JUEVES Ť 21 Ť JUNIO Ť 2001

COSAS DE FUTBOL

Josetxo Zaldúa

El asunto no es controlar la bola durante la mayor parte de los 90 minutos. Se trata de ganar. Y la selección mexicana fue víctima ayer de esa crueldad. Tuvo más la bola pero no pudo ganar.

En el Azteca, el Cruz Azul se encontró con un equipo muy serio, bien plantado en la cancha, a salvo de sustos escénicos. No en vano el año pasado el Boca Juniors derrotó al todopoderoso Real Madrid en la final de la Copa Intercontinental jugada en Tokio.

Cuando un equipo de futbol tiene en sus filas a alguien como Juan Román Riquelme, el 10 del Boca, la vida es bella, y más cuando hay un tipo en el centro de la defensa del mismo equipo como el colombiano Bermúdez.

Ante eso, el Cruz Azul hizo lo que pudo, que no es poca cosa. Papel decoroso el suyo. Y nada está perdido. Hay un partido más y en futbol nunca está todo escrito. Las patadas y los milagros a veces van de la mano, cosa que nunca sucede en la política.

Lindo el esfuerzo de los cruzalinos. Más allá de que no logren la Libertadores, su travesía latinoamericana valió la pena. Sin importar lo que suceda en Buenos Aires dentro de una semana, el desafío ahora para ese equipo capitalino es mantener su espina dorsal y acertar en la política de fichajes.

Si algo debe resaltarse del Cruz Azul es, salvo raras excepciones, el sentido común de sus directivos. Han demostrado seriedad y profesionalismo. Ojalá esa impronta sirviera de ejemplo para nuestro triste futbol.

El Tri y la horfandad

Qué decir de la seleccción nacional que no se conozca. Realmente algunos de nuestros jugadores se ven hasta guapos con sus pelos pintados. Pero ahí que saltan a la cancha...pues ni hablar, la realidad manda.

Este prospecto de columniador propone, con todos los riesgos del caso, que el Tricolor juegue casi a diario. Ayer, las calles del Distrito Federal eran como el Meditarráneo de Joan Manuel Serrat. Qué lindas las patadas cuando sirven para vaciar nuestras caóticas avenidas.

Y qué decir de cantinas, bares y restaurantes. Negocio salvaje. De veras, el futbol es algo serio. Crea amores más allá del bien y del mal, pero igual provoca conflictos que desembocan en guerras.

Pero, bueno. Hay que hacer algo, Ƒverdad? Por ejemplo, sería saludable equiparar los salarios futboleros a la realidad, a la calidad. Es absurdo que un futbolista mexicano gane más que un argentino de similar calidad.

Nada hay contra que nuestros jugadores ganen bien, el problema es que no merecen su paga, y ejemplos sobran, por desgracia.

Este humilde aprendiz insiste en que Meza sí es honesto, y por eso renunció. Igual propongo que algún afamado columnista futbolero, y aspirantes sobran, se haga cargo de esa desgracia llamada Tri. Sería muy divertido.

Tampoco estaría de más que los directivos del futbol nacional fueran enviados a la escuela, ignoro a cuál, pero que los envíen a alguna escuela. Por lo menos para que aprendan a hablar y a comportarse.