MARTES Ť 19 Ť JUNIO Ť 2001

Ť El gobernador niega que haya aumentado la presencia castrense en la zona de conflicto

Manifiesta Salazar Mendiguchía su rechazo absoluto a que se militarice la frontera sur

Ť No lo acepto ni como un supuesto, y tampoco corresponde a lo que he hablado con el presidente Vicente Fox, señala Ť Sobre el Plan Puebla-Panamá, comenta: ''Ni lo apoyo ni lo desapoyo''

ANDREA BECERRIL

Después de reunirse con los integrantes de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), el gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, expresó su rechazo absoluto a la posibilidad de que se militarice la frontera sur. ''No lo acepto ni siquiera como un supuesto, y no corresponde a lo que he hablado con el Presidente de la República'', dijo.

Tanto en el encuentro con la Cocopa, como en una conferencia de prensa posterior sostuvo que no se ha incrementado la presencia castrense en la zona de conflicto; señaló que el movimiento zapatista es un expediente abierto, que sólo se cerrará cuando se firme la ''anhelada paz'', y consideró que la posibilidad de que se reactive la guerra en Chiapas está totalmente desechada.

Otro de los temas que los legisladores trataron con el gobernador Salazar, durante las dos horas y media que duró el encuentro, fue el referido al Plan Puebla-Panamá. Al respecto, Salazar Mendiguchía aclaró que hay muchos fantasmas en torno a ese proyecto y sería necesario que se conociera más, aunque recalcó que si hubiera algún aspecto que lesionara a las comunidades chiapanecas se opondría por completo a ello.

Consideró asimismo que se requiere un poco más de imaginación del gobierno estatal, del federal, de la Cocopa misma y de todos los actores, a fin de encontrar una salida a la nueva crisis por la que atraviesa el conflicto chiapaneco. Empero confesó que, por ahora, él tampoco tiene esa imaginación.

Interrogado luego en torno a las versiones acreditadas al secretario de Gobernación, Santiago Creel, respecto a que el gobierno foxista impulsará la militarización de la frontera sur, como una forma de frenar la delincuencia y proteger los límites con Guatemala, Salazar Mendiguchía respondió que está totalmente en contra de ello y ya ha expresado al Ejecutivo federal su preocupación por la necesidad de una política federal en torno a la franja fronteriza, que no necesariamente debe implicar mayor presencia castrense.

Dijo que reconoce que ha habido en los últimos años tráfico de armas, de inmigrantes, de maderas preciosas, vehículos robados y hasta ganado que pasa por la aduana de Chiapas, y por ello su propuesta a Fox ha sido que se lleve a cabo una campaña o un pacto contra la corrupción,salazar-cocopa similar al que se estableció en la franja fronteriza norte del país, ya que esa es la solución a la problemática y no la militarización de la zona.

Insistió en que una decisión de esa naturaleza no la acepta ni siquiera como supuesto, además de que a él como gobernador de Chiapas no se le ha notificado de la pretensión de poner en práctica una medida de esa naturaleza.

Salazar resaltó que sólo conoce ese tema por lo que se ha publicado, pero no cree que eso sea lo que está pensando Fox para la frontera sur. ''No es lo que he hablado con él respecto a Chiapas'', dijo.

Por lo que se refiere a las informaciones que han circulado en el sentido de que de nueva cuenta hay presiones militares en la zona de influencia zapatista, es decir, en las Cañadas, los Altos y la zona norte, Salazar Mendiguchía aclaró que no hay incremento ni mayor fortalecimiento de la presencia del Ejército en esas áreas. ''El número de efectivos militares es el mismo que existía antes de que el Congreso de la Unión resolviera el tema de la reforma indígena, pero tengo noticias de que no hay incremento en los patrullajes del Ejército ni otras maniobras que no hayan estado realizando de manera rutinaria''.

Dijo también que las siete posiciones que el Ejército mexicano desocupó a petición del EZLN se mantienen libres, lo que puede ser verificado por los medios de comunicación y los legisladores.

En la reunión, expresó a diputados y senadores que mostraron inquietudes en torno a ese tema, que desde que asumió la gubernatura no ha habido un solo soldado más en Chiapas y que los recorridos tanto por tierra como por aire que llevan a cabo los militares son los mismos que se han hecho desde el inicio del conflicto.

Otra de las inquietudes que los integrantes de la Cocopa le plantearon fue en torno al posible contacto con la comandancia rebelde, y sobre ello el mandatario estatal contestó que no ha habido ningún acercamiento con el subcomandante Marcos ni con ningún otro miembro de la dirigencia zapatista.

También despejó dudas de los legisladores sobre el Plan Puebla-Panamá, y en la conferencia de prensa precisó que su presencia en la gira que el presidente Fox realizó el fin de semana no fue para promover ni para explicar ese plan, y aseguró que sólo asistió como invitado del Ejecutivo. ''Después de varios meses de estar hablando del Plan Puebla-Panamá, apenas conocimos en San Salvador las primeras líneas generales del mismo, y por lo que he leído, no hay nada que pudiera escandalizarnos'', detalló el gobernador.

Insistió en que a su juicio ese proyecto no es un elemento de tensión hacia el conflicto zapatista, pues ''hasta donde he leído detrás de él no hay proyecto imperialista ni el deseo de extinguir a las comunidades indígenas, ni de apoderarse de sus recursos naturales. Si lo hubiera, puedo asegurar que estaré siempre del lado de esas comunidades y daré la defensa de la soberanía''.

Agregó que el Plan Puebla-Panamá va a ser lo que cada estado quiera que sea. Si para nosotros es ahora una carretera, una autopista, un aeropuerto, bienvenido ya sea bajo ese nombre o el de Chiapas 2020 o cualquier otro proyecto que nos lleve la infraestructura que necesitamos.

-ƑPero apoya o no apoya el Plan Puebla-Panamá? -le preguntó un reportero.

-Ni lo apoyo ni lo desapoyo.

Volviendo al tema del conflicto, Salazar desechó el riesgo de que se reactive la violencia entre el EZLN y el gobierno federal. ''Está superada la etapa militar, creo que ese es un camino sin retorno y ahora este grupo armado está dando su lucha por la vía reformista, a través de una legislación indígena que satisfaga plenamente sus demandas.''

Sin embargo, Salazar Mendiguchía dijo que el conflicto está ahí, es un expediente abierto, aunque ciertamente en siete años no ha habido un solo disparo. Y en ese marco, señaló que por el bien de Chiapas y del país confía en que la suspensión del diálogo no se prolongue por otros seis años.

Dijo que es necesario que tanto en la Cocopa como en los gobiernos estatal y federal se encuentren nuevas formas imaginativas para sacar al conflicto del impasse en que ahora se encuentra.

Con los legisladores, Salazar trató también el tema de los presos zapatistas y se comprometió a analizar la posibilidad de intervenir para liberar a dos de los detenidos en Tabasco, que están acusados de delitos comunes y que, aseguran, fueron apresados en territorio chiapaneco. La propuesta la formuló el diputado perredista Emilio Ulloa.

El gobernador chiapaneco resaltó la importancia de la Cocopa ya que, dijo, es el organismo que puede coadyuvar para reanudar los contactos entre el EZLN y el gobierno federal.

Al respecto, la presidenta en turno de la Cocopa, Arely Madrid Tovilla, consideró que fue una reunión importante, que forma parte del esfuerzo por reactivar ese organismo y lograr que cumpla con su cometido. Dijo además que Salazar Mendiguchía es el gobernador de la entidad en conflicto, por lo que era imprescindible el intercambio de puntos de vista.