JUEVES Ť 21 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Aplicar la pena de muerte no es la solución, afirman investigadores de la UNAM
Agravar sanciones no ayudaría a reducir el índice de secuestros
Ť La incidencia de delitos violentos en México es 100% superior a la media internacional
Ť Existen graves deficiencias en la procuración de justicia, señalan Olga Islas y René Jiménez
KARINA AVILES
El problema para erradicar el delito del secuestro en México no es de normatividad sino de impunidad, por lo que aumentar las sanciones no lo disminuiría. Además, no se puede pensar en la pena de muerte mientras en el país existan "deficiencias graves" en los sistemas de procuración de justicia, manifestaron los investigadores Olga Islas y René Jiménez Ornelas, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Aseguraron que México supera en más de 100 por ciento la media internacional en materia de delitos violentos, entre ellos el secuestro, y 175 por ciento al índice de Estados Unidos. En el Continente Americano, sólo en Colombia y Brasil este ilícito es más recurrente.
Las cifras negras
El secuestro es uno de los actos delictivos que menos se denuncian en el país. "Estamos ante una de las cifras negras de mayor fuerza" y también de "impunidad". Esto tiene que ver con que de cada cien delitos sólo tres se denuncian y tienen proceso jurídico, informaron en conferencia de prensa.
La ex fiscal del caso Colosio, Olga Islas, afirmó contundente: "Mientras tengamos un sistema de justicia como lo tenemos, tan deficiente, donde se inventan las pruebas, se fabrican culpables, la policía no investiga y está metida precisamente en la comisión de los delitos", el Ministerio Público no tiene los conocimientos necesarios, "no están preparados y hay todas estas deficiencias graves en los sistemas de procuración y de administración de justicia, no podemos pensar en la pena de muerte" como solución para combatir el secuestro. Por otra parte, en los países donde ésta se ha aplicado no ha disminuido la delincuencia.
Por lo anterior, la investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM consideró que "la medida más eficaz para combatir la delincuencia es la real y efectiva imposición de las penas", y "no las punibilidades altas". Por otra parte, es necesario centrarse en el problema real y capacitar a un grupo de "policía científica" para investigar dicho delito, que se "incrementa día con día". La solución, dijo, se ha centrado en la normatividad y no es ahí donde está el problema, ya que éste "radica en la impunidad".
De esa manera, reiteró, se requiere capacitar a los cuerpos policiacos, a los agentes del Ministerio Público y erradicar la corrupción, "que abunda".
"Se adoptan medidas como despedir a un grupo de 200 o 300 policías judiciales, y son ellos quienes integran después las bandas de secuestradores y del crimen organizado, de robo de automóviles y demás". En años anteriores se introdujo una "grave aberración legislativa" en el artículo 366 bis, que sanciona a las personas que sin dar aviso a la autoridad intervengan en las negociaciones para lograr la libertad del secuestrado, agregó.
El coordinador de la Unidad de Análisis sobre Violencia Social del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), René Jiménez Ornelas, informó que en el año 2000 el primer lugar en secuestros lo ocupó Sinaloa, el segundo Jalisco y el tercero lo disputan el estado de México y el Distrito Federal. Además, está "ocurriendo un tipo de secuestro muy fuerte en Michoacán".
Dijo que en el caso del Distrito Federal se maneja una disminución hasta de 50 por ciento en la comisión de ese delito, pero en los últimos seis meses llegó a 58 casos, cuando en el mismo periodo del año pasado se registraron 30.
De acuerdo con los resultados del sexto Estudio sobre el crimen y el sistema de justicia penal, la incidencia de delitos violentos (entre ellos, el secuestro) en "México es superior en más del 100 por ciento a la media internacional y 175 por ciento superior a la de Estados Unidos en 1999".
Los hechos delictivos violentos constituyeron 29 por ciento del total en 1997, en 1998 se elevó a 36 por ciento y luego declinó a 33 por ciento en 1999 y a 32 por ciento en 2000. Por otra parte, alertó que el tráfico de infantes se "ha incrementado" en forma alarmante. Y en lo que va del año se ha inaugurado "una nueva forma" del secuestro, por ejemplo, en el sur de la ciudad pararon un camión escolar y secuestraron a dos niños, y en el estado de México ocurrió lo mismo con un menor de 9 años.
El investigador del IIS explicó que este delito adquiere distintas formas, que trascienden el secuestro de personas con dinero, y ahora se comete en colonias populares pobres. También habló de la modalidad del "secuestro virtual", que es cuando, por ejemplo, una persona sale de su casa al cine y mientras tanto llaman a su hogar y cobran un rescate.
Por último, apuntó que es necesaria la investigación, las acciones ciudadanas y tomar en cuenta la participación de la población como un factor no sólo fiscalizador sino "como un elemento en donde vayamos contribuyendo desde la academia, desde las autoridades, a generar confianza en la población".