Lunes en la Ciencia, 18 de junio del 2001
Rodolfo Morales Dávila Procesamiento de materiales en el mundo virtual Conocer "el corazón" de un proceso de ingeniería para mejorarlo y, por tanto, incrementar la calidad del producto que se quiera obtener, requiere necesariamente del trabajo directo con las "entrañas" del proceso. Los avances de la tecnología permiten que estos mecanismos se puedan simular, predecir y mejorar con modelos matemáticos y computacionales, y así ahorrar costos y energía. La modelación matemática a través de sistemas de computo y la modelación física, en particular de procesos siderúrgicos ha sido la columna vertebral del trabajo del doctor Rodolfo Morales Dávila (Tlaxcala, 1951) investigador de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (Esiquie) del Instituto Politécnico Nacional (IPN). "La simulación de procesos nos permite disminuir los costos en cuanto a pruebas y cambios de procedimientos, por ejemplo, si una empresa siderúrgica quiere comprar un nuevo producto a un proveedor y nosotros contamos con un simulador de ese proceso, con las características del producto, se analiza lo que puede suceder, cuáles son las ventajas y las desventajas de llevar a cabo el proceso". El trabajo de Morales Dávila, maestro en ciencias del IPN y doctor en ingeniería en la Universidad de Tokio, Japón, es reconocido en el ámbito mundial en la ingeniería de procesamiento de materiales, área por el cual se lleva a cabo el análisis, control y optimización de estos procesos, en el caso particular del investigador, con énfasis en el acero. El doctor Rodolfo Morales se ha especializado en el estudio de la fisicoquímica de la fabricación de acero, métodos numéricos y principios de ingeniería química. En 1988 fue reconocido como el mejor investigador fundidor del año de 1998 por la Sociedad Mexicana de Fundidores y en 1990 recibió la distinción al mejor proyecto de investigación en el IPN, referente a la refinación de aceros inoxidables. "Las aportaciones de mi equipo de trabajo han sido muy fuertes en el área de control de flujo de acero líquido en fundidoras. Hemos contribuido sustancialmente a nivel mundial al entendimiento y control de flujo de acero líquido en el distribuidor para evitar que este se reoxide o se contamine, y también hemos trabajado en la modelación de los hornos de arco eléctrico, ya que antes de mis trabajos no existían modelos completos de simuladores para este tipo de horno usado en la refinación siderúrgica". Otra aportación del especialista ha sido el desarrollo de un material llamado escorias, el cual es una mezcla de óxidos que sirven para proteger del aire y de la contaminación al acero, para darle más refinación a este. A pesar del potencial de realizar modelos de simulación de procesos de la industria -refiere el doctor Morales- en el sector productivo existe un gran desconocimiento de este tipo de desarrollos tecnológicos, que tarde o temprano ponen en desventaja a aquellas industrias que no mejoran sus procesos frente a las que si. Por esta razón, explica, el investigador, estos proceso tienen más demanda en Estados Unidos, que en México "Actualmente se utilizan herramientas para mejorar la calidad final de los productos como el control estadístico de procesos, o conceptos como el de ISO9000, que aunque son útiles no pueden sustituir el entendimiento básico de los procesos de ingeniería. Hay poca gente que valora el uso de la modelación matemática y también pocos quienes lo saben hacer". El doctor Morales ha participado de manera importante en llevar sus conocimientos a la industria, por ejemplo, trabajó en el consorcio HYLSA , que actualmente tiene una de las tecnologías más avanzadas para la refinación de acero, en donde contribuyó a la solución en problemas específicos de desoxidación de acero y vaciado. Asimismo, laboró como consultor técnico de lo que hoy se conoce como IMEXSA, la mayor empresa productora de acero en México, donde su propósito fue mejorar sus operaciones de refinación y colada continua de acero. Uno de sus trabajos en esta empresa, que consistió en el desarrollo de escorias para distribuidor con objeto de colar aceros de bajo carbono calmados con aluminio, le mereció el premio Elbert H. Gary, otorgado por el American Iron and Steel Institute en 1996. "Me parece que el desdén que existe por el desarrollo tecnológico se debe a la falta de imaginación y comprensión de lo que es el universo. La realidad no se reduce a hacer ciencia básica o aplicada. La necesidad actual es la de una interfase que contemple ambos rubros, para poder trasladar el conocimiento fundamental de la materia a la concepción de un producto concreto, útil para la sociedad", concluye el investigador. (Mirna Servín) (Fotos: Marco Peláez) |