MIERCOLES Ť 20 Ť JUNIO Ť 2001

Elena Urrutia

Por qué son tan caros los anticonceptivos en México

Acorde con las políticas de población en nuestro país, los anticonceptivos y preservativos deberían estar al alcance de todos los bolsillos y poder obtenerse en cualquier rincón de la República, ahí donde hubiera instituciones de salud públicas o privadas. Pero lo cierto es que no es así: existe un desabasto de anticonceptivos, particularmente en las zonas más apartadas.

Ocurre que los organismos públicos compran a compañías privadas con sede en México, y éstas se los venden a precios muy altos. Por ejemplo: el precio para agencias especializadas del ciclo de píldoras anticonceptivas en el mercado internacional es de 20 centavos de dólar, mientras que en nuestro país se compra a 1.85 dólares, esto es, nueve veces más. Por su lado, los preservativos se compran aquí a 0.11 de dólares, cuando podrían conseguirse a 0.0254, es decir, cuatro veces menos. El resultado, por consiguiente, no es otro que el desabasto y el incumplimiento cabal de las políticas públicas de planeación familiar.

La pregunta lógica es por qué se ha dado tal situación, y si es posible resolverla. En cuanto a lo primero, es muy probable que las licitaciones de los organismos públicos para adquirir anticonceptivos y preservativos no sean transparentes, o que el proceso de selección sea amañado. Para responder lo segundo, tanto el Fondo de Población de las Naciones Unidas como la IPPF (International Planed Parenthood Federation) --agencias especializadas-- podrían proporcionar al gobierno mexicano todos los anticonceptivos requeridos a precios mucho más bajos. De esta manera, aplicando los mismos recursos a una compra más racional, no sólo quedaría satisfecha la necesidad de las instituciones oficiales sino se podría apoyar con anticonceptivos, además, a las instituciones de la sociedad civil, cuya tarea sea los servicios de planeación familiar.