrionales, que es de las más estimadas en peletería, conocida como marta zibellina... Si fuera libro, se llamaría La tregua envenenada, y el autor sería Andrés Manuel Benedetti... En la Procuraduría General de la República están filmando parte de una película gringa que se llama Operation Marquis... Futbol. De futbol ¿qué se puede decir ante ese doble fracaso nocturno del miércoles? "Me duele el odgullo", decía Guille, el hermanito de Mafalda...

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