MIERCOLES Ť 20 Ť JUNIO Ť 2001
Alejandro Nadal
Rescatando al soldado Reagan
Hace once años terminó la guerra fría. Pero Estados Unidos y Rusia todavía mantienen 20 mil cargas nucleares listas para ser utilizadas en unos cuantos minutos. El desarme nuclear no ha avanzado. Peor todavía, un acontecimiento de gran importancia amenaza con imprimir nuevo impulso a la carrera armamentista.
En su discurso ante la Universidad de la Defensa Nacional el pasado primero de mayo, el presidente George W. Bush anunció que el tratado de defensa antibalística (ABM por sus siglas en inglés) firmado en 1972 es un instrumento anacrónico que no corresponde a los problemas actuales. Señaló que ese tratado se opone a los intereses y a la seguridad de Estados Unidos. La visión de Bush se completa con una idea central: un sistema de defensa antimisiles (NMD, por sus siglas en inglés) es tecnológicamente factible y deseable desde el punto de vista de la seguridad de Estados Unidos.
El tratado ABM es la piedra angular del régimen de control y reducción de armamentos nucleares. Firmado hace 30 años, prohibió el emplazamiento de defensas contra misiles balísticos para evitar que una superpotencia, sintiéndose segura detrás de un escudo defensivo, pudiera lanzar un ataque en contra de la otra. De este modo se mantendría el equilibrio del terror nuclear y nadie tendría incentivos para ser el primer atacante.
Según Bush el mundo para el que fue creado el tratado ABM ya no existe. Ahora el peligro nuclear no proviene de Rusia, sino de algunos Estados irresponsables que podrían construir y dirigir misiles contra ese país. "Un tratado que impide a Estados Unidos defenderse de esta amenaza utilizando tecnologías prometedoras, no contribuye a nuestros intereses", señaló el presidente. La retórica de Bush y su secretario de Defensa Rumsfeld es clara. Estados Unidos abandonará pronto el tratado ABM. No necesitan denunciarlo de manera espectacular. Lo único que tienen que hacer es erosionarlo gradualmente. Ese será el acontecimiento más importante desde el fin de la guerra fría.
ƑCuáles son las tecnologías prometedoras a las que aludió Bush? Estados Unidos emplazaría unos 250 interceptores capaces de identificar los misiles enemigos y destruirlos en pleno vuelo por colisión directa. Para lograrlo será necesario localizar y seguir la trayectoria de las cargas nucleares durante la fase intermedia del vuelo, cuando las ojivas ya se separaron de los misiles y viajan fuera de la atmósfera. Para localizarlas en el frío del espacio, los interceptores necesitarán un sofisticado sistema de satélites colocados en órbitas bajas y dotados de sensores infrarrojos muy sensibles.
Desgraciadamente para el NMD, en esta parte de su vuelo las ojivas emiten niveles muy bajos de radiación infrarroja, y para poder identificarlas contra el fondo frío del espacio los sensores deben mantenerse a niveles de temperatura muy bajos. En consecuencia, se necesita un sistema de refrigeración que mantenga los sensores a menos 400 grados. Un sistema para enfriar esos sensores durante los diez años de vida útil de cada satélite requiere tanques de gas frío de grandes dimensiones. Mantener esos sistemas funcionando es algo que las "tecnologías prometedoras" todavía no permiten concebir.
Lo más probable es que los satélites no funcionen, pero eso es secundario. Ya se han asignado 550 millones de dólares sólo para la primera fase de investigación. Las estimaciones del costo de esta fase superan ya los 12 mil millones de dólares. Los principales contratistas de este proyecto incluyen a los gigantes Northrop, Raytheon, Lockheed Martin, Boeing, y un consorcio menos conocido, TRW, Inc.
El proceso de diseño del NMD ya se salió de control. La empresa TRW pretende tener listo en 2003 un sistema de rayo láser montado a bordo de un Boeing 747 capaz de destruir misiles enemigos durante la primera fase de su vuelo, cuando el calor del motor es muy visible para los sensores infrarrojos, el misil vuela despacio y es un blanco relativamente fácil de destruir. Pero para aprovechar esta vulnerabilidad de los misiles enemigos, se necesita vigilar un vasto horizonte de manera continua. Para acelerar las investigaciones sobre este componente del NMD, el Pentágono acaba de solicitar una ampliación de presupuesto de 3 mil millones de dólares.
Este último componente del NMD está más cercano de la antigua Iniciativa de Defensa Estratégica de Reagan. Rumsfeld afirmó hace dos días que el escudo NMD no será 100 por ciento perfecto. En eso tiene toda la razón. Proporcionar ganancias a las empresas del complejo militar industrial rescatando los sueños del soldado Reagan, ésa es la verdadera misión del sistema NMD.