Ť Dos muertos durante el desalojo carretero en Argentina
Reprime la policía un bloqueo de desocupados en Salta
Ť Los uniformados atacaron directamente las casas de líderes del movimiento Ť La ciudad de General Mosconi, aislada
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 17 de junio. Al menos dos muertos, un numero aún impreciso de civiles y 24 gendarmes heridos, sería el saldo ?hasta ahora? de enfrentamientos entre desocupados, apoyados por la población, y la gendarmería en la localidad General Mosconi, provincia de Salta a más de mil 500 kilómetros, al noroeste de esta capital.
Fuerzas de la Gendarmería Nacional (policía de fronteras) recibieron hoy la orden de un juez de esa provincia, fronteriza con Bolivia, para desalojar la carretera 34 cortada por desocupados y sus familias, como había sucedido en mayo y noviembre de 2000, donde también ocurrieron gravísimos incidentes. A partir de allí las versiones son confusas, mientras la secretaría de seguridad nacional sostiene que francotiradores recibieron a balazos a los gendarmes, "que sólo llevaban balas de goma y gases lacrimógenos", los pobladores aterrorizados dijeron que las fuerzas de seguridad llegaron disparando y que había provocadores infiltrados, "ya que fueron directamente a todas las casas de los dirigentes y familiares de los desocupados, como si estuvieran marcadas y las arrasaron".
Desde el lugar en comunicación con La Jornada algunos dirigentes sindicales dijeron que Carlos Santillán, de 27 años, y Oscar barrios de 16 años, murieron en la violenta represión. Aseguraron que la ciudad General Mosconi se encuentra aislada, pues no se permite el paso.
El dramatismo aumentó durante la noche cuando el gobierno nacional informó que habría personas "escondidas en los montes aledaños" con armas largas, mientras que los pobladores de General Mosconi denunciaron una "brutal represión" y solicitaron ayuda al país, según confirmaron dirigentes sindicales en la capital de Salta consultados telefónicamente por La Jornada.
Hay otro elemento dramático ya que en ese lugar, donde existió una floreciente población petrolera hasta las privatizaciones de las empresas estatales de petróleo en la pasada década, hay grandes tanques cargados de combustible y destilerías, los que de recibir algún impacto de bala, podrían explotar y provocar una incalculable tragedia.
Las imágenes eran desoladoras y recordaron el estallido de noviembre pasado, donde una situación similar dejó muertos y heridos. Al atardecer y mientras los periodistas del lugar informaban desde la "línea de fuego", mujeres con sus niños llevando una virgen intentaron marchar para pedir la paz y fueron brutalmente atacadas y dispersadas con gases lacrimógenos y disparos. Muchas familias comenzaron a evacuar sus humildes viviendas y dijeron estar aterrorizadas.
Durante la noche grupos de derechos humanos y fuerzas de izquierda manifestaron en esta capital frente a la Casa de Salta y la secretaría de Seguridad, exigiendo a los gobiernos nacional y provincial que cesaran la represión, además de responsabilizarlos por la situación creada y las víctimas producidas en este accionar.
El secretario de Seguridad Nacional, Enrique Mathow, dijo esta noche durante una conferencia de prensa que había 24 gendarmes heridos uno de ellos grave, pero no pudo precisar con qué tipo de armas se habían producido estas "bajas". Tampoco pudo dar precisión sobre los dos o tres muertos que mencionan todos los medios, ya que ?dijo? no habían podido establecer comunicación con el gobernador de esa provincia y mencionó que algunos gendarmes fueron trasladados a distintos hospitales del país. Mathow advirtió a los que "están actuando que nadie puede usar la violencia por propia mano, no solamente la gente sino los agentes uniformados", y señaló que se intentaba profundizar el caos, lo que podría crear una situación similar a "las vividas en el pasado".
Esto provocó airadas protestas de dirigentes sindicales como Víctor De Genaro, secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), quien sostuvo la necesidad de que el gobierno se aboque en forma urgente a la solución del grave conflicto social, que "ha tomado características de desesperación", y advirtió también que en los últimos días se suscitaron momentos muy tensos, cuando policías aeronáuticos y fuerzas de gendarmería estuvieron a punto de enfrentarse con los trabajadores de Aerolíneas Argentinas en la ruta que lleva al aeropuerto internacional de Ezeiza. "Estaban parapetados con armas largas como si fueran a cazarnos", dijo.
El legislador capitalino, Patricio Etchegaray, secretario general del Partido Comunista, demandó al gobierno una actitud responsable y sostuvo que era "vergonzoso que el secretario de Seguridad Nacional citara a conferencia de prensa para dar a conocer las bajas de la gendarmería, sin proporcionar dato alguno sobre la situación de la población. "No puede decir que la gendarmería iba desarmada cuando todos sabemos que tienen armamento moderno y sofisticado. El gobierno al no reaccionar frente al desempleo y el hambre está encendiendo el fuego", señaló al condenar la represión contra el castigado pueblo salteño.
Mathoiw opinó que el "episodio" de Tartagal "estaba enmarcado en los cortes de ruta de los últimos 15 días, algunos de los cuales fueron levantados después de negociaciones y que como no hubo acuerdos en la ruta 34 se recurrió a la fuerza". Habló de francotiradores, encapuchados ocultos y recordó que en noviembre pasado durante el estallido que siguió a la represión policial en ese mismo lugar, manifestantes exhaltados se llevaron armas largas de un juzgado y municiones que nunca fueron recuperadas. Acusó a grupos no identificados de crear inestabilidad en el país.
Sin embargo, desde General Mosconi los periodistas salteños dijeron que los gendarmes y policías estaban entrando a la casas y que se estaba viviendo en una situación de verdadera guerra. Muchos habitantes del lugar intentaban abandonar sus casas y también desde la iglesia salieron a pedir por la paz, pero fueron dispersados con gases lacrimógenos, provocando lesiones a mujeres y niños.
El 10 de noviembre de 2000 el asesinato en Tartagal del desocupado Aníbal Verón padre de cinco hijos, en el mismo lugar durante una represión de gendarmería -que era el segundo muerto en horas- provocó la protesta de miles de personas y hubo incendios y saqueos en General Mosconi y Tartagal.
El 12 de mayo de ese mismo año centenares de pobladores se unieron a los manifestantes que cortaban las rutas y forzaron una negociación, cuando ya se acababan los llamados Planes Trabajar por medio de los cuales se les entregan subsidios de 150 pesos a familias de desocupados.