JUEVES Ť 21 Ť JUNIO Ť 2001

MEXICO S.A.

Carlos Fernández-Vega

QUE NO, QUE siempre no: la economía mexicana ya no "está más fuerte que nunca", porque hay una metiche que todo el día ladra y desdibuja el confiado y feliz discurso oficial. Se llama realidad.

Y ESA SEÑORA, "timorata" y "amarillista", ha obligado a Vicente Fox y sus muchachos a recalcular -por tercera ocasión-, sus proyecciones de crecimiento económico para el 2001: Del 7 por ciento comprometido en campaña pasó a 4.5 por ciento en el arranque del ejercicio presidencial; de 2.5-3 por ciento -debate entre optimistas y pesimistas de por medio- en la reconsideración de mayo pasado a 2-2.5 por ciento en el replanteamiento más reciente, el martes anterior.

RESULTA MUY ALENTADOR que los mexicanos tengan un presidente positivo, optimista, prolífico en calificativos, y que utilice sus discursos para lanzar buenas vibras a su electorado. Y el inquilino de Los Pinos, encontronazo tras encontronazo, había evitado entrar en detalles sobre una realidad que le agitaba la mano para que le hiciera caso. Ahora, se ve en la penosa necesidad de reconocer que "la economía nacional está en recesión, está en un atorón".

EL NUEVO RECALCULO de las proyecciones macroeconómicas nacionales, obligará al gobierno a reconsiderar una serie de compromisos, entre ellos, y de manera destacada, el relativo a la generación de empleo, mismo que ya había sido replanteado en el ajuste de mayo. La meta original fue la de crear un millón 350 mil fuentes de trabajo para atender en su totalidad la demanda laboral que anualmente se registra en el país; la proporción se redujo a 700 mil en el arranque de la administración Fox y en el quinto mes de 2001 se fijó en 400-500 mil plazas.

CORRESPONDIO AL SECRETARIO de Hacienda, Francisco Gil, ofrecer al respetable las nuevas proyecciones, tras reconocer que el aparato productivo se encuentra estancado. En el juego de discursos y colores, el funcionario consideró que el desempeño de la economía enfrenta "focos amarillos", traduciendo así el término "atorón" utilizado por el presidente Fox. Para el ex director de Avantel, lo anterior quiere decir que en 2001 la economía se mantendrá prácticamente estancada, o posiblemente cayendo. A pesar de ello, va a "mostrar, por el juego de los promedios, un crecimiento", que -todo indica- se sacaría de la manga.

PERO EL PRESIDENTE Fox también habló de impuestos, de "la necesidad de replantear el asunto de los ingresos fiscales", ya que "todas las demandas vienen para acá y no así todos los recursos; a la hora de los recursos se nos pone bastante difícil tratar de convencer de que somos, probablemente, el país con las más bajas recaudaciones fiscales del mundo por evasión y porque se han hecho muchísimas concesiones especiales a uno y otro rubro... En fin, hemos exentado a una gran cantidad de personas, al grado tal de que sólo 30 por ciento de los mexicanos cubren algún tipo de impuestos y con eso tratamos de sostener al país".

PERO ES OBVIO que no ha podido convencer ni a sus más cercanas y queridas amistades: "el Grupo Financiero Banamex Accival solicitó formalmente a la Secretaría de Hacienda que declare exenta de cualquier gravamen fiscal la operación de venta a Citigroup, que involucra un pago en efectivo por parte del consorcio estadunidense de 6 mil 250 millones de dólares en efectivo y un monto similar en acciones, y que será realizada a través de la Bolsa Mexicana de Valores", como lo establece la información publicada ayer por La Jornada (Roberto González Amador).

ASI DE CLARO, así de llano: Sus amigos de Banamex, encabezados por Roberto Hernández Ramírez y Alfredo Harp Helú, oficializaron su petición al fisco: si saben contar, no cuenten con nosotros.

EN UN ESCRITO dirigido al Servicio de Administración Tributaria (SAT), dependiente de la SHCP, Alberto Navarro Rodríguez, representante legal del corporativo financiero, solicitó una "confirmación del criterio" de que la operación de venta de Banamex a Citigroup no generará pago de impuestos o "enajenación fiscal de bienes", como se establece en el documento respectivo.

Sería muy sano que el presidente Fox o su secretario de Hacienda precisaran si Roberto Hernández, Alfredo Harp ygil_diaz_fgd demás accionistas del corporativo financiero forman parte de ese 70 por ciento de mexicanos que evaden al fisco, o en su defecto explicaran a quién hay que deberle el favor de que la venta de Banamex a Citigroup se realice libre de impuestos, toda vez que en el escrito mencionado se solicita al SAT la "confirmación del criterio" de que la operación estará limpia de cualquier gravamen.

COMO BIEN LO establece Roberto González Amador, si la venta de Banamex a Citigroup fuera considerada una operación mercantil ordinaria, Roberto Hernández y socios deberían pagar alrededor de 2 mil 500 millones de dólares al fisco, cantidad que resulta de aplicar la tasa de 40 por ciento de impuesto sobre la renta a los 6 mil 250 millones de dólares que recibirán en efectivo.

ANTE ESE PANORAMA, las declaraciones de Alfredo Garza, representante del presidente y director general, Julio de Quesada, del Grupo Financiero Citibank, tienen todo el sustento del mundo: México, dijo, es un "paraíso regional".

Y si de paraísos se trata, hay que hablar de Nacional Financiera, institución que en dos décadas se descapitalizó en 10 ocasiones. Pero, no hay de qué preocuparse, porque el nuevo director general de la institución, Mario Laborín, ya lo dijo: "nada quedará impune".

EL EX DIRECTIVO de Bancomer dio a conocer que en los últimos siete años, la institución a su cargo no otorgó créditos, sino que se dedicó a reestructurar sus pasivos y quebrantos, al tiempo que creó una infraestructura burocrática ineficiente: un jefe para cada 1.7 empleados, sin considerar la generosa política de jubilaciones anticipadas a los funcionarios de primer nivel. Negocio redondo, sin duda.

EN LOS ULTIMOS 20 años, por la dirección general de Nafin han pasado, hasta donde la memoria estira, David Ibarra, Gustavo Petriciolli, Jorge Espinosa de los Reyes, Juan José Páramo, Oscar Espinosa Villarreal, José Angel Gurría, Gilberto Borja Navarrete y Carlos Sales Gutiérrez. Y el consejo directivo de la institución es presidido por el secretario de Hacienda en turno: el propio David Ibarra, Jesús Silva Herzog, Pedro Aspe, el efímero Jaime Serra Puche, Guillermo Ortiz y José Angel Gurría. Ahora le toca el turno a Francisco Gil.

EN ESE CONSEJO directivo participaban como consejeros propietarios de la serie A los secretarios de Programación y Presupuesto (Miguel de la Madrid, Ramón Aguirre, Carlos Salinas de Gortari, Pedro Aspe y Ernesto Zedillo), de Comercio (Jorge de la Vega Domínguez, Héctor Hernández, Jaime Serra Puche y Herminio Blanco), de Energía (Francisco Labastida, Alfredo del Mazo, Fernando Hiriart, Emilio Lozoya, José Ignacio Pichardo, Jesús Reyes Heroles y Luis Téllez) y el director (después gobernador) del Banco de México (Gustavo Romero Kolbeck, Carlos Tello -por dos meses-, Miguel Mancera Aguayo y Guillermo Ortiz).

ASI QUE, Ƒ"nada quedará impune"?

Las rebanadas del pastel:


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