JUEVES Ť 21 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Se pretende convertir al país en la Border Patrol de EU, advierten diputados priístas
Prevé México deportar 250 mil centroamericanos en 2001
ALONSO URRUTIA Y CIRO PEREZ
De acuerdo con las tendencias, durante los primeros meses del año el gobierno mexicano prevé incrementar 100 por ciento el número de deportaciones de centroamericanos indocumentados, lo que al final de 2001 podrían alcanzar 250 mil, según el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Felipe de Jesús Preciado, quien reiteró que con la aplicación del programa Frontera Sur no se busca incrementar el número de efectivos del Ejército en los límites con Guatemala.
Por su parte, diputados priístas consideraron que si se pretende aumentar la presencia castrense en el sureste del país sería un reflejo del fracaso de la política migratoria, y de que el principio de solidaridad iberoamericana y la independencia frente a Estados Unidos están desapareciendo.
"Se pretende hacer a México la Border Patrol de Estados Unidos hacia el sur, convirtiéndose en policías para evitar el paso de migrantes centroamericanos, y hacia el norte, fungir como agentes de ventas en el marco del Plan Puebla-Panamá", advirtió el diputado por Chiapas César Augusto Santiago.
Entrevistado en ocasión del Día Internacional del Refugiado, el comisionado del INM desmintió las versiones del canciller Jorge G. Castañeda de que la Secretaría de Relaciones Exteriores no conoce nada sobre el plan Frontera Sur. Dijo que han participado directamente en las reuniones Gustavo Mohar, director de Políticas Migratorias de la cancillería, y la embajadora de México en Guatemala, Carmen Moreno.
Las declaraciones realizadas por el secretario de Gobernación, Santiago Creel, al Washington Post en el sentido de que México sellará su frontera sur para enfrentar el tráfico de indocumentados, armas y estupefacientes, continuaron ayer generando polémica.
El comisionado del INM dijo que definitivamente el objetivo del plan Frontera Sur no tiene ninguna pretensión de incrementar la presencia de militares en el sureste. Sin embargo, reconoció la importancia de la coordinación con el Ejército y con la Armada de México, y citó el ejemplo de que el mes pasado, la participación de militares y su coordinación con el INM permitieron el rescate de 249 centroamericanos en el desierto de Chihuahua, quienes estaban a punto de morir deshidratados.
Definió el plan como el refuerzo de acciones de control migratorio, reformulando los operativos para aprovechar el "cuello de botella" que representa el Istmo de Tehuantepec. Para el efecto, dijo, ya se han reunido con funcionarios de la Procuraduría General de la República, de la Policía Federal Preventiva y de la cancillería, no así con la Defensa Nacional y la Armada de México, con quienes se prevé coordinarse cuando el plan Frontera Sur entre en su fase definitiva.
Dio las cifras de las deportaciones en el país: en 2000 fueron 150 mil los centroamericanos que fueron devueltos por haber incursionado ilegalmente a México. Para 2001 se ha incrementado sustancialmente, pues tan sólo en el bimestre abril-mayo se devolvió a sus países de origen a más de 60 mil.
A partir de esta cifra, la previsión es que hacia el final del año pudieran superarse las 250 mil deportaciones, independientemente de los resultados que traería la aplicación del plan Frontera Sur, que entraría en vigor en julio próximo.
-El canciller decía que no tenían conocimiento del plan.
-Hemos tenido presencia de la embajadora en Guatemala y diversos directores y funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Le puedo decir de Gustavo Mohar.
Refirió que se han tenido cinco pláticas para la elaboración del proyecto y que estarían en posibilidades de dar a conocer los detalles en unos 15 días. Apuntó que los 100 millones de pesos de que se habla los ejercería el propio INM.
Militarización, equiparable a un fracaso
César Augusto Santiago Ramírez, secretario de la Comisión de Fortalecimiento del Federalismo e integrante de la Comisión de Gobernación y Seguridad Pública, explicó que "cuando se recurre a la militarización, en cualquier hipótesis hay un marcado reconocimiento del fracaso de la política diplomática".
Consideró que se debe tratar de resolver el problema del paso de migrantes de la frontera sur, así como de los mexicanos que se van a Estados Unidos, pero sin sacrificar, poner en peligro o violentar la relación de México con los países centroamericanos a cambio de satisfacer las exigencias de los estadunidenses.
Santiago Ramírez advierte que con acciones como la anunciada por el secretario Creel "se demuestra el verdadero rostro de un gobierno de derecha, por lo que se debe buscar que la sociedad mexicana opine en relación con estos temas tan delicados".
Entrevistado por separado, Jaime Alcántara Silva, coordinador de los diputados priístas de Puebla, señaló que es "muy desafortunada la declaración del secretario de Gobernación, porque se piensa como que nosotros somos peones de estribo de Estados Unidos, y creo que eso no va con un país que a lo largo de más de 100 años ha defendido su soberanía". El Ejército es garante de la soberanía nacional y se ha ganado la confianza del pueblo, "por lo que si le damos otros cauces a su labor, creo que vamos a pervertir la misión y esa idea que tenemos de una institución que es sinónimo de paz y seguridad".
Los legisladores demandaron que antes de informar de un acuerdo de este tipo, el Ejecutivo lo comunique al Poder Legislativo, ya que se trata de un asunto fundamental para el país, particularmente el caso de los indocumentados, porque las autoridades en ningún momento han planteado que el flujo de migrantes sea un problema de seguridad.