MARTES Ť 19 Ť JUNIO Ť 2001
Ť La figura no se encuentra prevista en el Plan Nacional de Desarrollo
No hay aún convocatoria para la comisión de la verdad
ROBERTO GARDUÑO
Funcionarios cercanos a la Presidencia de la República informaron que aún no se abre la convocatoria para crear una comisión de la verdad en la que participen personas de la sociedad civil y del sector público. Sin embargo, aseguraron que los lineamientos trazados por el presidente Vicente Fox apuntan a dar "credibilidad y transparencia y enfrentar los casos críticos de corrupción sin distingo alguno, así como difundir casos ejemplares de castigo que señalen la seriedad del Ejecutivo federal en el combate a dicha lacra".
El Presidente y su vocera, Martha Sahagún, han declarado que se estudia la posibilidad de crear una comisión de la verdad que investigue violaciones a derechos humanos cometidas en regímenes pasados. Sin embargo, el secretario de Gobernación, Santiago Creel, ha restado posibilidades a que funcione un organismo de esa naturaleza. Entre tanto, el Plan Nacional de Desarrollo destaca: "Entre las ta-reas de la Secretaría de Gobernación se encuentran las relativas a la seguridad nacional, entendida como la preservación de la integridad, estabilidad y permanencia del Estado mexicano... La ampliación del ejercicio y el respeto de los derechos y libertades ciudadanas, el impulso a la cultura política, democrática, la protección civil, los derechos humanos y el fortalecimiento del sistema de partidos".
El documento rector del gobierno foxista asevera que las aspiraciones de los me-xicanos pueden expresarse en que en el país impere la ley, prevalezca el estado de derecho y exista certeza jurídica.
El diagnóstico de corrupción que hace el gobierno es muy claro, y tiene que ver con las decisiones discrecionales que se toman en las esferas del poder público:
"En el ámbito nacional es una de las preocupaciones centrales de la ciudadanía y de los servidores públicos. Se propicia por la existencia de un marco normativo excesivamente regulatorio que paradójicamente permite e incluso fomenta la discrecionalidad en la toma de decisiones del servidor público, y por falta de honestidad en la prestación de servicios públicos."
La explicación del gobierno foxista respecto a la gobernabilidad democrática es que en los regímenes anteriores México vivió un proceso de concentración y centralización del poder, con un presidencialismo que ejerció facultades metaconstitucionales.
Se asegura que en su relación con la sociedad el gobierno actual impulsará un vínculo democrático "que privilegiará la apertura política y el ejercicio del poder desde la base social".
Sin mencionar la creación de una comisión de la verdad, el Plan Nacional de Desarrollo sostiene que se implantarán mecanismos para regular la vida interna de la administración pública. Se trata, refiere el documento, de hacer transparente el gobierno y combatir la corrupción.