JUEVES Ť 21 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Descarta que la economía crezca al ritmo previsto
Escepticismo en la CEM ante ofrecimientos de cambio de Fox
Ť En un documento entregado al Celam, menciona que los tradicionales enemigos de la Iglesia critican la fe del Presidente
JOSE ANTONIO ROMAN
Aunque el gobierno del presidente Fox represente para muchos mexicanos la "esperanza de un cambio", los objetivos de crecimiento económico para este año no se cumplirán; incluso existe el peligro de una inflación mayor a la prevista, afirma la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
En un documento entregado al Consejo del Episcopado Latinoamericano (Celam), en el cual se analiza la realidad política, social y eclesial del país durante el último año, la jerarquía católica mexicana señala que las relaciones Estado-Iglesia es una de las áreas donde se han "creado mayores expectativas", pero que el presidente Fox, ante su comportamiento como católico practicante, ha sido "fuertemente criticado y cuestionado" por los tradicionales enemigos de la Iglesia, como agnósticos, masones y políticos de izquierda.
En cinco cuartillas, el Episcopado Mexicano detalla su percepción respecto de los acontecimientos ocurridos en el último año, en el cual destaca la elección del 2 de julio.
La entrega de este texto se dio en el contexto de la reunión de coordinación general del Celam, en la cual las 22 conferencias episcopales de América Latina debían entregar un análisis similar de cada país.
"El nuevo gobierno de Fox no sólo significa una alternancia política o un simple cambio de gobierno o de partido, sino un cambio mucho más profundo en cuanto al sistema mismo de gobierno. Significa la esperanza del cambio".
Sin embargo, también se cita una serie de grandes y complejos retos que ya enfrenta el nuevo gobierno, tales como la pobreza, el narcotráfico, la corrupción, la inseguridad pública, el desempleo, la concentración de la riqueza y la atención suficiente a las crecientes demandas de sectores sociales cada vez más grandes de servicios de salud, educación y vivienda.
Pero en el corto plazo, dice, el gobierno del presidente Fox deberá abatir la delincuencia y dar una respuesta eficaz a la población en materia de inseguridad pública, así como "sacar adelante la iniciativa de abrir los sectores de la energía eléctrica a la inversión extranjera".
Resume con precisión en unos cuantos párrafos los conflictos electorales en Tabasco y Yucatán, así como el que se pretendía formar en Jalisco, con la solicitud del PRI de anular las elecciones locales.
Según el Episcopado Mexicano, estos acontecimientos "son un signo" de lo mucho que falta para lograr una plena transición democrática, pero además, sirvieron para "confrontar al nuevo gobierno y ponerle piedras en el camino".
Cómo profesar la fe en un Estado laico
Respecto de la situación económica, señala en el documento que la desaceleración de la economía en Estados Unidos y la baja en el precio del petróleo son factores externos que van a influir negativamente en la economía de México y que no permitirán lograr los objetivos propuestos por el nuevo gobierno, especialmente en cuanto al crecimiento económico.
El déficit comercial y la falta de divisas por la disminución de exportaciones influirá también en el tipo de cambio, provocando una nueva devaluación del peso y presionando una mayor inflación de la prevista.
En lo relativo a la situación eclesial, subraya que el hecho de que el presidente Vicente Fox se comporte como un "católico practicante", si bien es aceptado y bien visto por el pueblo, es "fuertemente criticado y cuestionado" por los tradicionales enemigos de la Iglesia: agnósticos, masones e izquierda mexicana. El debate que se plantea es hasta dónde tiene derecho un gobernante de practicar en público su religión sin contrariar la norma del Estado laico y cuál es el punto de separación entre lo "público" y lo "oficial", dado que los medios se encargan de darle publicidad a cualquier acto religioso del Presidente.
Otros hechos que menciona el análisis episcopal es la publicación de la carta pastoral Del encuentro con Jesucristo a la solidaridad con todos, emitido previo a las elecciones de julio pasado y donde se hablaba de la posibilidad de la "alternancia en el poder", y el cambio del nuncio apostólico, provocado por el "repentino" nombramiento de Leonardo Sandri como secretario sustituto para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano, y que vino a retardar temporalmente la designación de obispos a varias diócesis vacantes, la creación de nuevas diócesis y otras decisiones pendientes.
Otro punto que se cita es la designación, hecha por el papa Juan Pablo II de que la arquidiócesis de Guadalajara sea sede del Congreso Eucarístico Internacional en el 2004, lo cual constituye un acontecimiento histórico para la Iglesia y el pueblo católico.
También da cuenta de la relección de la directiva del Episcopado en noviembre, donde el arzobispo de San Luis Potosí, Luis Morales Reyes, fue ratificado para el periodo 2000-2003, lo que significó un voto de confianza a su presidencia anterior y el deseo de una continuidad en las líneas de trabajo.
Por lo que respecta a la Basílica de Guadalupe, el centro religioso católico más visitado después de la de San Pedro, en Roma, se informó que ya cuenta con estatutos propios, conforme a los cuales tanto su administración como la atención pastoral dependen del arzobispo primado de México, pero que la CEM interviene en los consejos económico y pastoral con dos representantes, recibiendo mensualmente 10 por ciento de los ingresos, parte que se destina a ayudar a las diócesis más pobres.
Finalmente, informa de las nuevas oficinas de la secretaría general del Episcopado; de la visita de los restos de Santa Teresita del Niño Jesús; de la creación de nuevas diócesis (Córdoba y Orizaba), y de la designación y traslado de nuevos obispos, con los cuales suman en el país 83 diócesis y los obispos católicos llegan a 127 en total, 30 de ellos eméritos, retirados ya, por su edad superior a los 75 años, del gobierno pastoral.