Ť El lingüista italiano prevé cambios radicales por el abandono a la lectura y la escritura
Mundo atemporal y desordenado por el predominio de la imagen: Simone
Ť Navego, luego existo, principio de las sociedades modernas, dice el autor de La tercera fase
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
El imperio de la imagen sobre la lectura y la escritura y el desarrollo imparable de las comunicaciones electrónicas tienen implicaciones aún imposibles de conocer en toda su magnitud. Sin embargo, el lingüista italiano Raffaele Simone advierte desde ahora cambios profundos que afectarán prácticamente todos los ámbitos de la vida del ser humano. Tal como se están dando, dichos cambios pueden ser un riesgo para la democracia como forma de gobierno y nos encaminan a un mundo sin tiempo, sin reflexión, sin orden...
Esto es analizado en el libro de Simone La tercera fase (Taurus), de reciente publicación en México, donde se demuestra que la palabra está dejando de ser el vehículo transmisor de información y conocimiento que había sido durante cientos de años.
De acuerdo con el planteamiento de Simone, la forma en que el ser humano produce y transmite conocimientos ha transitado por dos "grandes fases" históricas -la invención de la escritura y la invención de la imprenta-, cuyo rasgo común fue influir de manera decisiva en las dos caras de una misma operación: leer y escribir.
Ahora -sostiene el lingüista- nos estamos adentrando en una tercera fase, en la cual la mayor parte del conocimiento que se adquiere ya no proviene de la lectura sino de lo que ha visto u oído. En entrevista por -oh, paradoja- correo electrónico, Simone hace algunos apuntes sobre el contenido de su libro y los cambios que se avecinan.
-¿Puede haber aprendizaje y conocimiento sin el ejercicio de la lectura y la escritura?
-Yo creo que sí, pero es un aprendizaje muy ligero y superficial. El espíritu analítico se formó y entrenó con el alfabeto y con la lectura.
-El decaimiento de la lectura y, en consecuencia, de la cultura libresca, ¿no supone ?como teme Giovanni Sartori- un riesgo para la democracia como forma de gobierno-
-Por supuesto. En China no se lee libremente, pero sí se navega en ¡Internet! Es una coincidencia interesante, ¿no?
-En "la tercera fase" que usted describe, si no es a través de la lectura, ¿de qué manera se inculcarán conceptos como democracia, justicia, Estado, gobierno, dictadura, tolerancia, igualdad y equidad- ¿Qué imagen será capaz de explicarlos en toda su fascinante complejidad?
-Unas cosas de nuestro mundo sólo están vinculadas con las palabras: se crean con ellas y se transmiten con ellas. Incluso el gran Eisenstein, que tenía la ilusión de rodar una película sobre El capital, de Marx, se dio cuenta de que no se podían representar ideas complejas sólo con imágenes.
-Perece que los conocimientos sólo serán patrimonio de unos cuantos, de la minoría que lee y está capacitada para comprenderlos, beneficiarse de ellos. ¿Está de acuerdo? ¿Qué riesgos supone dicha tendencia?
-Unos conocimientos sí se pierden, y sobre todo se pierde la mentalidad que los sustenta: analítica, estructurada, profunda, orientada a lo verbal.
-El imperio de la imagen, ¿nos encamina a un mundo sin reflexión?
-Seguramente, sin tiempo, sin constancia, sin orden.
-¿"Pienso, luego existo" será desplazado por "veo, luego existo"?
-Mejor: "navego, luego existo". Pero la navegación conlleva el riesgo de fracasar. La Internet se parece más bien al modelo de Robinson que a otros modelos de navegación.
-En la tercera fase, ¿el intelectual, por lo menos como lo conocemos ahora, será una especie en extinción? ¿La forma de conocimiento que genera desaparecerá?
-La nueva forma de intelectual es el media-man, de lo que Berlusconi es un ejemplo perfecto. Todo lo que dice parece verdadero, pero sólo es virtual.
-El desplazamiento de lo que usted llama "el texto cerrado" por el "texto desarticulado" implica también la desaparición o radical modificación del concepto de "autor"- ¿Qué consecuencias puede acarrear esto-
-En la telemática ya el autor no se identifica. Además, en el comercio electrónico no se identifica el sitio de emisión ni las personas que están negociando. Una inmensa desmaterialización está vinculada con lo digital.
-Frente a los retos que plantea la tercera fase, ¿dónde su corazón, con "los apocalípticos" o con "los integrados"?
-Moderadamente apocalíptico. Pero, que conste, ¡Apocalypsis is now!
-Por último, ¿cuál es la respuesta que usted tiene para las dos preguntas que aparecen al final de La tercera fase- La primera: "¿Estamos seguros, por ejemplo, de que el espíritu analítico en el que se ha basado nuestra cultura durante siglos no ha traspasado el límite?"
--El libro ya responde. Ya estamos mas allá del límite.
-La segunda: ¿estamos seguros de que estas señales que nos llegan del mundo de los jóvenes (de sus gustos, de sus lecturas, su cultura, en muchos aspectos ya más globalizada que la economía) no son indicios de un nuevo estándar, y de que nos hace falta hoy día realizar un esfuerzo para reflexionar sobre este estándar y quizá incorporarlo a nuestras instituciones?
--Por supuesto. Pero los viejos tenemos que considerar si este nuevo estándar es una ventaja o un riesgo. Yo creo que es un enorme riesgo, aunque vinculado con grandes potencialidades.